Desde que el mundo es mundo, humanos, vampiros, brujos y licantropos han vivido una suerte de coexistencia seudo pacifica que podría describirse como "vive y deja vivir"
Magnus es un antiguo vampiro que si bien disfruta de los placeres de la vida mo...
El sol se deslizaba lentamente hacia el horizonte, bañando el centro de Seattle en un resplandor dorado que acentuaba las siluetas de los rascacielos y las colinas distantes.
El ático de Magnus ofrecía una vista inigualable de la ciudad. Las enormes ventanas permitían que la luz del atardecer inundara el espacio, tiñendo cada rincón con tonos cálidos y suaves sombras.
El ambiente era tranquilo, con el leve zumbido de la música instrumental que se filtraba desde un altavoz oculto en algún lugar del espacio. A pesar de la calma exterior, había una energía palpable en el aire, una sensación de creatividad que fluía libremente mientras el moreno continuaba su trabajo, ajeno al paso del tiempo.
Magnus seguía absorto en su trabajo, su concentración total en los trazos que daba. La luz del atardecer se desvanecía lentamente, pero él por obvias razones apenas lo notaba, además de estar perdido en la creación de su última obra. El mundo exterior se desdibuja cuando está en su zona creativa.
Sin embargo, el suave zumbido del ascensor, rompió el casi silencio del espacio. Magnus levantó la vista y sabiendo ya quien era salió de su atelier para recibir a su invitado.
Allí de pie en la entrada estaba Alec con un semblante que preocupó a Magnus de inmediato.
-¿Estás bien? - preguntó Magnus, su voz suave pero cargada de preocupación. La informalidad de su relación no le impedía sentir un fuerte lazo con él, uno que lo empujaba a querer protegerlo y entender qué estaba pasando.
El recién llegado asintió lentamente, pero su expresión no cambió.
-Si... o bueno, eso creo -respondió, entrando al ático y dejando que las puertas del ascensor se cerraran detrás de él.
Magnus frunció el ceño, acercándose más y tomándolo de las manos.
-¿Qué ha pasado? - insistió, su preocupación fue creciendo, Alec generalmente era de pocas palabras pero verlo asi por algun razon lo llenaba de inquietud
-Honestamente no lo sé -se pasó una mano por la cara quitándose el cabello de la frente- Eh tenido un día muy extraño.
-Seguro que no has comido nada, vamos a la cocina y me cuentas todo mientras te preparo un sándwich o ¿prefieres que pida pizza o algo mas?
-Un sandwich suena genial y me gustaría una taza de cafe
-Ok cielo, lo que quieras -tomando nuevamente su mano lo guió a la cocina y el hecho que no se quejara por nada lo hacía más preocupante.
-Entonces cuéntame, soy todo oídos -dijo Magnus mientras se movía por la cocina, encendiendo la cafetera y buscando pan e ingredientes varios para el sandwich
Alec luego de sentarse en las altas banquetas de la isla de cocina se dispuso a hablar
-Tuve un día extraño en general -comenta pensativo- de tanto en tanto me sentí observado sobretodo en momentos que estaba solo
-¿Y en ningún momento llegaste a ver a alguien cerca? -preguntó Magnus dejando un plato sobre la isla con un par de sandwiches
-Gracias y no, a nadie pero llegó un momento que comenzó a inquietarme, llegue a pensar que podría ser un vampiro pero no porque esa cosa que pusiste para protegerme aun sigue activa ¿verdad?
-Si, la invocación de sangre estará activa hasta que tenga absoluta certeza que no corres peligro
-La sensación de ser observado por alguien siguio todo el dia, me la pase mirando por sobre mi hombro y en el metro senti hasta escalofríos
-Eso es terrible cariño, me hubieras llamado, sabes que puedo estar allí en menos de 5 minutos
-Lo pensé... -contesto el ojizul tomando un sorbo del café que Magnus le había servido- pero preferí venir por que estaba cerca, me baje del metro y camine un par de calles
-¿Seguiste algo en esas cuadras?
-Si pero luego que volteara a ver ya no sentí que me siguieran más
-...
-Tal vez solo estoy muy estresado... han pasado muchas cosas y he estado muy ocupado por el fin de semestre
-No creo que haya sido tu imaginación o solo estres corazón, fue lo mejor que vinieras a mi ático. Sabes que puedes quedarte todo lo que quieras
-Aceptaré tu oferta si peros esta vez - comentó Alec para deleite del moreno- Jace no está en casa y no tengo que madrugar.
-Maravilloso, ¿el novio de mi galletita está de viaje?
-Si, está en una misión fuera de la ciudad. ¿por?
-Nada, Izzy me comentó hoy que tendrían noche de chicas así que...
Alec lo miró con intriga sosteniendo la taza con ambas manos
-Olvídalo, nada importante -sonrió- Entonces ¿Ya comenzaron tus vacaciones?
-Algo así
-¿Cómo es eso? -rio- ¿Quieres algo más? -pregunto al ver el plato vacío ya
-Terminó el semestre y hay vacaciones por poco más de dos meses pero siempre tengo mucho que hacer -comento- y si podría comer algo más
-Tienes que descansar más y cuidar tu salud
-Lo hago, duermo mas en vacaciones
Magnus sonrió mientras se paraba para prepararle algo más al joven
Hacia días que no hablaba con el ojiazul por lo que estaba más que contento de verlo pero su conversación con Izzy daba vueltas en su cabeza
¿Cómo lograr que Alec se tome en serio sus intenciones?
Como dije en mi perfil, terrible deshonor que no actualizo esta historia desde el año pasado creí que a todas las había actualizado una o dos veces este año 😅
Por otro lado creo que nunca puse en esta historia como imagino el ático de Magnus así que dejo una imagen de la cocina por ahora
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