Onegai

358 50 3
                                    

Disclaimer: Los personajes no son mios, le pertenecer al autor Masashi Kishomoto, algunos personajes tendran OCC para futuro desarrollo de la historia, se agradece su comprensión.

Capitulo 9:

"Onegai"

"Tenía la mente ocupada en todo momento, pero eso no evitaba que me fijara en algunos hábitos tuyos:

Mirabas hacia abajo cada que sonreías,

cuando te avergonzabas decías una única palabra (Hmp),

cuando me preguntaban algo apretabas nuestras manos en espera de mi respuesta, al principio pensaba que era para darme apoyo, pero luego descubrí que era porque tenías miedo que dijera algo malo de ti.

No hay nada malo.

Y cuando quieres que te bese acercas tu rostro hacia el mío más no me dices nada.

La noche después de la fiesta de nuestra boda creyente que después de ese incidente no ibas a desear nada me dirigí hacia mi habitación expectante que no me convertiría en el monstruo que tanto he evitado.

Fiel error.

Tomaste mis manos y te acercaste a mí, conforme al trato no podía evitar que sospecharas nada así que te besé, consciente de todo lo demás que iba a ocurrir.

Me transformé en el monstruo que tanto huía, pero... no era más que tu culpa."

.

.

.

-¿Si me embarazo y tengo un hijo será como tú?

Preguntó una vez que terminaron, Sasuko a pesar de su personalidad fría sorprendía a Hinata con estas cosas tan cursis.

Acarició sus cabellos.

-Por qué tiene que parecerse a mí, que se parezca a ti es más que suficiente.

En efecto, hinata anhelaba que su hijo se pareciese a ella, porque no quería que ella tuviera para recordarlo el resto de sus días, no de esa manera tan dolorosa.

.

.

.

"Comprendí el tiempo de su ciclo y, sin embargo, traté de atrasarlo el mayor tiempo posible".

.

.

.

-Sasuko ya se casó.

La madura mujer recibió la taza de té que le había otorgado su secretaria.

-Espero que todo pase en el menor tiempo posible.

-Uchiha-sama. -Habló con duda- Itachi estaba por los alrededores ese día.

-¿Y no hiciste nada? -Preguntó furiosa.

-Él no parecía querer hacer ningún movimiento cuando estuve por espiarlo, se fue sin más del lugar.

Ella suspiró.

La mendacidad del destino. SasuhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora