Detrás de ti (Justin Bieber y tu)

Capitulo 1

Me levante temprano para empezar a arreglarme e ir a la Universidad como venia haciéndolo todas las mañanas por un mes, el cual llevaba viviendo en Canadá.

Makenna aun seguía dormida, así que me dirigí al baño. Después de un largo tiempo salí de la bañera, me dirigí al espejo que ocupaba gran parte de la pared y que dejaba un lugar muy pequeño para el lavamanos, me acerque al espejo y me quede contemplando en el, tenía unas horrorosas ojeras, no había podido dormir bien desde hace 2 semanas, algo había en mi cuarto siempre que estaba sola, realmente siempre que estaba sola en aquella casa me sentía observada, y no me sentía precisamente sola.

Al instante me empece a sentir observada nuevamente.

Algo había aparecido detrás de mi, reflejado en el espejo. No sabia si era mi imaginación o si, simplemente apareció una figura de un hombre detrás de mi. Pero cuando pude moverme y voltee, no había nada.

Salí del baño con el corazón a mil, me pare a medio pasillo y vi a todos lados, seguía sintiéndome observada.

¿Que había sido eso?. fui al cuarto de Makenna, pero ella no estaba ahí.

- ¡Makenna! -

Ella no contesto.

Asustada entre en su cuarto y pude ver, en su cama, una hoja doblada a la mitad. Decía mi nombre.

La abrí.

'____:

tuve que salir de emergencia, el avión en donde iba mi madre se estrelló, si puedes ir al hospital St. Juda te lo agradecería mucho. Te quiero.

Att. Makenna.'

Si antes estaba asustada, ahora estaba espantada. ¿Cómo pasó todo esto?.

Me vestí lo más rápido que pude e ignore la sensación de que alguien seguí observándome, y sin pensarlo dos veces me dirigí al hospital.

Ya dentro del hospital, pude encontrar el frágil Cuerpo de Makenna. Me acerque corriendo a ella. Ella, al instante que me vio también corrió hacia mi y me abrazo, y no me soltó por 5 minutos.

- ¿Que paso? ¿Que hacia tu mama en un avión hacia aquí? -Tuve que preguntar.

- Venia a visitarnos como sorpresa para mi cumpleaños. - lloro mas.

Pase ahí todo el día y la noche con Makenna, consolándola y esperando a que terminaran con la operación que habían sometido Salome, la mamá de Makenna. Las dos teníamos los nervios de punta, Salome tenía 52 años y esa operación era de alto riesgo. Solo esperaba que todo fuera bien porque era un milagro que el avión haya caído en el mar a dos horas de la playa mas cercana.

Me dirigí a la cafetería para ir a traer algo de comida para Makenna y para mi. De regreso de la cafetería a la sala de espera había un largo recorrido, iba sola y el pasillo lo estaba también, totalmente solo. Apure mi paso pero tuve que tener cuidado para que no se me cayera nada de la bandeja de comida que llevaba.