Amor Prohibido /Kevlex Y Tú/

V E I N T I U N O

Narra Tn

Pensé que al dejar entrar a Austin al apartamento Kevlex se pondría celoso y se quedaría pero no lo hizo, al parecer y ya no le importó y él a mi de verdad me importa.

«Por dios Tn, ¿Como le vas a importar después de lo que te hizo ayer?» reclamo mi subconsciente y la verdad es que tenía razón, me demostro que le vale un kilo de piñas lo que pase conmigo y así como le vale a él a mí también me va a valer como se sienta, sé que será muy difícil pero al menos puedo intentarlo, comenzaré con dejar de pensar en el por un día y así lo haré hasta que por fin logré borrar esos sentimientos que guardo hacia él en mi corazón.

—¿Tn?— pregunto Austin pasando una mano por enfrente de mi cara y reaccione —¿Estás bien?

—¿Yo?— pregunté irónicamente — si, claro que estoy bien.

—¿Segura?— pregunto entre cerrando los ojos.

—Ya te dije que si, ahora a comer— lleve dos platos a la mesa para después servir el cóctel de frutas que había preparado hace unos minutos.

Nos sentamos y hubo un gran silencio por parte de ambos, me sentía incómoda mientras el estuviera muy callado, ¿Por qué no hablaba? después de todo lo que dijo ayer ahora solo se queda callado.

—¿Es tu novio?— pregunto de repente rompiendo aquel silencio incómodo.

—¿Quien?.

—El chico del departamento de enfrente— aclaro.

—Ah, Kevlex...— por un momento me quede en silencio, no sabía que responder, pero la respuesta era evidente NO, no éramos, somos y jamás seremos novios —no, claro que no, lo conocí por casualidad pero jamás llegamos a ser nada.

—Ah, ya veo— guardo silencio por unos momentos y después agrego —él me dijo lo contrario está mañana.

—¿Eh?— oh ese Kevlex me va a oír, ¿Cómo se atreve a decir eso después de lo que hizo? Y peor aún, diciendo que somos novios, eso JAMÁS pasará, ni en sus malditos sueños, ni en los míos, ni en los de nadie.

—Si, me lo dijo justo cuando salí, pero me alegra que no sea cierto— ¿Que? ¿Cómo que te alegra? Niño, apenas nos conocemos hace unas horas ¿En qué estás pensando?.

—Este... Si, ahora sí me disculpas tengo que cambiarme, tengo que salir, luego nos vemos ¿Vale?.

—Si, claro— se levantó y llevo su plato a la cocina —nos vemos luego.

(...)

¡Llego tarde! ¡Joder! Primer día y lo primero que hago es llegar tarde, me despedirán el primer día.

—Buenos días— dije apenas entré en la heladería donde trabajaría de ahora en adelante —lo siento, se me hizo un poco tarde.

—Oh, no te preocupes— dijo la dueña de aquel lugar —mi hijo llegará en un momento, ¿Puedes empezar limpiando el piso y el mostrador?— pero que señora tan amable.

—Si, claro— dije colocándome la gorra y el delantal que suponía era el uniforme —ahora empiezo.

—¡Buenos días mamá!— esa voz... La he oído en algún lado.

—Oh, Austin, llegas tarde cielo— ¿Aus... Austin? ¿Será el mismo Austin de anoche?.

—Lo siento mamá, tuve un contratiempo— dijo y volteó a ver en mi dirección —Oh ¿Tn? ¿Que haces aquí?.