Epílogo.

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Donghyuck salió corriendo de la terminal de ómnibus sin mirar atrás, avergonzado y con el alma cayéndosele a pedazos.

¿Por qué había dicho eso? ¿Por qué no le pidió a Mark que se quedase con él, que no viajara a Seúl?

Porque era un cobarde, y lo sabía muy bien. Prefería atrasar el momento en que Mark lo rechazaría, atrasar el inminente "Ahora es tarde, no te quiero más Donghyuck" proveniente de su boca.

— ¡Donghyuck! — Oyó su voz detrás de él, deteniéndose en seco. No creía lo que estaba pasando. — ¡Donghyuck, espera! — Volvió a oír.

Se volteó, esperanzado, lleno de alegría ante la imagen que veían sus ojos: Un Mark, desesperado, corriendo detrás de él y gritando su nombre, pidiendo que lo espere.

— ¿Mark? — Lo llamó una vez que éste se detuviera frente a él, sonriente.

Pero su rostro era uno de confusión.

— ¿Donghyuck? — Donghyuck notó que la voz de Mark se había distorsionado levemente, volviéndose un par de tonos más aguda.

Y no solo más aguda, sino... Diferente.

Tras pestañear nuevamente se dio cuenta de que no era Mark quien se hallaba frente a él, sino Jaemin.

— ¿Jaemin? — Preguntó, no pudiendo controlar la decepción en su voz.

¿Nuevamente se estaba imaginando las cosas?

¿Es que acaso alguien había puesto algún tipo de droga u hongo alucinógeno en su desayuno?

— Sí, Donghyuck. Soy Jaemin, no Mark. — Jaemin lo sacudió por los hombros, y Donghyuck no supo por qué. — Ahora vamos a ver a Mark.

— ¿Q-Qué? — Tartamudeó, confundido.

¡Pero si acababan de verlo!

— ¡Despierta y entenderás! — Volvió a sacudirlo, y Donghyuck lo observó con el ceño fruncido.

Pestañó fuerte una vez más y, al abrir los ojos, ya no se encontraba frente a la terminal de buses, sino dentro de un bus.

— ¿Qué carajos? — Habló.

Definitivamente alguien lo había drogado.

— Te quedaste dormido apenas el autobus comenzó a andar. — Jaemin habló sentado a su lado. — Estamos llegando a la parada en Seúl, prepárate que en breve nos bajamos.

Donghyuck, aún confundido, vagó su mirada por todo el lugar.

A su lado, Jaemin, comenzaba a guardar un libro dentro de una mochila. Luego, justo antes de quitarle la vista de encima, Donghyuck notó cómo se alejaba los auriculares de las orejas.

Al mirar a los asientos del otro lado, divisó a Dongsook charlando muy alegremente con Yukhei. Siguió mirando el resto del bus, y finalmente acabó de despertar por completo.

Él había estado tan solo soñando con aquél día en que vio por última vez a Mark. Ya habían pasado casi tres años desde aquella vez, y allí estaba ahora: A punto de cumplir con su promesa.

El autobús dobló en una esquina, ya dentro de la ciudad y dirigiéndose hacia la terminal. Donghyuck se incorporó y bajó del estante sobre los asientos su mochila. Se volvió a tirar en el asiento y comenzó a guardar en el bolsillo delantero los auriculares que había tenido puesto durante todo el viaje.

Al salir de Busan estaba escuchando música, pero ya ahora no salía ningún sonido desde los audífonos, ¿En qué momento se había parado la lista de reproducción?

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