Junio, 1939, New Jersey.
Rígida y severa.
Si Massie tuviéramos que comparar a massie con alguna deidad mitológica, sin duda habría sido Artemisa: Diosa de la caza y de la luna. Encargada de velar por la intimidad de las mujeres jóvenes.
Por supuesto que sus hombres, por más respeto que le tuviesen, solían comprarla con otro ser mítico:
Graham era para ellos el dragón que custodiaba la torre de la princesa. Y es que era tan recelosa con la cercanía y el atrevimiento que deseaban tener con las nuevas enfermeras.Siempre repartía los mismos discursos ordenando mantener la discreción y la ética laboral. A las damas recomendaba ser precavidas y ante cualquier incomodidad hacerle saber a ella para que tomase cartas sobre el asunto; a sus soldados, por el contrarío, instó a comportarse como caballeros y amenazó con (literalmente) castrar a aquel que se atraviese a desafiar su autoridad.
Las relaciones no estaban prohibidas, siempre y cuando se respetase el uniforme, tanto el de color verde, como el de color blanco, y por su puesto, las instalaciones.
Lo único extremista en aquellas prohibiciones era la distancia que se debía mantener con la casa de las damas (Lo que colocó a Bucky en una situación bastante peculiar)
Si bien Massie era la gran Artemisa, James podría jugar dos papeles dentro de los mitos de populares sobre dicha diosa: el de Acteon, y un tiempo después el de Orión.
Se dice que Acteón, un cazador tebano, se topó accidentalmente con un estanque en el que Artemisa tomaba un baño, quien por haber visto lo que ningún hombre debería lo transformó en un ciervo, y después de eso Acteón fue destrozado por sus propios perros ese mismo día.
Massie no podía hacer tal cosa, por supuesto. Pero en cuanto le descubrió husmeando en sus aposentos encontró la manera más efectiva de hacerle pagar.
Aquella noche Bucky se llevó una gran sorpresa al percatarse de un par de cortinas con flores estampadas impidiendole ver a través de la ventana que solía observar.
–Se le perdió algo, Barnes?
Su corazón se detuvo al reconocer la voz a sus espaldas.
¿Era un buen momento para dejarse paralizar por el miedo? ¡Por supuesto que no! Él era James Barnes, aquel galán extrovertido de Brooklyn que podía jactarse de su buena labia capaz de convencer a cualquiera. No mostraría por nada del mundo su nerviosismo aunque estuviera cerca de sufrir un ataque cardíaco por éste.
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𝓛𝓪 𝓥𝓲𝓮 𝓮𝓷 𝓡𝓸𝓼𝓮 [𝐵𝑢𝑐𝑘𝑦 𝐵𝑎𝑟𝑛𝑒𝑠]
FanficLa Segunda Guerra Mundial: Autora de las más grandes tragedias y el escenario más caótico para una historia de amor. De entre todas aquellas memorias de desolación que le llegaban de aquellos días sombríos, las más atesoradas eran aquellas en las qu...