Capítulo 01

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Advertencia:

- Los personajes de Dragon Ball Z no me pertenecen, el crédito es para Akira Toriyama.

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Comencé a correr hacia mi casa mientras me cubría con mi casaca de la lluvia por la noche. Estoy en un semáforo esperando que sea disponible el pase a las personas. Al ver que el semáforo cambió de color y una vez los carros empiezan a detenerse me dispongo a caminar.

TIIIIIIIIII

Era el claxon de un camión que debido a la lluvia no le permitiría frenar a tiempo.

-¡Mierda!- grito para mí mismo.

En un momento de pura adrenalina, me devuelvo por el camino que estaba y evito el camión.

-¡Maldito camionero! ¡Estuve a punto de morir!- gritaba ahora en mis pensamientos.

Una vez me recompuse, y ante la mirada sorprendida de los carros que si se detuvieron y una pareja con su hija que estaban por cruzar la calle detrás de mi, prosigo con mi camino con un poco de vergüenza por la mirada de todos y de repente...

KRAAAAA-KAAA BOOOOOOOM

Lo último que vi fue una luz resplandeciente que me dejó ciego.

En ???

Me levanto y lo único que visualizo es que estoy en la nada, todo estaba negro pero de alguna manera podía distinguir mi cuerpo.

-¿Qué pasó... ? Ahhh... mi cabeza...- hablo adolorido de la cabeza mientras me la toco.

-Perdón por lo de antes...- se escucha una voz imponente.

-¿Huh... ?- con curiosidad empiezo a buscar por todos lados el proceder de aquella voz, pero no logré encontrar persona alguna, seguía todo negro.

De repente, una esfera de luz brillante se posa frente a mí, era muy grande, como de 1 metro de diámetro.

De repente, una esfera de luz brillante se posa frente a mí, era muy grande, como de 1 metro de diámetro

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-¡¿Qué es eso?!- me exalto con brevedad ante gran esfera de luz brillante.

-Perdón por no presentarme, soy Dios- me habla el ahora nombrado como Dios, pero ahora con una voz algo más alegre.

-¡¿D-Dios?! ¡¿E-En serio?! ¡¿Y-Y qué hago aquí?!- pregunto con mucho miedo, pues la voz era tan imponente que aterraba.

-Estás muerto, y te pido perdón puesto que fue un error mío...- responde Dios con culpabilidad.

-¡¿M-Morí?! ¡¿C-Cómo?! ¡¿P-Por qué?!- vuelvo a preguntar con mucho más miedo que antes, apenas procesando mi muerte.

-Como ya te lo dije, te maté por una equivocación mía, por error hice que lloviera mucho en dónde vivías, esto provocó algunos truenos y pues... uno de estos te impactó- se explica Dios.

Reencarnando como hijo de GokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora