Crazy Little Thing Called Love || ~Somebody to love II~

Capítulo 27. Friends will be friends.

Ha dudado mil veces antes de tomar la decisión final, durante el camino, e incluso antes de tomar con el coche la última curva que le llevaría a su siguiente destino, ha tenido tentaciones de dar media vuelta y abandonar su plan. Sin embargo, ahí está, a solo unos pasos de la persona con la que no habla desde hace meses, pero con la cual debe terminar de aclarar las cosas.
Es una necesidad interior que tiene Hazel y, desde luego, no podrá estar del todo tranquila hasta que no lo haga.
Hace poco más de una semana que la joven y Ben vuelven a estar juntos, y no solo ellos están muy felices, si no también sus amigos; tanto los compañeros de reparto del rubio como los amigos de toda la vida de Hazel se alegran de ver de nuevo a la pareja junta,  pero la chica sabe que hay algo que falta para poder estar bien del todo. O, mejor dicho, alguien.
Lo pensó durante varios días y, tras una larga charla con Penny en la que analizó la situación a fondo, finalmente ha decidido que lo mejor será tener una conversación a solas con Alex en la que la propia chica le cuente la situación actual y le deje claro que, aunque no se volverá a achantar de nuevo, si que le gustaría tener una relación cordial con él. Ya no solo únicamente por ellos dos, si no también por los otros tres amigos que aún quedan dentro de ese grupo de toda la vida.
Hazel respira hondo antes de llamar al timbre del apartamento del joven Deacon, y cuando empieza a escuchar pasos acercarse a la puerta, ensaya su mejor cara de serenidad para recibir a su viejo amigo. Este, al abrir y comprobar de quien se trata, no puede evitar abrir ligeramente los ojos por la sorpresa.

  - Vaya, eh... hola Hazel- consigue decir Alex al final, esbozando una sonrisa triste pero sincera-. ¿Qué tal todo?
  - Yo... estoy muy bien- la joven puede apreciar que el chico tampoco está muy cambiado a la última vez que se vieron; si eso, a lo mejor tiene unas pocas ojeras más, pero nada alarmante-. ¿Puedo pasar?

Alex asiente unas cuantas veces con la cabeza, para finalmente hacerse a un lado y dejar pasar a su invitada. Esta entra con cautela, como si nunca hubiera estado en ese lugar, y se dirige a la sala de estar mientras repasa mentalmente su discurso, una y otra vez; quiere asegurarse de que no se le olvida nada de lo que quiere decirle.
Cuando los dos llegan y toman asiento, hay unos segundos de silencio incómodo que no tarda en interrumpir la fotógrafa.

  - He venido porque quiero hablar contigo. Ya sé que no nos dirigimos la palabra desde... eso- el chico asiente al captar la referencia que hace Hazel a su fallida declaración amorosa, y en el fondo agradece que no intente recordar más detalles de aquel desastre-. Lo primero quiero decirte que Ben y yo estamos otra vez juntos.

Nada más decirlo, la chica nota un poco de culpa al creer que lo ha dicho de una forma demasiado precipitada, y está preparada para calmar a Alex si reacciona de forma brusca.
Sin embargo, y para el total asombro de Hazel, el joven Deacon solo asiente con la cabeza tras un par de segundos y, mostrando total calma, le indica con la cabeza a la chica que continúe.

