Detrás de ti (Justin Bieber y tu)

Capitulo 17.

Justin

-No me jodas, Jazzy.

-Te jodo, Justin -Me asesino con la mirada- Solo te digo que la trates bien, todo esto para ella es difícil...

Esto me tenía harto.

-¿Y para mí no? -Subí el volumen de mi voz- Se dice que solo yo la podré salvar ¿Pero porque yo? ¿Qué tengo de especial? -Espere a que Jazzy o Jaxon contestaran todas mis preguntas, pero ellos no podrían ayudarme.

No dijeron nada más. Di la vuelta y salí de la cabina del avión. ________ estaba unas cuantas filas atrás, con los ojos cerrados y su cabello, rojo naranja, le caía en delicadas ondas sobre sus hombros y más allá de ellos. Levante la mirada. Me acerqué a ella. Sus respiraciones eran profundas, estaba completamente dormida.

¿Qué de especial tenía ella aparte de lo obvio?. Era hermosa. Que me cayera un trueno si no era eso cierto. ¿Pero qué más?

Recordé su mirada, esa mirada plata brillante rodeada por unas pestañas largas y gruesas que tanto me había cautivado la primera vez que la vi. Su delicado pero voluminoso cuerpo, todo en su lugar y tan frágil en mis manos como una copa de cristal. Su sonrisa, que iluminaba hasta sus ojos, la forma en la que me miraba como desprendiendo fuego y frío a la vez, y en cada toque que me daba, que cada vez me consumía en ella. Seguí la línea de su nariz recta y pequeña hasta sus labios. Sentí la necesidad de pasar mis dedos sobre ellos, su labio inferior carnoso solo un poco más que el superior, y rosados combinaban de una forma increíble con su piel tostada.

La forma en que nuestro beso me hizo sentir, cuanta fuerza tuve que aguantarme para evitar hacerla mía ahí mismo en el pasillo, mis manos sobre su cadera y sus bien torneadas piernas, si no me he vuelto loco fue por la única razón de que lo nuestro daría como resultado algo completamente nuevo y horrible pero aun así ella se había vuelto en la más grande tentación para mí, y si incluimos el olor de su sangre, dulce y muy diferente.

Era un ángel caído del cielo, y aunque en realidad se podía decir que lo era, figuradamente lo era para mí.

Me senté a su lado aún observándola. Se notaba cansada, Se podían ver las ojeras bajo sus ojos. Llevábamos viajando 6 horas, hasta yo estaría cansado si pudiera.

La mayor parte del tiempo la había ignorado. Evitando pensar en hacerle el amor. En hacerla feliz a cada segundo y hacerla reír a cada momento por el único y egoísta placer de escuchar su risa melódica. Ella era para mí lo que toda mi vida había buscado y me enojaba saber que estar con ella como tanto deseaba era prohibido e imposible.

________ se removió sobre el asiento, aleje mi mano de su mejilla que tanto me gustaba sentir, el calor y la suavidad bajo mi mano.

-Mierda ¿Qué me estás haciendo?- Le susurré. Seguía inconsciente.

Recostó su cabeza en mi hombro. Sonreí complacido y enojado. Era una basura con ella y aunque lo hiciera conscientemente deseaba que no me odiara.

Recosté mi cabeza en la suya. Disfrutando el aroma de su cabello, a frutas tropicales. Pase un brazo bajo su cabeza y la pegue a mi, con mi mano libre deslice la colcha, que se encontraba a sus pies, hasta sus hombros y aproveche a sobar esa parte que estaban descubiertos.

Cerré los ojos e intente no pensar. Solo quería disfrutar de aquel momento, del calor y suavidad de la que mi cuerpo carecía.

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-¡Justin! -Jazzy susurró lo suficientemente bajo para que el bulto a mi lado no se despertara.

Ya había anochecido.
Abrí mis ojos rápidamente.