Capítulo 18

20 4 0
                                    

Capítulo 18

Emiliana escuchaba musica con los auriculares puestos. Ya era casi media noche y no podía dormir. Su mente en ese momento lo único que podía abarcar era pensar en Zac. Así que hace unos minutos le mando un mensaje pidiendole que viniera a verla.
Ella sentía la necesidad de explicarle todo, después de todo el merecía una explicación. Era lo menos que podiau hacer después de todo lo que el Habia hecho por ella hasta ese entonces.

Sentada en el pequeño sofá que tenía en la recamara, su celular vibro y pudo percatarse del mensaje que le acababa de mandar Zac.
"Ya estoy aquí"

Se removio los audifonos y fue a verse en el espejo, lucho consigo misma por solo enfocarse en su rostro y parecio lograrlo. Acomodo unos mechones de cabello y giro sobre sus talones para ir a la puerta y salir por ella. Asegurandose siempre que no hubiera nadie por ahí. Fue a la puerta de entrada, y con suma delicadeza y cuidado, la abrio sin hacer ruido. Lo último que quería era que su papá se enterara que metio a su casa al chico que le prohibio tenerlo de novio.
Salio de la casa y se estremecio por el aire frio que golpeo su frágil cuerpo. Solo llevaba una pijama que consistia en un short y blusa de tirantes.

Camino com rapidez por el jardín y al llegar al portón vio a Zac detrás de él. No pudo resistirse a sonreir. El llevaba unos pants grises holgados y una camiseta blanca. Listo para dormir. Pero de igual manera, el no pudo negarse a visitar a su novia.

Ambos entraron al interior de la casa en silencio y subieron las largas escaleras tomados de las manos.
Al estar ya dentro de la habitación de Emiliana, ella tomo la iniciativa de besarlo, tomandolo por sopresa. Fue un beso rápido que al separarse los dos sonrieron.

-Buenas noches -dijo Zac.
Emiliana rió y fue asegurarse de que la puerta tuviera seguro.

Se sento en el sofa y le hizo una seña para que el la siguiera.

-Me gusta tu recamara -menciono Zac mientras inspeccionaba el lugar con una sonrisa en su rostro. Todo era rosa y blanco, combinaba perfectamente, toda una habitación para una princesa.

-Gracias por venir -hablo Emiliana buscando su mirada.

El se acomodo en su lugar y se recargo para estar mas comodo. -¿Cómo estás? -tomo su mano izquierda y la acaricio. -¿Te expulsaron del instituto? -pregunto preocupado.

-No -suspiro. -El director estuvo apunto de hacerlo, pero mi papá intervino y le doblo la cantidad de dinero, no le quedo de otra más que acepar.

-Me imagino que tu papá esta muy enfadado contigo...

- No tienes ni idea. -rió. -Estoy castigada.

Zac rió también.

-Bueno, eso es lo que se espera después de todo lo que paso.

-Vendio mi carro. No puedo salir a menos que vaya a clases o a terapias siempre acompañada del chofer. Tengo prohibido el axceso a mis tarjetas de crédito y tengo prohibido tener novio. De hecho me pidio que terminara contigo.

-¿Qué? ¿Sabe qué tu y yo somos novios? -Emiliana asintio y el entrecejo de Zac se fruncio más.

-El director se lo dijo... -respondio, y puso los ojos en blanco.

-Entonces...

-No Zac, no voy a terminar contigo -dijo y vio como Zac se relajo y dejo escapar un suspiro de alivio.

Se quedaron en silencio por lo que parecio un par de minutos y Emiliana regreso su vista a él.

-Roger Becher fue mi novio por unos meses -comenzo Emiliana llamando su atención. -Nos llevabamos muy bien -sonrio de lado al recordarlo. -Era un chico muy guapo y popular en el instituto. Todas las chicas morian por él pero finalmente se quedo conmigo. Todo ocurrio en la fiesta en casa de John, uno de sus amigos. De verdad yo no quería ir pero el logro convencerme, era una fiesta común y cualquiera. Todos estaban ebrios y seguramente drogados. Roger lo estaba, habia ingerido un montón de porquerias y yo estaba muy enojada con él porque estaba muy insiste en tener relaciones, yo no quería y me aparte de el y fui al patio trasero ya que la musica me estaba aturdiendo. Cuando entre decidida a irme de la fiesta, busque a Roger por todos lados, nadie sabía donde estaba. Lo busque por todas partes y lo encontre en una recamara de la planta alta, desnudo con una chica en la cama. -Suspiro cerrando los ojos. -Yo me descontrole completamente, estaba furiosa. Me sentía estúpida, engañada. El siempre quiso que el y yo tuvieramos intimidad pero siempre me negue, y cuando lo vi supuse que no era la primera vez que lo hacía. Yo ataque aquella chica, la golpee con todas mis fuerzas y la avente por las escaleras de la casa. Toda la fiesta paro y corrieron a ayudarla y a ver que era lo que pasaba con nosotros. Yo cerre de inmediato la puerta y comence una gran discusión con Roger. El me juraba que era la primera vez que ocurria eso pero yo no le creí. Le dije cosas horribles, le grite que lo odiaba, que todo habia acabo, que no lo quería cerca de mi. El enloquecio, quizá más por el estado en el que se encontraba. Yo ni siquiera vi de donde saco aquella cuchilla, y comenzo a gritarme y a decirme que preferia estar muerto si yo no estaba con él. Yo le respondí que me daba igual. Pero cuando vi que no mentía, corri con el para evitar que se enterrara aquella cosa, pero fue tarde. El solo el arma y mis manod quedaron enganchadas en ella. Yo entre en panico, no supe que hacer. Tenía miedo. Salí corriendo de ahí. Quería huir de todos. -lagrimas comenzaron a caer y ella las limpio de inmediato. -Yo no lo mate. Intente detenerlo. Pero nadie me cree, ni mi papá lo hace -sollozo. -No soy una asesina como todos dicen.

