"Ansiedad"

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 Natsu permaneció perplejo. –Que hizo qué?-.

Jude se pasó la mano por el rostro. No podía mirarle.

-Cómo?-Insistió el parpadeado varias veces- Eh?-.

Él no daba la vuelta y eso lo ponía más nervioso. No quería enfrentarse al problema, por eso permanecía así.

Su pulso se aceleró y su sien le dolía cada vez más. Esto no podía estar pasando, no podía suceder.

Su Lucy allí afuera…sola…

Sin darse cuenta se encontraba cerrando con fuerza su puño de la rabia contenida y los dedos le dolían.

Se acercó a Jude y le tomo de los hombros. Lo hizo girar bruscamente.

Él solo lo miró confundido y desconcertado.

-Dónde está? En qué momento…? –al soltar esa pregunta cayó en cuenta de la profundidad de sus palabras. Se horrorizó y su rostro se volvió hostil –Cómo pudo…?-.

-Yo no-Yo no-No lo sé-Es que yo-

-Hace cuánto sucedió?-. Inquirió sacudiéndolo.

-Ah…-. Sus lagrimas cayeron una vez más, mareándolo por el dolor de sus ojos.

Natsu se detuvo y esta vez alzó la voz –Hace cuanto sucedió eso Jude?-.

-Un poco antes de que llegaras, la…la-la saqué detrás-En el patio trasero-.

-Bien-. Atinó a decir, no podía ver a ese hombre. Cómo había podido..?

Jude pudo notar la manera en que los papeles cambiaban. Y, por el rostro caótico de Natsu pudo percatarse de lo mucho que Lucy era importante para él.

Lo vio dirigirse hacia la puerta trasera.

-Natsu!-. Gritó antes de verlo salir.

Volteo y detuvo la puerta antes de que se cerrase por él.

-Recuerda nuestro trato. No lo olvides-.

El peli rosa lo miró unos instantes. El semblante del  padre de Lucy era uno desesperado…y desesperanzado. Estaba aterrado y no sabía qué hacer. No había duda, gracias a Dios, de que se encontraba arrepentido.

Cerró los ojos unos momentos y esbozó una sonrisa a medias, tratando de reconfortarlo.

-Sí señor, lo tendré en cuenta. La traeré de vuelta, no se preocupe-.

Un sentimiento de alerta y de extremo temor se apoderó de él  cuando lo vió cerrar la puerta –Espera!-.

-Qué sucede?!-. Exclamó Natsu exasperado abriendo la puerta de un golpe y Jude se encogió.

-Déjame ayudarte a buscarla. Por favor-. Tomó su abrigo y lo miró con ojos suplicantes.

Natsu ladeó la cabeza. Ya no había tiempo y podría ser buena idea. Pero la reacción de Lucy…

Su corazón no podía aguantar un minuto más.

-De acuerdo, vamos-. Terminó, decidido.

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Habían registrado los lugares en donde podría ella encontrarse, pero fue en vano. No había rastros de ella y eso lo agobiaba más.

¿Cómo pudo hacerle eso? ¿Cómo se atrevió...?

Giró hacia la ventana tratando de calmarse para no cometer un terrible error. No podía mirarlo, no podía escucharle, no quería ni hablarle.

Pero allí estaba él, tratando de enmendar su error de padre...y de hombre, aunque un poco tarde. Daba golpes pequeños al volante con el dedo pulgar analizando la situación.

Juro que lo haréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora