Amor Prohibido /Kevlex Y Tú/

V E I N T I T R É S

Narra Tn

Su cara era todo un poema, de verdad no pensé que fuera a reaccionar así, pero al menos ya saqué eso que tenía que decir.

—¡¿Que tú qué?!— se levantó del sofá donde se encontraba y fue directo hacia mi —osea cuando me acosté la primera vez contigo ¿Te lo conté a ti? ¿Todos mis problemas de amor contigo te los conté a ti?— por un momento creí que iba a colapsar ahí mismo, no quiero ver muertos feos y menos en mi apartamento.

—Si...— no sabía qué hacer, solo estaba jugueteando con mis dedos entre sí.

—¿Y porque no me lo dijiste antes?— está vez hablo un poco más calmado.

—Por que era la única forma de hablar contigo sin que me insultarás Kevlex, era la única forma de hablar bien contigo, sin que estuvieras peleando por todo — dije y esta vez fui yo quien se levantó.

—Yo... De verdad lo siento— se disculpó.

—Ya no importa, solo que sentía esa necesidad de decirte, Kevlex ¡Es irónico que diga esto! Pero... Te extraño, aunque se que de nada sirve que te lo diga por qué tú estás con Valeria y vaya que te la pasas muy bien con ella— me voltee, no quería que supiera el dolor que sentía al decir aquello —era todo lo que tenía que decir, te puedes retirar, hasta luego.

—¡No!— exclamo y di un pequeño brinco por el susto que eso provocó.

—¿No?— esto es muy confuso.

Esto era raro, Kevlex no se quiere ir de mi apartamento, sí piensa que voy terminar con él en la cama, está muy equivocado, no volver a cometer ese error, bueno... Tal vez si, pero ese no es el punto ahora.

—Ahora me toca hablar a mi— me jalo del brazo para sentarme de nuevo junto a él.

—Habla de una vez, tengo sueño— fingi un bostezo.

—¿Ese tal Austin es tu novio?— pregunto demaciado serio que pensé que sus cejas se iban a juntar.

—Relajate— puse uno de mis dedos en su fruncido ceño —te vas a arrugar, y no, no es mi novio.

—¿Entonces por qué te dijo “Cariño"?— dijo esto entre comillas y con voz rara.

—Ni yo lo sé, me quedé muy desconcertada respecto a eso.

—¿Tú no quieres nada con él?— volvió a su semblante serio.

—No Kevlex, no quiero nada con él— lo abrace y no se por qué —relajate ¿Si?

—Esta bien ¿Puedo dormir contigo esta noche?— Kha?!!!!!

—¿Es broma verdad?— pregunte en medio del abrazo.

—No— ¡pero que este lo decía enserio! ¿Ahora qué hago? ¿Acepto? Ay no lo sé.

—¿Te quedas en el sofá?— pregunte cuando me separé de él.

—Yo decía contigo... En tu cama, ya sabes— dijo en tono nervioso.

—No tendremos sexo Kevlex— dije y me dirigí a la cocina por un zumo.