Taehyung se mantenía apresando el brazo del maknae con fuerza. Prácticamente lo había acorralado contra la puerta mientras descargaba un llanto agudo y sorbía su nariz. El olor del alfa ayudaba un poco, pero éso no borraba la angustia que se desplegaba en su pecho.
-Hyung...- Jungkook nuevamente no tenía idea de cómo reaccionar. Los omegas de Bangtan lo habían tomado de improviso y tener que cuidar a uno de ellos lo asustaba sólo de pensarlo. Es que, adoraba a sus hyung, de eso no había duda, pero no sabía cómo actuar con alguien así de histérico. Tae lloraba a viva voz mientras pronunciaba palabras incomprensibles, algunas de ellas sonaban como una orden o reclamo -Jimin está bien... deja de preocuparte...- Murmuró.
-P-pero... él... ¿Porquehj sdj duelndn tandkk?
-...- Jungkook trató de pensar en todo lo que sus mayores le habían contado sobre el cuidado de omegas. Porque, si, mientras Jimin era el único de esa raza, apenas le había interesado cómo relacionarse con él, después de todo el chico parecía bastante conforme con recibir el mismo trato que el resto. Sin embargo, ahora que se trataba de Taehyung, todo era diferente. Había estado toda la tarde anterior buscando en internet información sobre los omegas y sus cuidados, también había mantenido una charla de dos horas con Jin al respecto. Claro que sólo lo hacía por consideración. Todo era muy nuevo para el castaño y él quería ser un buen compañero... sólo eso... -Oye...- Llevó una mano a la espalda del contrario y la palmeó suavemente, recordando que éso había ayudado una vez.
Luego de un minuto más de lagrimear y moquear, los grandes ojos de Taehyung se alzaron hasta dar con los del alfa, quien lo observaba preocupado. El contacto con la mano del menor se sentía intrigantemente bien, hasta podía sentir algo en su interior regocijarse con cada palmada -Kookie...- Se quejó.
-Está todo bien, hyung...
Los ojos negros de Jungkook se convirtieron de pronto en el elemento más llamativo de toda la habitación. No supo en qué momento había dejado de llorar, tampoco que fueron varios los minutos que se mantuvo viendo ese par de orbes oscuros como si en ellos se escondieran las respuestas universales -¿J-Jimin..?- Preguntó cuando se dio cuenta de cuánto tiempo había permanecido en silencio. Descolocado, no pensó que el chico frente a él estaba haciendo lo mismo.
-Con Jin hyung... él está bien.
-Oh...- Bajó la mirada, repentinamente sofocado con el aroma del pelinegro. No era desagradable, sino lo contrario, demasiado delicioso. Cuando notó que aun mantenía su brazo cruelmente apretado entre sus manos lo soltó, pero no movió su cuerpo un sólo centímetro, sin saber por qué no quería alejarse del maknae -Yo... lamento haberte molestado, Kookie, no sé que me pasó.
Jungkook no se pudo aguantar el llevar una mano a la castaña cabeza del contrario. Creyó que le incomodaba estar apresado por el chico, pero la falta de contacto casi se sentía dolorosa -Sólo es el celo, hyung -Dijo dando caricias y enredando sus dedos en las suaves hebras. Taehyung casi que ronroneaba por el toque -Pasará en cualquier momento.
-Ésto es horrible- Murmuró llevando nuevamente la mirada hacia los ojos del menor. Se sorprendió al encontrar una suave sonrisa -No me gusta que me controle.
-Estuve averiguando...- El alfa se alejó del mayor, consciente de que su perfume le estaba dando vueltas la cabeza, y se sentó en la cama. Ahora que el omega parecía más tranquilo, tal vez debía irse... tal vez no tenía ganas -... y no es que te controle.
-¿Ah no?- Taehyung se sentó junto al maknae rápidamente, ansioso por volver a ser acariciado. Para su mala suerte, el chicono se acercó esta vez. De hecho, apenas lo miraba.
Al sentir nuevamente el aroma dulzón de las manzanas invadirlo, Jungkook entendió que adentrarse más en la habitación no había sido tan buena idea -N-no... sólo necesitas tiempo... para...- Los orbes dorados del castaño realmente estaban volviéndolo loco. ¿Siempre habían brillado así? Claro que si, lo había pensado miles de veces en el pasado -...para que... que te acostumbres a tu lobo.
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Capricho de omega KookV
RomansaVeinticinco años como un beta; Una mañana abres los ojos y resulta que eres omega. Como si no fuera suficiente, parece ser que todos los caprichos de los celos anteriores se juntaron en éste. Curiosa fue la forma en que el maknae del grupo tomó pos...