  - En fin, yo... quería decírtelo porque esta vez no voy a tolerar ningún tipo de chantaje, o de ultimátum ni nada de eso. Ahora que el rodaje se ha acabado todo es mucho más sencillo, y sinceramente voy a mirar por mi felicidad- Hazel ahora habla con más seguridad y con un poco más de dureza en sus palabras, pero lo ve necesario si quiere que su discurso surta efecto y lo tome enserio-. Aunque no lo creas, puedo entender que te duela verme con él si tú también sientes algo por mi y, verdaderamente, a mi también me duele ver que algo te hace daño y haría todo lo que fuera porque mi mejor amigo esté bien. Pero me he dado cuenta de que esto no solo te afecta a ti... si no que a mi también y, sintiéndolo mucho, creo que tengo derecho a escoger. Esto se me va de las manos, no puedo controlar todas las situaciones. Yo...
  - Es mi turno para hablar- Hazel se sorprende de la repentina intervención de Alex, pero no porque hable, si no por el tono sereno de voz que emplea y que muestra en su actitud-. Mira Hazel, voy a ser directo. El hecho de que escogieras a Ben antes que a mi me molestó como lo que más en este mundo. Sentía rabia, impotencia... y actúe en consecuencia de todo lo que sentía. Sinceramente, solo ahora me he dado cuenta de que he sido un auténtico gilipollas- la chica observa fijamente al chico mientras habla, incrédula ante sus confesiones. Este solo sonríe con tristeza tras sus últimas palabras y vuelve a tomar aire para seguir hablando-. Solo ahora soy plenamente cociente de que me he comportado como un adolescente idiota con mis chantajes y mis tonterías, cuando en realidad no paraba de cometer fallos por todos lados. Para empezar, no me di cuenta de que la culpa era mía por esperar a que tú sola te dieras cuenta de mis sentimientos, en vez de actuar acercándome a ti de la forma que hizo él- Alex muestra con todos sus gestos que verdaderamente piensa y siente todo lo que está diciendo, mostrando culpabilidad con cada frase que dice. Sin duda, la chica creía que iba a encontrarse con alguien más cabezón y enfadado-. Y bueno, que más te voy a decir... mis chantajes y mi forma de trataros fue la gota que colmó el vaso, y lo más triste era que yo muchas veces me daba cuenta de lo idiota que había sido, pero volvía a hacerlo igualmente. La verdad... estas semanas he podido confirmar que he sido un imbécil de primera.

Nada más terminar de hablar, Alex nota la sorpresa y confusión en los ojos de Hazel y no puede evitar reír levemente, y eso consigue hacer que la chica sonría.

  - Sinceramente, no esperaba que esto fuera tan fácil. Te esperaba...
  - Gritándote y jurando por el demonio que destruiría tu relación y os echaría una maldición, ¿verdad?- pregunta en tono de broma Alex, pero a la vez totalmente en serio. La chica ríe mientras asiente con la cabeza, y el otro también sonríe imitando su gesto-. Si, no descarto que hace unas semanas lo hubiera hecho. Ahora... estoy cansado de todos esos malos rollos, de todos los malos pensamientos. Quiero hacer cosas.
  - ¿Cosas?- pregunta la fotógrafa, confundida- ¿Qué cosas?.
  - Bueno... sé que aunque esto es un buen comienzo, tú y Ben no me perdonaréis del todo fácilmente. Y eso también me pasa a mi conmigo mismo. Ahora soy plenamente cociente de todo lo que hice, y la verdad es que siento algo de vergüenza- Alex se muestra algo cabizbajo mientras dice todo esto, y Hazel le escucha atentamente y con verdadero interés-. Necesito tiempo...para mi y mis pensamientos. Tengo que perdonarme a mi mismo, y bueno... también necesito tiempo para olvidarte.

Tras escuchar eso, Hazel no puede notar sentir una pequeña punzada en el pecho. Por mucho que ella le rechace en el plano romántico, él sigue siendo muy importante para ella. Si bien sabe que a lo mejor la relación no puede ser igual que antes inmediatamente, lo que no le gustaría para nada es que salga de su vida por completo.

  - Pero... ¿te refieres a olvidarme completamente?- la chica no puede evitar que esa pregunta salga de sus labios. Puede parecer egoísta si solo mira por ella en esa situación, pero verdaderamente necesita saber qué quiere su amigo.

Alex no puede evitar una pequeña risa al ver el gesto de su amiga, y pasa a negar ligeramente con la cabeza antes de contestar.

  - A ver, no te creas que llevo toda mi vida enamorado de ti. Esto es desde hace relativamente poco. Por eso sé que es posible volver a estar como antes: porque sé que soy capaz de ser solo tu mejor amigo. Pero para eso necesito tiempo yo solo... olvidarte un poco de forma romántica.

Tras decir esto, el joven Deacon cree haberlo dejado todo claro, y ella también lo cree así.
Ambos se miran fijamente durante un par de segundos, para finalmente ser él quien vuelve a tomar la palabra.

  - Entonces...¿Tiempo?- le pregunta el chico con una sonrisa tímida, que ella responde con otra más amplia mientras asiente.
  - Tiempo.

Así, los dos acaban acercándose para darse un fuerte abrazo como no hacían desde hace mucho tiempo. En ese abrazo se demuestran de todo: arrepentimiento, perdón, comprensión, paciencia... pero sobre todo, muestran la amistad que aún siguen compartiendo.
Aunque tenga que pasar un poco de tiempo, se van a asegurar de que los amigos sigan siéndolo hasta el final.