Juro que lo haré

"Te Encontraré"

Observaba el celular perpleja, no podía creerlo.

Palpaba con sus manos el aparato y su respiración se volvía agitada.

Varios sollozos morían en el intento de escapar de ella.

El dolor de la felicidad era tan grande que no podía ni balbucear.

-Lucy?-.

Dio un brinco del susto al escuchar a Spetto. Ya llevaban 15 minutos así y ella lo sabía. Lágrimas escapaban mientras trataba de esconder su ansiedad.

Por fin lo escucharía, su voz que la hacía estremecerse, la que lograba que su corazón se inquietase.

¿Podría creer que él vendría hasta aquí luego de minutos de llamarle?

No, claro que no. Eso llevaría tiempo.

Su mente se sumergía en los recuerdos que tenía con él, los buenos y malos.En los cuales jamás la había abandonado.

#Flash Back#

-Vamos Lucy, despabila!-.

Agitó sus manos entrelazadas para llamar la atención de su compañera.

Lo miró curiosa y un poco extrañada.

-¿Q-Que? ¿Qué sucede?-.

-Te estaba preguntando, si te gustaría acompañarme para ir a comer. – esbozó una sonrisa – Me muero de hambre!.-

La rubia trató de retener una carcajada y jugó con sus dedos cariñosamente – Tú siempre tienes hambre-.

Caminaban por las calles de Magnolia a punto de caer la noche sobre ellos, la gente no concurría mucho por lo que era perfecto.

Ver al joven Natsu, tan vago y rebelde tan… con la dulce Heartfilia era una escena deplorable, bastante lamentable para la sociedad. Una joven tan perfecta, criada con valores y multifacética, igual que su madre.

Verle a ella era ver a Layla.

La mayoría de los de la comunidad se preguntaban ¿Qué diría Layla de esta situación?

La joven divisó un banco a la vez que Natsu, él la arrastró hasta allí y la obligó a sentarse. Necesitaba hablar con ella.

-Lucy yo…-

-Aquí tienes – dijo la rubia ofreciéndole un paquete de galletas – no es mucho y no creo que te satisfaga pero…-

El muchacho no la dejó terminar. Se acercó a ella y la abrazó con fuerza, aún así cuidaba de no lastimarla. Escondió su rostro en su cuello y estuvo así por unos segundos.

-Nat-

-Yo…- su voz temblaba y a Lucy le estrujaba el alma – No sé cómo agradecerte – tragó saliva con dificultad y ella notó que trataba de controlarse – agradecerte por todo lo que has hecho por mí hasta ahora. Fuiste la única que me dio una oportunidad, t-tú lo sabes aquí – suspiró – a mí nadie me quiere aquí.-

Ella lo tomó de los hombros y se alejó un poco, acercó sus manos a sus mejillas acariciándolas tiernamente, haciendo desaparecer los rastros de lágrimas.

-Oh no digas eso, es que aún no han caído en cuenta de que has cambiado y ya lo harán, tenlo por seguro. Y no tienes nada de que agradecerme, yo estoy aquí para ayudarte y lo hago porque te amo-.

-Yo también te amo – buscó algo entre sus bolsillos – Quería entregártelo después pero creo que es el momento.-

-Espera. Compraste algo para mí? Natsu, aprecio lo que quieres hacer pero no deberías gastar lo…poco que-