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Horror and blood

-...Joder, han hecho una maldita carnicería con ella.

Luke Garroway, policía de homicidios del departamento policial de Seattle miraba el cuerpo tendido en el suelo de un callejón cerca de una estación del metro.

La mujer de inmaculada piel nieva y costosa ropa de diseñador, esta tendida en un charco de su propia sangre y abierta en canal desde el vientre hasta casi la clavícula como si un animal salvaje le hubiera dado un sarpazo. Su cabeza estaba cortada y su corazón faltaba de la cavidad torácica.

-La victima es un vampiro -dijo el policía que lo acompañaba, un novato que se estaba poniendo pálido a medida que miraba el cuerpo- ¿Puedo ser una disputa territorial o... o....?

-Vamos muchacho dilo, no voy a enojarme aunque desde ya te digo que no fue mi manada.

-Licantropos...

-No descarto que pudo haber sido alguien de mi raza, no de mi manada pero si puede que fuera alguien de mi raza... Sin embargo no hay ningún olor distintivo.

Luke se inclino sobre el cuerpo y olfateo.

-Disculpe oficial Garroway

Luke vio al oficial correr hacia el contenedor de basura y vomitar

-Por eso no me gusta trabajar con novatos -negó con la cabeza- no están acostumbrados a estas cosas aún - volteo la mirada hacia el otro oficial que estaba teniendo con conversación con nada menos que Magnus Bane y cuando este se bajo los lentes oscuros un momento el oficial retrocedió y Magnus le paso por al lado. Luke rió al tiempo que se acercaba a el.

-No aterrorices a mis novatos con tus espeluznantes ojos Bane.

-Mis ojos son maravillosos -sonrió- Mi ahijada siempre lo dice.

Luke sonrió un momento antes de ponerse serio nuevamente.

-¿Que te trae por aquí?

-El olor, ¿me dejas ver?

-Adelante, estamos esperando al forense.

Magnus le dio una miraba al cuerpo y solo dijo

-Diablos, lo sabía... es Margarite

-¿Pertenecía al consejo verdad?

-Si. Margarite Highsmith. Tenia cerca de 900 años.

-Uno de los miembros mas jóvenes.

Magnus asintió.

-No creo que un forense humano pueda ser de ayuda en esta ocasión

-¿Por quien me tomas? obviamente pedí un forense especial para este caso.

-Ok, ok. Mi error -sonrió- Tengo que reportar esto al consejo, cualquier cosa que nos puedas decir será bien agradecida.

-En cuanto el forense lo examine te llamaré.

Magnus le agradeció y con una ultima mirada a la vampiro muerta, se retiró.

Había pocas cosas que mataran a un vampiro, el fuego era una de ellas y sino, como en este caso, arrancarle el corazón y cortarle la cabeza también era posibilidad.

Esa noche Magnus había salido de cacería, aquel neofito que él no había reportado había matado un par de humanos lo cual dicto su sentencia. Y no, no iba a morir pero deseará haberlo hecho. Los neofitos necesitaban comprender el precio de la inmortalidad y el hecho de que aún los vampiros, tenían reglas.

Había tenido suerte de encontrarlo a primeras horas de la noche y luego de encargarse de él, había sentido el olor de la sangre de Margarite que lo llevo a la escena del crimen. Ahora necesitaba un buen baño y un vaso de bourbon.

Cuando estaba pensando si seguir caminando o apurarse en llegar a su ático vio a alguien que no debería estar caminando por allí a las 5.30 de la mañana.

-Cariño ¿no aprendes mas verdad?

Alec se dio vuelta de golpe y dejo escapar un suspiro cuando lo vio.

-Joder, me has dado un susto de muerte. -Alec arqueó las cejas al sonriente vampiro

-Lo siento, no quería asustarte.

-Voy a mi trabajo, tengo clases en la primera hora.

-¿Es necesario que camines por aquí? - pregunto mientras retomaban la caminata

-Si, es el camino mas corto al metro.

Magnus suspiro.

-Careces de instinto de peligro. Aún después de lo que sucedió sigues caminando por aquí.

-Me podría pasar en cualquier lado.

-Tienes tu punto pero...

Alec se encogió de hombros haciendo reír a Magnus.

-¿Y tú que haces por aquí a esta hora?

-Soy un vampiro muy viejo, puedo soportar el sol aunque aún no amanece.

-Pero ya no tarda.

-No te preocupes, no estallaré en llamas.

-Eso sería interesante.

Magnus rio a carcajadas y hasta Alec sonrió levemente.

-Joder, eres hilarante.

-No es una palabra con la que me describan muy a menudo.

-¿A no? ¿y con cual si?

-Huraño, extraño, nerd, entre otras.

-Huraño y nerd puede ser, extraño no creo. Adorable y desastroso también.

-Deja de usar adjetivos ridículos en mi -frunció el ceño.

-No puedo evitarlo, eres jodidamente lindo y cada vez que te veo tiene una bandita diferente. -rió

Hasta las expresiones indignadas de Alec eran adorables. 

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