Capítulo 13

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Capítulo 13

-Y bien, alguna novedad en tu día a día -pidió el dr mientras escribia en su pequeña libreta, anotaciones con datos relevantes de la sesión en la que estaba teniendo con su paciente Emiliana.

Emiliana respiro prifundamente, movia sus dedos de las manos entrelazadas que tenia sobre su regazo, ya que estaba recostada en aquel familiar diván. Nerviosismo fue lo que capto Thomas ante tal reacción. Sabía que habia algo por ahí.

Emiliana lo penso un parde veces antes de abrir la boca, no queria decir nada en su contra que pudiera perjudicarle, pero también sabía que no podía engañarlo, ella era consiente de que su psiquiátra era tres veces más astuto que ella.

-Hay algo que no sabes -comenzó insegura.

Thomas se enderezo en su asiento, acomodando su postura. Ese comentario habia llamado toda su atención.

-Prosigue -la invito a hablar.

Thomas no estaba enterado de Kaleb en la vida de Emiliana. Nunca lo menciono, porque no lo creía necesario. Grave error.

Hace un par de horas de la charla con su exnovio y seguia manteniendose culpable, inquieta. Se conocia, la situación podia empeorar, y realmente no queria otra recaida, quedandole como única opción contarle todo a su fiel psiquiátra.

-Emiliana, no estas en condiciones para una relación amorosa -hablo el dr despues de un largo rato de conversación complicada.

Emiliana lo miro desentendida. Eso le sonó a reproche.

-Eso lo dices por mi salud mental, o por la tuya.

Habia una sonrisa escondida en sus labios, Emiliana habia comenzado un juego que no estaba segura de estar dispuesta a jugar.

Thomas parecio ahogarse con su propia saliva. De pronto hacia un calor infernal dentro de las cuatro paredes del comsultorio; o del cuerpo de Thomas.

-A que ha venido eso -trato de sonar desinteresado, escabullendose en su libretra anotando cosas que ni su cabeza podia procesar.

-La misma pregunta para ti -contraataco Emiliana.

-Estamos hablando de ti

-Ahora hablemos de ti

-Tu padre me paga para que sea viceversa -dijo dejando la libreta de lado y al fin disponerse a ver aquellos ojos azules que podian volver loco a cualquiera.

-Thomas, creo que también hay algo que yo no sé. O bueno, que si sé, pero que no me quieres decir -menciono, se reincorporo, sentandose en el diván.

-Para esto Emiliana -la gravedad en su tono de voz hizo estremecer a la chica. Haciendola entender que el juego habia terminado.

Emiliana sonrio para si misma. Él no habia negado nada. A aunque habian hablado en claves, ambos entendian a la perfección.

En silencio incomodo para Thomas, pero divertido para Emiliana, comenzaron con el pesaje.

Todo iba bien, eso hizo tranquilizar al dr pero también torturar a la pobre joven.

-Te veo en una semana, el próximo viernes cambiaremos dieta ¿De acuerdo? -aviso. Emiliana asintio y le sonrio. La acompaño a la puerta y dijo -Y basta de comentarios fuera de lugar -hablo serio.

-Lo mismo para ti, Doc. -hizo énfasis en pa última palabra. Sonrio de lado y agarrandolo desprevenido, se puso de puntillas a cusa de que el era más alto que ella y le dio un indebido beso muy cerca de la comisura de sus labios, ahí en su lado derecho.

Apartandose sin devolverle la mirada y caminando a grandes pasos.

Thomas suspiro pesadamente, yendo a refugiarse al baño como niño pequeño. Mojandose la frente con agua helada, para ver si asi eso lo traía devuleta a la realidad.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora