Nos volverá a pasar.

Capítulo 14: Matar este amor.

Amaia's Pov.

He despertado hace un par de horas, Chris todavía duerme profundamente, me abraza tan fuerte que lo único que puedo hacer es acariciar su cabello. Mirar el techo se me hace bastante interesante, considerando el hecho de que posiblemente Chris me tomará por loca cuando despierte.

En verdad, estoy nerviosa y no ayuda nada el hecho de que la alarma sonara y Chris empezara a despertar, cerré los ojos e intenté hacerme la dormida, lo sentí moverse junto a mí. No sé qué estaría haciendo pero tuve unas inmensas ganas de abrir los ojos, me contuve y sentí sus manos en mi cintura, luego mi cuello.

-Amor, despierta. Maia.- besó mi mejilla, luego mis párpados y finalmente sentí sus labios sobre los míos, se movían de manera lenta. Correspondí el beso y él se colocó sobre mí, ahogué un gemido al sentir su miembro semi erecto contra mi abdomen. Abrí los ojos y Chris me sonrió.

-Buenos días.- murmuró y besó mi cuello.

-Hola, amor.

-Me gusta mucho despertar así contigo.- anunció y comenzó a tocarme, respondí a sus caricias y lo besé, mis manos se enredaron en su cabello.

Nos separamos y besó desde mi clavícula hasta mi abdomen, apreté las manos en sus hombros, lo miré y me sonrió. Lo empujé hasta que quedó sobre el colchón, Chris me miraba fijamente, sabía que a él le gustaba llevar la voz cantante en esta situación, e incluso iba a reclamarme pero cualquier cosa que iba a decir, murió cuando tomé su miembro entre mis manos, de arriba hacia abajo. Respiraba de forma entrecortada, sonreí y lo rodeé con la boca, soltó un gran suspiro y gimió.

Seguí jugando con él, lo miraba y apretaba las sábanas, soltaba una sarta de malas palabras, interiormente reí.

-Mírame.- pedí, él lo hizo, me sonrió y empujó mi cabeza de nuevo hacia su miembro.- No dejes de mirarme Chris.- en silencio él atendió mi súplica.

-Dios mío.- gimió y empujó las caderas hacia arriba.- Por favor.- pidió cuando estaba ya al borde. Me miró una vez más antes de soltar todo. Chris estaba bastante agitado, me tomó y recostó contra el colchón.

-Te devuelvo el favor, amor.- murmuró.

(...)

Chris se está bañando y yo estoy sentada sobre el mesón de la cocina viendo como el agua se calienta. Me he colocado una blusa de color celeste y mi ropa interior. Ya he picado un poco de fruta y las tostadas están listas. Bajo del mesón cuando el agua empieza a hervir, hago una mueca, las marcas de dedos en mis muslos son muy notorias, así mismo como mi cuello, abdomen y espalda marcados. Coloco café en un par de tazas y azúcar.

Sus manos se afirman a mi cintura y me pega contra él, gotas de agua de su cabello caen sobre mí.

-Buenos días, de nuevo.- habla divertido, mete un pedazo de fresa en su boca y lleva los pozuelos con fruta a la mesa. Chris usa solo un bóxer y una camiseta. Coloco el agua en las tazas y siento su mirada sobre mí, volteo.

-¿Qué pasa?

-Que me pregunto si te duele.

-No mucho.- admito, no es como que Chris me haya obligado, fue voluntario y porque lo quiero. –Pero no te preocupes, con un baño estaré bien.

-Te prepararé el baño yo mismo después de desayunar.- sonrió y trajo las tostadas. Nos sentamos a comer en silencio, Chris me daba de comer y viceversa. No emitimos palabra alguna. Cuando terminamos, lavé los platos mientras Chris me preparaba el baño.

-¡Amor! ¿Con espuma o sin espuma?

-¡Con espuma!- grité y me sequé las manos. Fui hasta la habitación a recoger una toalla y un moño para el pelo. Chris ya tenía todo preparado por lo que solo me condujo hasta el baño.