Trois

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-¿Para qué quieres a Kookie aquí?- Preguntó Jimin con picardía.

-Sólo dile que venga.

-No lo sé... Creo que es mejor dejarte descansar- La mirada del pelinaranja era de pura burla.

-Éso quiero... Es que...- Movió la mirada de un lado a otro en busca de una buena excusa -...debe ser que es alfa, su aroma es relajante y me va a ayudar a dormir rápido.

-¿Tú crees?

-Claro...

-No lo sé...

-Es Kookie, Chimchim, siempre dormimos juntos- Mantuvo sus ojos fijos en sus manos, de pronto notando su falta de confianza para mentir, que de alguna manera lo desanimaba -Sólo le pediré que me ayude a dormir.

-Como dijiste, es un alfa- El chico palmeó la cabeza de su mejor amigo, sonriendo divertido cuando lo vio empujarse contra la palma en busca de mimos -No puedo dejar a un alfa entrar ahora.

-Pero quiero verle...-Se quejó con un adorable puchero.

-¡Vaya! No sabía que podías ser así de tierno conmigo.

-¡Tampoco yo!- Su rostro se enrojeció repentinamente -No sé qué me pasa. ¡Odio ésto!

-Bueno... tranquilo, Tae- Volvió a acariciar su cabeza.

-Es que es todo tan raro- Su voz sonó lastimera -Me siento muy extraño, como si fuera alguien más... No me gusta.

-Es natural. Ahora tienes que compartirte con tu lobo. Sus personalidades se fusionarán.

-No quiero éso- Los ojos del castaño estaban adornados con pequeñas gotitas -No quiero dejar de ser yo.

-En realidad- Secó una lágrima que bajaba por el pómulo del contrario -Recién ahora estás comenzando a ser tú.

-Dile a Kookie que venga.

-...- Jimin se quedó estático ante las precipitadas palabras de su amigo. Observó cómo de un segundo a otro su rostro se transformó en uno acalorado y sus ojos perdieron el brillo de las lágrimas para adoptar uno muy diferente, uno deseoso.

-...

-Tae...

-Por favor.

-No quiero negarte nada, pero no puedo hacer éso por ti.

-Sólo un minuto...- El castaño cerró los ojos con fuerza. Sabía que lo único que calmaría el dolor en su vientre era el aroma de aquel pelinegro. No iba a hacer nada más. Era consciente de lo que ocurría durante los celos, pero se trataba de Kookie, jamás llegaría a algo así con él, ¿verdad?

-No lo sé...

-¿Qué te parece si hacemos un pequeño trato?

-Tengo un mal recuerdo con aceptar tratos.

-Ve a ver a Yoongi Hyung y dile que estás bien. Mientras tanto, pide a Kookie que venga. Para cuando tú vuelvas, ya se habrá ido.

-Bueno...- Se lo pensó un momento. La marca en su cuello molestaba con tantas llamadas de su alfa -Sólo serán cinco minutos.

-¡Eso!- Tae sonrió en grande.

-Cinco minutos- Recalcó Jimin cuando ya estaba abriendo la puerta.

.

Apenas puso un pie en el pasillo, reconoció el aroma del maknae. Lo encontró sentado en el suelo, con la espalda contra la pared y la mirada perdida en sus manos -¿Qué haces aquí?

Capricho de omega KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora