I found you

Noisy things

Pocas cosas molestaban tanto a Magnus como la que iba a hacer en ese momento. Había tenido esta conversación a la que se dirigía hacia 50 años mas o menos pero ahora que el viejo se había jubilado, su hijo o bien desconocía la clase de trato que Magnus tenia con la editorial o bien lo sabía y creía que podía modificarlo como quisiera y el sujeto estaba por enterarse que no era así.

Eran las 7 p.m y aunque cuando ya había caído la tarde y un viento algo frío soplaba, la lluvia no se había hecho presente aún pero no tardaría en llegar, después de todo estaban en Seattle.

Entro al imponente edificio de la editorial y fue directo al ascensor hasta el último piso, sabiendo perfectamente donde estaba la oficina de jefe.

-¿Lo puedo ayudar en algo?

Para cuando Magnus salió del ascensor a un amplio pasillo cuya oficina del director esta al final, fue interceptado por la voz de la secretaria que se encontraba en un escritorio a un extremo.

Magnus la miro por un momento y luego sonrió. No era la secretaria que recordaba tenía el viejo pero obviamente, hace muchos años que Magnus no pisaba ese edificio por lo que probablemente la secretaria habría cambiado más de una vez.

- ¿Eres nueva aquí, verdad linda?

-¿Ehhh?

Magnus se limito a quitarse los lentes y mirarla por un instante.

-O bueno eres nueva para mi que hace mucho no venía por aquí pero no te preocupes, se perfectamente donde está la oficina del director.

Le guiño un ojo antes de retomar su camino dejando a la pobre chica completamente sorprendida o asustada. Quizás ambas.

Entro a la oficina sin siquiera golpear viendo a un hombre en sus 30 y mas, impecablemente vestido de traje y perdido en un sinfín de papeleo.

-Samantha, te dije que no me interrumpieras. No estoy para nadie hoy – dijo con voz firme y sin levantar la mirada.

-Supongo que te refieres a la secretaria pero ella sigue en su lugar –sonrió- soy solo yo.

-Oh Bane, que gusto verte –se puso de pie un momento y le dio la mano luego de indicarle que tomara asiento- Justamente le había pedido a mi secretaria que te llamara para concretar una reunión contigo.

-¿Si? ¿Y para que sería eso? De hecho yo vine para conversar un par de cosas contigo sobre mi trato con la editorial.

-Precisamente, Lewis me ha dicho que no aceptas ir a ninguna clase de evento pero siendo un artista tan importante de la editorial no le encuentro sentido a ello. Recuerdo que mi padre me dijo que tu trato con él era muy particular y que lo hablara con Lewis pero cuando él me dijo eso... bueno no me pareció para nada productivo y...

-Un momento, cállate y escúchame porque no tengo ganas ni tiempo de perderlo en esta conversación.

El tipo pareció anonadado pero a Magnus poco le importaba ello.

-Díme, ¿tú sabe o te imaginas que edad tengo?

-Bueno... es un vampiro por lo que supongo es que es lo suficientemente viejo para haber conocido a mi bisabuelo quizás.

-De hecho hasta su tatarabuelo de adolescente probablemente, o sea, ¿a que apunto con esto? A que mi muy larga vida me ha hecho acumular una vasta riqueza que me permite vivir cómodamente sin necesidad de hacer nada de hecho, pero el arte ha sido mi mayor hobbie en este último siglo y lo hago por como muchos dirían "por amor al arte"

-Puedo entender eso pero igualmente no termino de entender a que apunta realmente con esto.

-Por eso le dije que se calle y me escuche – lo miro con sus intensos ojos felinos muy consciente de que está poniendo incomodo al trajeado humano- A lo que voy es que ya que no necesito trabajar realmente, yo puedo prescindir de todo aquello que me molesta y una de las cosas que me fastidia es lidiar con demasiada gente por ende no pienso asistir a eventos, charlas, firmas o cualquier otra cosa. Y soy MUY tajante en ello.

-Ok... puedo entenderlo, aunque me parece un desperdicio y una pena para la gente que ama su trabajo.

-Estamos en un siglo maravilloso de comunicación cibernética y cualquier admirador mío es bienvenido a escribirme en redes sociales.

-Si bueno, eso es grandioso pero la gente quiere verte y ...

-Nunca he tenido problemas con tu padre sobre este acuerdo, ¿Voy a tenerlos contigo? Si no puedes aceptar mis condiciones temo que tendré que retirarme y dejar que afrontes la perdida. Te dejo para que lo pienses, me mandas tu respuesta con Simón ¿si?

-Ehhh ... si claro, no hay problema.

-Me retiro entonces, que termines bien el día.

Y sin mas que decir salió de la oficina antes que el sujeto se orinara en sus pantalones por la inquietante mirada de Mangus o como Garroway decía "Sus espeluznantes ojos"

Estaba llegando a la planta baja en el ascensor cuando su celular sonó.

-Hola cariño ¿Qué puedo hacer por ti? -Magnus sabía lo extraño que era que Alec lo llamará por lo tanto algo debía suceder o necesitar. Lo escucho suspirar antes de contestar.

-Hola, ¿No estás en tu casa verdad?

-No corazón pero puedo estar ahí en menos de 5 minutos y lo sabes ¿Qué ocurre? Te oigo agitado ¿estás bien?

-Es porque corrí del metro a tu edificio ... tuve la horrible sensación que alguien me seguía, pensé que estaría bien en el metro pero no se fue la sensación y preferí bajar y llegar hasta tu casa pero...

-No digas una palabra más quédate en el lobby del edificio que ya estoy allí.

-Ok... gracias.

El ascensor se abrió mientras el guardaba su celular. Había comenzado a llover pero eso no importaba al moreno pero muchas y obvias razones. Además del hecho que Alec estaba obviamente asustado además de agitado. No lo había regañado ni una vez por ponerle apodos cursis y Alec nunca dejaba de quejarse de ello.

Tal como lo dijo Magnus llego en menos de 5 minutos. Alec estaba de pie al lado del ascensor del edificio, algo mojado, con un bolso al hombro y frotándose los brazos como si le hiciera frío.

-Cariño vas a enfermarte, subamos a mi piso para que te des un baño.

-Estoy bien, solo necesito una taza de café y dormir.

-Te prepararé la taza mientras te bañas –sonrió mientras ingresaba el código de acceso a su penthouse- y me cuentas luego que paso.

-Solo lo que te dije y pensé que mejor me quedaba aquí que seguir con la inquietante sensación.

-Hiciste muy bien, quizás eran más neófitos idiotas. No se porque convierten a tantos imbéciles.

-¿Eso quiere decir que tú eliges mejor a las personas?

-Yo no he convertido a nadie en siglos –su voz se perdió por un momento al igual que su mirada- bueno, ya sabes donde esta el baño, las toallas y puedes usar lo que quieras de mi closet. Mientras yo haré café.

Alec sintió curiosidad sobre lo que dijo el vampiro pero no sabía si era correcto preguntar o no. Lo observo ir hacia la cocina antes de irse al baño. 

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