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-¿Quieres qué te siga contando acerca de quién la tiene más grande?

Nos encontrábamos en la salida del instituto, me quede unos momentos ya que mi padre suele llegar más tarde por mi porque seguramente otra vez se le olvido que tenía una hija.

- O... - seguí - ¿Quién crees tú qué la tenga más grande? - note la cara de Sook y al instante me eche a reír. - Vamos pequeña... Se que estas pensando en lo grande... - alargue la última palabra - que la ha de tener Hoseok.

- ¡Yah!... Maldita perra... Sabes lo que ese crío provoca en mi y te aprovechas de eso.- note que hizo un pequeño puchero, tierna - Mejor hablemos de tu nueva víctima de acoso.

- Oh~... Ahora que lo recuerdo...- sonreí para mi misma. - TaeHyung, dios en todas sus letras... Es tan hermoso que derrite mi débil corazón pervertido, lo imagino sobre una cama, exactamente sobre mi... Hmm... - solté un jadeo fingido.

- Si que ese pobre chico va a sufrir con tus "encantos" - hizo comillas y sonrió.

Al chico ya lo tenía ahora es hora de utilizar mis dotes y ejecutar el plan para que el bello de Tae Tae sucumba ante mis encantos.

(...)

Me encontraba sentada, cerca de la ventana de mi habitación observando como los vecinos hacían sus cosas cotidianas, pero noté que a unas casas de la mía había un camión de mudanzas, vi mejor y me di cuenta de que aquel camión salían unos señores mayores y un chico de contextura un poco corpulenta, delgado y alto, cabellos rojizo y... ¡Oh wow!, es el pequeño adonis, no perdí el tiempo y sin aviso previo salí de mi habitación hacía aquella casa.

- ¿A dónde vas? - Pregunta mi padre totalmente absorto en su periódico.

- Hay vecinos nuevos... Seré buena vecina como me has enseñado... - dije sarcástica - e ire a saludar... - si supiera que probablemente no sólo iré a saludar y que sólo iré a ver a aquel chico.

- Bien... - contesta tajante.- llevarles galletas ha de haber en la alacena.

- Esta bien.

Voy a la alacena más rápido que el rayo macqueen y saco un paquete de galletas que sirvo en un plato, seré pervertida pero no mal educada; ya con las galletas me dirijo a la puerta y salgo sin dar aviso, camino unas casa y llego a donde esta el camión encontrándome con una señora que para la edad que debería calcularle se ve bastante joven y una vez frente a ella la saludo.

- Buenas tardes... - Saludo amable - vi que son nuevos en el vecindario y quise traerles algo, como muestra de bienvenida.

La señora antes de responder le grita a su hijo, sí el bello adonis, que recoja algo del camión.

- Oh muchas gracias querida, no era necesario el detalle, oye de casualidad... - baja la voz en lo último casi susurrando, asiento para que prosiga - ¿qué edad tienes jovencita?- Me quedo atónita ante su pregunta, porque... Qué pregunta más extraña.

- Disculpe pero... ¿para qué quiere saber? - pregunto de igual manera como susurrando, sin dejar mi descortesía obvio.

- Es que mi hijo... Es un solterón que solo juega videojuegos... Y tú te ves como que eres una buena chica - sonrío tímida ante su comentario pero acaso ¿me esta insinuando a su hijo? Oh vaya que buena madre que tiene.

Justo cuando la señora iba a seguir hablando Tae aparece.

- Oh hijo... Mira te presento a... - Me mira cuestionando mi nombre. - Lo siento no pregunté por tu nombre.

- No se preocupe... - sonrío pero aparto mi mirada de la señora y la dirijo hacía al peli rojizo, me mira y se da cuanta de que ya me había visto, y yo por mi parte cambio mi mirada a una mas pícara.- Soy Song HyeSun, un gusto. - doy una pequeña reverencia y al levantarme me di cuanta de que el peli rojizo me miraba diferente.

- Hijo no sea maleducado, saluda -dicho eso la señora recibe el llamado del que podría ser su esposo y va hacía el, se disculpa y toma las galletas dejándonos a los dos solos.

- Soy TaeHyung, Kim TaeHyung. - dice frío.

- Ya lo se... como olvidarte, pequeño adonis, como olvidarte muñeco - digo lento y con cautela.

- ¡Ah! - suelta de repente - tu eres la de los piropos de albañil, ¿no es así? - dice con burla.

- Talvez... Pero me encantaría enamorarte con alguno de mis piropos, alguien como tu debe ser difícil de enamorar, de enganchar, has llamado mi atención querido... - me acerco a el lentamente, mientras el sigue neutro - a un dios como tu es difícil de ignorar ¿sabes...?

- ¿Y si mejor te vas a piropear a tu madre? - dice en tono de asco.

- No tengo madre... - Digo bajando la vista.

- Oh lo siento... No ... - no lo dejé terminar.

- Pero tu madre ha de ser repostera... Porque a un bombón como tu no lo hace cualquiera.- dicho esto me retiro con una sonrisa triunfante al notar como su ceño se fruncía y en su bello rostro se formaba una mueca de confusión.

Camino de vuelta a mi casa y sin tomar en cuenta a mi padre me pongo a saltar y brincar de la emoción, al darme cuenta que TaeHyung pronto estará a mis pies.

- ¡Callate maldita mocosa!

Me calló inmediatamente... Viejo amargado.

¡Al De Rojo Me Lo Cojo! || KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora