Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA.

20.- Sundress

POV CALLE

Un día estaba en la azotea del hotel aclarando las cosas con Poché y al otro día estaba en su Jet rumbo a Bogotá , es curioso cómo las cosas dan un giro inesperado.

Decidí evitar comentarle a Ethan que me iba de viaje con ella, como se sabía, ella no era de su agrado, sin embargo, sabía que cuando él regresara de Ibiza le dirían sobre mi paradero.

Habían pasado aproximadamente cuatro horas y media desde que salimos del aeropuerto JFK, solo faltaban treinta minutos para llegar a Bogotá, un sentimiento de nostalgia inundó mi ser.

—¿Estás bien?— me preguntó Poché con una mirada de preocupación.

—Sí, ¿Porque preguntas?— le pregunté confundida.

—Es que desde hace horas has estado viendo por la ventana sin articular ni una sola palabra y me asusté— explicó dejando su taza de café en la pequeña mesa de enfrente, ¿En qué momento había ordenado café?

—Estoy bien— sonreí —Solo que hace hace un par de años que no iba a Bogotá y me entró un sentimiento de nostalgia, solo eso, no debes de asustarte— llevé mi mano a su mejilla, por instinto cerró sus ojos y acomodo su cabeza en la palma de mi mano.

Con mi pulgar acaricie levemente su pómulo unos segundos y con delicadeza retiré mi mano de su mejilla. Carraspee un poco y me acomode en mi asiento, ella estiró su brazo para tomar la taza de café dándole un sorbo.

—Poché, ¿Te puedo preguntar algo?— pregunté cerrando los ojos que me ardían debido por la falta de sueño.

—Claro, pregúntame lo que sea— escuché como se acomodó en su asiento, imaginé que para verme a la espera de mi pregunta.

—¿Por qué estabas asustada? Digo, solo permanecí callada, no es como que hiciera cosas raras— dije con una risa pero aún con curiosidad.

Escuché su bufido y esa acción eso hizo que abriera los ojos y girara mi cabeza para verla.

—Es que me asusté al pensar que te habías arrepentido al acompañarme, es decir, ¿Quién viajará a otro país con una persona con la cual apenas se están conociendo? Nadie— bajó la mirada a sus manos las cuales jugaba por el nerviosismo.

Sonreí al escucharla, me sorprendía que a veces era una persona segura de sí misma en el trabajo pero al menos conmigo dejaba ver su inseguridad.

—Escúchame bien porque no te lo repetiré otra vez, ¿Entendido?— asintió levantando la mirada para prestarme atención —En primera, no me arrepentiría al venir contigo, consideralo como otro aventura para nuestra amistad, en segunda, ya tenemos suficiente confianza para que tengas esos pensamientos, es más, ya hemos dormido juntas ¿Que otra prueba necesitas?— vi como sus mejillas se tornaban coloradas y me reí en silencio.

—Perdón— articuló con la mirada fija a mis manos que reposaban en mis piernas.

—No tienes por que pedir perdón.

Sonrió de lado y se acomodó de nuevo a su lugar cerrando los ojos seguido soltó un gran suspiro.

—¿Señoritas?— habló la azafata interrumpiéndonos.

Rodé los ojos con tan solo escuchar esa voz chillona.

—¿Sí?— contestó Poché aún con los ojos cerrados.

—En unos minutos aterrizamos y agradecería si se pudieran abrochar sus cinturones.

— Por supuesto, gracias Alejandra— ella obedeció y abrochó su cinturón, repetí su acción.