Capítulo 5: 24 horas, amor

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Amaia recoge su maleta mientras atiende la llamada del director, este le dice que le ha conseguido una habitación en un prestigioso hotel.

-No era necesario Daniel, aquí en New York conozco un hotel y...- en ese hotel pasé varias veces con Chris, me gustaría volver ahí, pensó.

-Tonterías, anda, te gustará, tómalo como un regalo, después de todo tu historia se llevará a la pantalla grande. Mereces lo mejor de lo mejor.

Resignada y agotada por el viaje terminó aceptando. Tomó un taxi –que casualmente había sido enviado por el director- y eso empezaba a exasperarla. Una vez que llegó a recepción, Daniel estaba esperándola, armándose de paciencia le mostró su mejor cara y le agradeció una vez más, aunque por dentro quería matarlo.

-Espero que no te moleste, pero he elegido personalmente tu habitación. –Comentó el pelinegro mientras la ayudaba con su equipaje.- Y también, me gustaría que me acompañes esta noche en una cena con unos amigos.

La castaña se paró en seco mientras caminaban por la recepción. Daniel lo notó porque cuando entró al ascensor Amaia estaba mirándolo fijamente.

-¿Todo bien?-cuestionó mientras se acercaba a ella.

-Es que esta noche yo... tengo otros planes.- se maldijo por no poder resistirse a los pucheros que hacía la gente. –Pero, podría ir un momento.

No supo que era lo que más le llenó de nervios, el rostro de felicidad de Daniel o su falta de sinceridad al no decirle que estaba comprometida.

-Perfecto, pasaré por ti a las 8.

-Claro. – agradecía el haber traído unas cuantas prendas y vestidos que fácilmente podrían servirle para algún evento formal.

(...)

-Me duele la garganta.-se quejó Christopher mientras bebía de su botella de agua, Richard se dejó caer a su lado en el enorme sofá del estudio y miraba su celular.

-Te advirtieron que no grites mucho, pero como nunca haces caso.-murmuró algo fastidiado Zabdiel. Y es que desde que le dijeron a Christopher sobre el maravilloso plan que tenían para que él vuelva a enamorar a Amaia, el castaño no ha dejado de gritar y emocionarse por todo lo que iba a hacer.

-En un par de horas viajamos a New York, cálmate.- pidió Joel.

-Me pone nervioso poder volver a verla, quiero abrazarla.- exclamó Christopher sonriente y a la vez con una mirada soñadora.

-Por Dios, alguien cállelo.-dijo Erick y todos estallaron en carcajadas.

(...)

Eran ya las siete y media cuando despertó luego de quedarse exhausta terminando el capítulo y respondiendo algunos comentarios acerca de los detalles de la novela. De manera rápida se dio un baño y se arregló, colocándose un sencillo vestido de color negro y solo secándose el cabello y recogiéndoselo a un lado. Justo cuando se colocó un labial de color rosa pálido, la puerta sonó. Suspirando y recogiendo su celular se dirigió hacia el encuentro con su acompañante.

Cabe decir que en todo momento Amaia se sintió incómoda y aún más cuando en la cena con los amigos de Daniel todos le lanzaban indirectas alegando que ellos serían una excelente pareja, parece que ninguno de los presentes había oído hablar acerca de su noviazgo con Chris.

-Amaia, querida, déjame decirte que Dani es un excelente partido-comentó una rubia mientras cortaba un pedazo de carne, la castaña bebió algo de vino y evitó la pregunta. Claro que no ayudó el hecho de que Daniel hablara.

Nos volverá a pasar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora