Dime que me amas [Do KyungSoo & Tú]

Capítulo 15 (¿Qué quieres de mí?)

-Bien, tenemos la mitad del trabajo echo -Digo mirando la pantalla de mi computadora portátil- Es un gran avance -Durante dos horas las únicas palabras que habíamos cruzado eran sobre el ensayo de la Srta. Hee Soo. No una palabra más ni una palabra menos, Kyung Soo y yo estábamos estrenando el nuevo escritorio. Regalo de los padres de Irene, en el cual estaba agradecida de no estar sentada en mi cama, la cual usamos la última vez que Kyung Soo vino a estudiar a mi cuarto o ayudarme a estudiar.
Había una gran distancia entre él y yo. Entre más lejos mejor (según yo), era algo de autocontrol. Ósea ¿Cómo se comporta una chica que tiene cerca al chico que ama? La respuesta es fácil; cómo idiota enamorada. Pero ahora ¿Cómo se comporta una chica enamorada con el chico que ama pero este no quiere corresponder a sus sentimientos? Bueno... ahí esta más complicado y la respuesta aún no la sabía.-

-¡Genial! Ahora es la hora de que admitas de una vez que hacemos un excelente dúo. -Dice Kyung Soo.-

-Leiste el libro -Digo aún sin mirarlo- Eso es algo que destacar. Yo pensé que tendría que hacer todo el trabajo -Aún no lo estaba mirando y tenía totalmente mi vista puesta en la pantalla de la computadora mirando a nada en absoluto.-

-Lo siento -Sonríe levemente- ¿Eso es un "felicitaciones?

-No -Lo miro de reojo- Solo destaco tu responsabilidad. Creí que no te tomarías el trabajo de tomar el libro si quiera.

-¿Tan poca fé me tienes?

-Hace mucho que perdí la fé en ti Kyung Soo -Digo y me doy cuenta que mi voz sonó más fría de lo que esperaba que sonará. El gran silencio se escuchó en toda la habitación. No era el silencio común, si no era un silencio incómodo.
Yo y mi maldita boca floja ¿Porque no pienso antes de hablar o solo guardo silencio?
Claro la tonta de yo tenía que hablar y terminar más mal de lo que ya estábamos. ¿Fantástico, no? Después de unos segundos que para mí parecían horas Kyung Soo dijo;.-

-No te culpo, muchos lo hacen... -Susurra.-

-Después de dos horas finalmente lo miro. Sus ojos negros penetrantes me miraban fijamente, su cabello negro estaba tapándole la frente y me doy cuenta que necesitaba un corte.
Su barbilla estaba delatando que pronto tendría que rasurarse. Cada minuto, cada instante que lo miraba dolía, y mucho. Aunque él pensara que lo odiaba con todas mis fuerzas, realmente no era así.
Deseaba odiarlo, lo deseaba y mucho, pero no podía sentir ni una pizca de rencor, ni mucho menos odio.-

-Será... será mejor que prosigamos -Digo atropellandome con mis propias palabras. Al darme cuenta que no contestaba continuo;- O si deseas seguimos otro día -Devuelvo la vista a la pantalla de la computadora- Es tu elección.

-Lo que realmente deseo... -Lo miro de reojo y noto que se inclina quedando muy cerca de mí, pero sin invadir mi espacio. De todas formas me tenso. Nada bueno viene de una frase que comienza con "Lo que realmente deseo" ¿Verdad?...- Que me digas porque estaban Irene y tú peleando en el piso? -No me había percatado que contenía el aliento hasta que suelto todo el aire que contenía de mis pulmones.
Un relajo llegó a mí, haciendo que mi cuerpo completo se sintiera más liviano que antes. Pero ¿Qué le contesto ahora? Si le decía la verdad quedaría como una idiota, pero si le mentía... había una gran posibilidad de que Irene le contará la verdadera razón a Lay, y Lay como "Mejor amigo" se lo contaría a Kyung Soo, haciéndome quedar como una mentirosa... ¿Cómo prefería quedar? ¿Idiota e infantil por no querer quedar sola con su ex en su habitación? O ¿Una mentirosa a la cual le da miedo decir lo que siente y le interesa mucho lo que piensa su ex de ella?... Mmh~ gran dilema.
Así que haría lo que mejor sabía hacer... contestar con algo irónico y sarcástico para desviar el tema de conversación. Cosa que me había hecho experta después de las grandes peleas con Jongin- Bien... -Lo miro levantando una ceja- Le estaba enseñando a Irene cómo hacerle una llave y dejar inconsciente a un chico que pregunta cosas que no son de su incumbencia -Hablo mirándolo fijamente a los ojos, esperaba que dijera alguna excusa o inventara algo con el pretexto de tenerse que ir. Pero no. Me miraba y me sonreía abiertamente, claramente divertido por mi respuesta.-