-¿Para qué quieres a Kookie aquí?- Preguntó Jimin con picardía.
-Sólo dile que venga.
-No lo sé... Creo que es mejor dejarte descansar- La mirada del pelinaranja era de pura burla.
-Éso quiero... Es que...- Movió la mirada de un lado a otro en busca de una buena excusa -...debe ser que es alfa, su aroma es relajante y me va a ayudar a dormir rápido.
-¿Tú crees?
-Claro...
-No lo sé...
-Es Kookie, Chimchim, siempre dormimos juntos- Mantuvo sus ojos fijos en sus manos, de pronto notando su falta de confianza para mentir, que de alguna manera lo desanimaba -Sólo le pediré que me ayude a dormir.
-Como dijiste, es un alfa- El chico palmeó la cabeza de su mejor amigo, sonriendo divertido cuando lo vio empujarse contra la palma en busca de mimos -No puedo dejar a un alfa entrar ahora.
-Pero quiero verle...-Se quejó con un adorable puchero.
-¡Vaya! No sabía que podías ser así de tierno conmigo.
-¡Tampoco yo!- Su rostro se enrojeció repentinamente -No sé qué me pasa. ¡Odio ésto!
-Bueno... tranquilo, Tae- Volvió a acariciar su cabeza.
-Es que es todo tan raro- Su voz sonó lastimera -Me siento muy extraño, como si fuera alguien más... No me gusta.
-Es natural. Ahora tienes que compartirte con tu lobo. Sus personalidades se fusionarán.
-No quiero éso- Los ojos del castaño estaban adornados con pequeñas gotitas -No quiero dejar de ser yo.
-En realidad- Secó una lágrima que bajaba por el pómulo del contrario -Recién ahora estás comenzando a ser tú.
-Dile a Kookie que venga.
-...- Jimin se quedó estático ante las precipitadas palabras de su amigo. Observó cómo de un segundo a otro su rostro se transformó en uno acalorado y sus ojos perdieron el brillo de las lágrimas para adoptar uno muy diferente, uno deseoso.
-...
-Tae...
-Por favor.
-No quiero negarte nada, pero no puedo hacer éso por ti.
-Sólo un minuto...- El castaño cerró los ojos con fuerza. Sabía que lo único que calmaría el dolor en su vientre era el aroma de aquel pelinegro. No iba a hacer nada más. Era consciente de lo que ocurría durante los celos, pero se trataba de Kookie, jamás llegaría a algo así con él, ¿verdad?
-No lo sé...
-¿Qué te parece si hacemos un pequeño trato?
-Tengo un mal recuerdo con aceptar tratos.
-Ve a ver a Yoongi Hyung y dile que estás bien. Mientras tanto, pide a Kookie que venga. Para cuando tú vuelvas, ya se habrá ido.
-Bueno...- Se lo pensó un momento. La marca en su cuello molestaba con tantas llamadas de su alfa -Sólo serán cinco minutos.
-¡Eso!- Tae sonrió en grande.
-Cinco minutos- Recalcó Jimin cuando ya estaba abriendo la puerta.
.
Apenas puso un pie en el pasillo, reconoció el aroma del maknae. Lo encontró sentado en el suelo, con la espalda contra la pared y la mirada perdida en sus manos -¿Qué haces aquí?
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Capricho de omega KookV
RomantikVeinticinco años como un beta; Una mañana abres los ojos y resulta que eres omega. Como si no fuera suficiente, parece ser que todos los caprichos de los celos anteriores se juntaron en éste. Curiosa fue la forma en que el maknae del grupo tomó pos...