-No me siento bien...- Murmuró Taehyung, aun abrazado al cuerpo del maknae. No pensaba alejarse de él pronto, no cuando su calor y aroma se sentían tan bien.
-Lo sé- El alfa alzó la vista hasta sus mayores. Tanto él como Jin y Nam exponían un gesto de sorpresa y miedo.
-¿Qué tienes, Tae?- Jin fue astuto y se mantuvo en su lugar al hablar. Si era lo que creía, iba a ser mejor no acercarse.
-No sé...- Se quejó el castaño con un medio chillido.
-¿Quieres ir al hospit..?- Namjoon había dado un paso adelante y pretendido apoyar la mano en la cabeza de su dongsaeng, como habitualmente hacía para animar a sus compañeros de grupo. La cosa es que se quedó a medio camino y con las palabras en la boca cuando el gruñido de Jungkook le llegó como un baldazo de agua fría.
-Aléjate- Ordenó con dureza el pelinegro envolviendo más al castaño con sus brazos, si era posible. La voz grave del alfa había robado un suspiro a Taehyung.
-¡Jungkook!- Jin lo reprendió, pero tiró del buzo de Nam para alejarlo de los dos menores -¡Fíjate cómo hablas a tus mayores!
-Ll-lo siento, hyung- Dijo con repentina vergüenza. No estaba seguro de qué le había pasado, sólo sabía que su lobo, al ver a alguien más acercarse al castaño, había alzado a cola enfadado y exigido que nadie le pusiera un dedo encima con un gruñido posesivo -Pero, por favor no se acerquen- Pidió con su habitual suave voz -Mi lobo está raro y no quiere...
-Kookie...- Cuando oyó al pelinegro hablar de su lobo, el pecho de Taehyung vibró ansioso. Aprovechó que el alfa estaba mirando a los mayores y se metió en el hueco de su cuello, cerrando los ojos e inhalando profundamente. El aroma que siempre había podido sentir en el maknae ahora era más intenso y claro. El perfume tan particular que recordaba a una mañana fresca en el campo, se coló en sus fosas nasales y fue relajando su cuerpo como si de una droga se tratase. Lamentablemente el disfrute no duró mucho cuando un pitido agudo atacó sus oídos, generando gran dolor y provocando un quejido ahogado.
-¡Hyung! ¿Qué tienes?- Jungkook se sentía inmensamente impotente. Su lado animal estaba demasiado inquieto porque sabía que el muchacho estaba sufriendo y parecía no haber nada que pudiera hacer por él. Su cuerpo estaba demasiado caliente y sus manos se apretaban en puños, a juego con los párpados fuertemente cerrados y la mandíbula tensionada -Dime qué pasa, hyung.
-Me duele mucho, Kookie.
-¿Qué duele?- Preguntó Jin con una mano cubriendo la mueca de su boca. Intercambiaba miradas con Namjoon, ambos sabiendo ya qué ocurría.
-No sé... todo...- El castaño buscó los ojos del alfa con los suyos. En el fondo era consciente de que éstos podían calmarlo -Kookie, me duele aquí- Dijo señalándose el abdomen.
-¿Qué es ese asqueroso olor?- Yoongi llegaba con Jimin de la mano, ambos con el ceño fruncido, aunque el pálido más.
-¿A qué huele..?- El omega movía su mirada entre los maknaes abrazados.
Jungkook alzó la mirada hasta su hyung bajito y le dirigió una advertencia con los ojos. El alfa entendió el gesto a la perfección y se colocó delante de Jimin -Baja la mirada, mocoso.
-Aléjate.
-¿Kookie, qué..?- Jimin posó los ojos en los alfas que se retaban con gestos filosos y gruñidos graves. De un segundo a otro, su atención se desvió hacia su mejor amigo, que ante los ruidos del pelinegro chilló agudo -¡Tae!
El pelinaranja corrió a Yoongi sin problema y dio dos pasos hacia los menores, no sin antes lanzar una mirada rápida a Nam y Jin que se mantenían en un costado sin saber bien qué hacer.
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Capricho de omega KookV
RomanceVeinticinco años como un beta; Una mañana abres los ojos y resulta que eres omega. Como si no fuera suficiente, parece ser que todos los caprichos de los celos anteriores se juntaron en éste. Curiosa fue la forma en que el maknae del grupo tomó pos...