Corazón de Melón en el Instituto. Ruta Nathaniel

Episodio 25: Reacciones químicas

N: Confieso que no me convence demasiado la metodología de doña Delanay...

S: A mi me asusta un poco...

N: Ja ja, no pongas esa cara. Es cierto que impresiona bastante, pero creo que simplemente sabe imponerse. Ya veremos.

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S: ¡Ah, Nathaniel! Tu quizás puedas ayudarme...

N: ¿Qué te ocurre?

S: ¿Sabes dónde podemos conseguir los conjuntos para la clase de ciencias?

N: No me habían dicho nada y aún no he ido a recoger nada... Pero Melody debe de saberlo.

S: La he visto hace un rato, pero se me ha olvidado preguntarle... Voy a ver si la encuentro. Bueno, ¿tienes alguna preferencia como compañero?

N: No se...

S: En cualquier caso, me encantaría que estuviésemos juntos.

N: A mi también... de hecho, yo...

S: ¿Sí?

N: ... Creo que formaríamos un buen equipo.

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S: (Ir a la mesa de Nathaniel y Li. Nathaniel está solo en su mesa... Li se ha ido para reunirse con Ámber y Charlotte)

N: Entonces, Sucrette, ¿tú también has abandonado el experimento?

S: Bueno... Es un poco complicado. Con todo el ruido que hay aquí, es difícil concentrarse...

N: Y que lo digas. Espero que doña Delanay no vaya a culparnos a Melody y a mi por ello...

S: ¡No es culpa vuestra! No tenía que haberse ido...

N: Me gustaría decirle eso, pero seguramente tenía algo importante que resolver... Además, como delegados, es nuestro deber ayudar a los profesores si lo necesitan.

S: Me alegra que te tomes tan en serio ese papel. Eso prueba que no has cambiado tanto...

N: ¿Y por qué? ¿Representaría un problema si lo hubiese hecho?

S: Un poco... te aprecio tal y como eres.

N: Gracias, eres muy amable... Voy a hablar con los demás para decirles que se tranquilicen un poco.

S: Vale.

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S: (Voy a volver a buscar el artículo. Si veo que hay demasiado humo, daré media vuelta. Bueno... aún hay mucho humo, pero no debería ser un gran problema... podré recuperar el artículo. He aguantado la respiración y he avanzado hasta mi mesa. He registrado entre mis cosas, pero el humo no me dejaba ver nada... No me lo puedo creer... ¿Dónde está? He conseguido encontrarlo y a duras penas meterlo en el bolsillo de mi bata. De repente, la cabeza me ha empezado a dar vueltas y he tenido que volver a respirar. Me empieza a escocer la garganta. No pienso quedarme por aquí... Tengo que respirar algo de aire fresco... He salido del aula.)

N: ¡No me lo puedo creer...! ¡Sucrette! ¿¡Pero que haces aquí, estás loca!?

Armin: ¡No es el momento de pensar en tus cosas!

S: Y-Yo... (me siento un poco idiota. No se que responder... Los chicos me han agarrado cada uno de un brazo y me han llevado hasta las escaleras.)

S: (No había peligro, o casi... Sin embargo, mientras caminaba entre ellos, me he sentido protegida. ¡Estoy segura de que no me puede ocurrir nada malo ahora. Que ganas de tomar aire fresco...)

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Doña Delanay: ¿¡Dónde estaba!?

S: Ha sido culpa mía... He vuelto al aula para buscar algo. Los chicos solo querían traerme de vuelta aquí...