Zac la miraba atento y veía el dolor en sus ojos. Tomo su rostro con delicadeza y limpio las lagrimas que caian por sus mejillas.

-Al dia siguiente todo empeoro -continuo. -La policía estaba en mi casa. Me llevaron a la estación y me pidieron que narrara los hechos. La policia no me creyo nada, mi historia no coincidia con la de los testigos, dijeron que me tenian que detener mientras la investigación se llevaba a cabo. Fue cuando mi papá se interpuso. El llamo a sus abogados, y con ayuda de ellos lograron detener el caso, le costo una fortuna pero lo consiguio. Detuvieron la investigación y revelaron que fue un simple suicidio. Nadie se la creyo, ni aunque esa fuera la verdad. Siempre he sido seria, solitaria, no me gusta tener amigos. Y desde que eso ocurrio todos comenzaron a tenerme miedo. Si antes no conversaba con nadie, ahora mucho menos lo hacía. -lo miro a los ojos. -Y esa es toda la verdad Zac. No soy ninguna asesina, no soy capaz de matar a alguien. Yo nunca seria capaz de lastimarte a si de esa manera. Si Roger y Kaleb estan muertos es por que así lo quisieron ellos.  Cuando le dije aquellas palabras a Kaleb... Yo no lo decía literal. Tengo sentimientos, Zac. No soy un monstruo, me duele la perdida de Kaleb. Superar la de Roger me costo mucho trabajo, lo vi desplomarse frente a mi, su sangre estuvieron en mis manos. -Sollozo y Zac la pego a su pecho, abrazandola mientras sobaba su espalda. -Por favor dime que me crees.

-Lo hago. Te creo Emiliana -dijo besando su frente.

Ella lo pego más a su cuerpo y enrollo sus manos al rededor de su cuello.

-Quiero que estes tranquila -dijo en un susurro muy cerca de su oido. -Te creo, mi amor. Nada ni nadie me va a separar de ti.

Los dos se quedaron abrazados por in largo tiempo, después ella lo invito a acostarse en la cama. No pudo negarse. La cabeza de la chica descansaba en el pecho de Zac. El le acariciaba la cabellera y Emiliana estaba completamente relajada.

-Todavia no me has contado por qué te peleaste con esa chicas- hablo luego de minutos en silencio.

-Porque estaban hablando mal de mi sin saber que yo estaba también en el baño. Además dijeron que tu les gustabas, que les habias sonreido. No me agrado mucho la idea.

Zac se rió por unos segundos.

-Bueno, no soy un ogro. Ellas me saludaron y sonrieron, no iba a ignonarlas, eso seria grosero.

-Eso yo siempre hago -dijo Emiliana sin encontrarle algo malo al asunto.

Zac volvio a reirse más fuerte.

-¿Y qué importa si yo les gusto, o si se me saludan y me sonrien? A final de -cuentas no me interesa nadie que no seas tú.

-Más te vale.

-¿Cómo estás? Me refiero a tu salud -hablo inseguro.

-Estoy bien -se limito a responder. No le gustaba hablar del tema.

-¿Has estado yendo con tu psiquiátra?

Uns sonrisa discreta aparecio en su rostro al recordar a Thomas. Molestarle com el tema de "algo más que una paciente" la divertía mucho.

-Si.

Zac supuso que debia dejar el tema a un lado.

-Ya es muy noche, debo irme.

Emiliana se pego más a el y dio un beso en su pecho.

-No te vayas, Zac.

-Tengo qué. Luego como hare para irme en la mañana, si dices que tu papá te tiene prohibido estar conmigo.

Emiliana bufó.
-Nos levantamos antes que todos, te ayudo a salir y listo. Por favor, quédate conmigo.

Y finalizo con un beso en sus labios para terminar de convercelo.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora