Mi Ilusión Es Estar Contigo - CACHÉ | TERMINADA.

35.- Chismosito

CALLE

Desde que las cosas con Poché comenzaron a trascender no había invertido tiempo en otras cosas que no hubiese sido ella y yo.

Esta mañana decidí ir al restaurante y secuestrar a Laura para poder pasar un día de mejores amigas. Estaba segura que me iba a caer una lluvia de preguntas y reclamos en cuanto le contara que había terminado con Ethan y que ahora estaba con Poché, aunque no de manera oficial.

—Puede entrar al estacionamiento subterráneo— le indiqué a Martín antes de llegar a la entrada privada del restaurante.

No me sentía de todo cómoda estando con chófer aunque toda mi vida haya tenido un chófer a mi disposición, Poché me había convencido de que Martín me llevara a cualquier lado alegando que no le gustaba que me moviera sola por Uber, después de varios besos y mimos terminé accediendo a su petición, aunque ahora estaba en un punto donde prefería salir sin depender de otras personas.

—Servida señorita— habló Martín abriendo la puerta de mi lado y extendiendo su mano para que pudiese salir de este.

—Muchas gracias, no es necesario que te quedes— comenté —Laura tiene auto y cuando terminemos con nuestros pendientes ella me llevará a casa— mencioné acomodando mi bolso.

Miré la duda en su rostro como si estuviese en un debate mental en sobre que hacer o no.

—A la señorita Garzón no le va a gustar esto— pronunció quitando su sombrero para rascar su cabeza.

—Garzón no es mi mamá, Martín— sonreí con cinismo —Nos vemos Martín, te regresas con cuidado— me despedí de él sin esperar respuesta de su parte.

Me detuve la puerta que era exclusivo para Laura, para mi, comensales VIP y celebridades. Pasé la tarjeta por el escaner dándome acceso inmediato a la sala de espera, saludé a unos cuantos camareros antes de llegar a la oficina de mi mejor amiga.

Toqué tres veces la puerta esperando una señal de que pudiese entrar, hasta que escuché un "adelante" proveniente del interior de la oficina.

—Holi— saludé con una amplia sonrisa al entrar a la oficina.

—Siéntate— ordenó sin verme, detuve mis pasos en seco al no entender qué sucedía— ¡Ahora!— gritó viéndome finalmente.

Con pasos temerosos llegué hasta la silla que estaba frente ella, tomé asiento y comencé a jugar con mis manos. Laura sólo me hablaba así cuando estaba molesta por algo que ella no aprobaba o cuando no les decía las cosas. 

—¿Me explicas que hice ahora?— me atreví a preguntar.

Laura soltó un bufido y comenzó a negar con una sonrisa ¿Que le pasaba a esta tipa?

—¿Cómo está eso que te estás comiendo a una peliazul millonaria dueña de varios hoteles?— abrí los ojos como platos ante su reproche, ¿Como se había enterado? Poché y yo no habíamos demostrado nada frente a otras personas, siempre era en su oficina, en su casa o en la mía.

—¿De qué hablas?— hablé fingiendo desentendimiento.

—Ay por dios Daniela, todavía tienes el cinismo de no decírmelo con claridad— mordí mi labio inferior al darme cuenta lo molesta que estaba —Se supone que somos mejores amigas—

—¿Quién te dijo?— pregunté.

—Gabriel me lo dijo— por supuesto que Poché le había dicho a su mejor amigo, a fin de cuentas son mejores amigos, me sentí como una estúpida por dejar a un lado a Laura.