Capítulo 29. Oscars.

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Febrero de 2019

Nada más bajar del taxi que la deja en la puerta del hotel, Hazel esboza una gran sonrisa al mirar alrededor y verse en las calles de Los Ángeles, a solo unas horas de asistir al evento más importante de la industria cinematográfica. Estuvo a punto de no poder ir debido al escaso espacio en su agenda laboral, pero finalmente consiguió hacer un hueco para poder encontrarse allí hoy, acompañando a sus amigos y, en especial, a la persona que más hincapié hizo en que la chica estuviera presente.
La joven Taylor recoge todo su equipaje del maletero para introducirse en el gran edificio y pedir la llave de su habitación en recepción. Así, con ayuda de un empleado del hotel, consigue llegar con todo su equipaje a la planta en la cual se encuentra la habitación en la que se hospedará durante su estancia allí, y una vez frente a la puerta, pasa a introducir cuidadosamente la tarjeta en la ranura para abrirla.
Con cuidado, y esbozando una sonrisa pícara sin poder evitarlo, Hazel se introduce poco a poco en la enorme habitación (que más bien es parecida a una suite); deja todas sus cosas en la entrada, para luego seguir avanzando silenciosamente por un pequeño pasillo que conduce a la enorme cama, frente a la cual se encuentra la persona que llegó el día anterior a la ciudad.
Ben (que no ha oído entrar a la chica debido a su sigilo) está de espaldas a la chica, concentrado en mirar la pantalla de su teléfono móvil. Solo se percata de la presencia de Hazel cuando nota que alguien se lanza sobre él para acabar ambos tirados en la cama boca abajo, y para entonces la joven no puede dejar de reír por las quejas del rubio.

- ¡No pretendas matarme de un infarto ahora, por favor!- sigue quejándose el rubio, aunque a penas se le entiende debido a que su cara sigue pegada a la cama- ¡No es el momento más apropiado!
- Lo siento, hacía mucho tiempo que no podía hacer algo así- se disculpa finalmente la chica, aún entre carcajadas y limpiándose algunas lágrimas de risa.

Al final, cuando ambos han conseguido calmarse, Ben se las apaña para poner a la chica boca arriba en la cama y acabar él sobre ella, quedando muy cerca y pudiéndose observar fijamente.

- Ahora enserio, te he echado mucho de menos- dice Hazel mientras aún observa detenidamente los ojos claros y brillantes de Ben.

La joven Taylor ha estado desde hace un poco más de dos semanas trabajando, en este caso en una serie de televisión, cuyo rodaje tenía lugar en Estados Unidos. Si bien es cierto que le ha venido bien para poder visitar a su hermano de improviso y que ha sido una ventaja para poder llegar a tiempo a la gala de aquella noche, no ha podido evitar extrañar al chico rubio durante todo ese tiempo.

- Tú al menos estabas entretenida trabajando. Cada vez que me veía en casa sin nada que hacer, totalmente solo...- tras decir esto último, el actor finge un escalofrío junto con una mueca de disgusto bastante cómica que hacen reír a la chica.
- También he extrañado tus tonterías- la fotógrafa pasa sus brazos alrededor del cuello del actor mientras habla, aún perdida en el verde de sus ojos-. Más de lo que imaginaba, debo admitir.
- Hmm...- el rubio comienza a acercar su cara más a la de la chica, haciendo que inevitablemente sus miradas pasen a los labios del otro, que ahora les parecen muy apetecibles- ¿Algo más que hayas echado de menos?

Como respuesta, Hazel acaba por unir sus bocas en un beso que, aunque parece lento y paciente, trae consigo mucha necesidad y deseo. Sus labios se mueven a un ritmo desesperado pero suave, que les hace sentir de nuevo ese cosquilleo y esa electricidad que tanto habían extrañado.
Continúan así un rato, besándose y haciendo pequeños comentarios que les hacen reír levemente, hasta que los dos deciden que es un buen momento para empezar a prepararse. De lo contrario, les pillará desprevenidos cuando lleguen los maquilladores y estilistas encargados de Ben para el acontecimiento de esta noche, la nonagésimo primera entrega de los premios Oscar.
Hazel tiene el tiempo justo para darse una ducha antes de escuchar a alguien tocar en la puerta, y para cuando la chica sale en busca de lo que necesita, ya puede ver instalado en la habitación todo el arsenal de peluquería y maquillaje. Ella se limita a saludar amablemente a todo el mundo mientras coge su ropa y sus propios utensilios de belleza (ya que hoy todas estas personas son encargadas únicamente de Ben, y ella no quería hacerles trabajar de más para hacer algo que ella misma puede hacer), y vuelve a encerrarse en el baño tras sonreírle de forma burlona a su novio, que nunca se ha sentido muy cómodo en las sesiones de peluquería y maquillaje.
De nuevo sola en el enorme baño, Hazel saca el vestido de la funda en la que ha viajado, y al contemplarlo no puede evitar una sonrisa nostálgica; se trata del mismo vestido que llevó puesto para asistir a su "primera cita" con Ben, la boda de su amigo a la cual invitó como su novia falsa. Muchas cosas han cambiado desde entonces, y la chica no puede evitar pensar en ello mientras comienza a trabajar en su maquillaje y su peinado.
Finalmente, ese tiempo que Alex le pidió a Hazel pareció ser de gran utilidad, ya que ahora (casi un año y medio después) el chico es prácticamente igual a como era anteriormente, y eso la joven lo nota y lo agradece interiormente. Ya han quedado varias veces ellos dos solos de nuevo sin ningún tipo de problema y, de hecho, en un par de ocasiones él y Ben han coincidido en alguna quedada grupal, y Hazel ha quedado gratamente sorprendida de ver el trato tan cordial que mantienen ahora los dos muchachos. Además, Alex hace poco decidió tomarse unas semanas de vacaciones en su trabajo y dedicarse a viajar, con la intención de despejar aún más su mente y sentirse aún mejor.
Verdaderamente, su amigo ha cambiado y ella se alegra inmensamente por él.
Y no solo Alex se ha dedicado a viajar, si no que también Hazel ha tenido muchísimas oportunidades después de "6 Underground". La grabación duró unos meses tras la premier de "Bohemian Rhapsody" (cuyo éxito no ha hecho más que aumentar y van a seguir celebrando esta noche), y para la chica fue una gran experiencia poder trabajar allí, además de una suerte compartir de nuevo set con su pareja. Después de ese trabajo vinieron varias propuestas más, y de momento la fotógrafa no puede quejarse de la dirección que ha tomado su carrera.
Así, entre pensamiento y pensamiento, Hazel termina de dar el último retoque a su maquillaje y pasa a colocarse el vestido largo y azul que ha vuelto a escoger para la ocasión; con cuidado, se lo ajusta y echa un vistazo en el espejo para comprobar que su pelo ligeramente ondulado sigue en perfecto estado, y nada más colocarse los pendientes y alguna joya más, escucha a alguien llamar a la puerta.

Crazy Little Thing Called Love || ~Somebody to love II~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora