Capítulo 9

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Afortunadamente Richard habló por nosotras y nos presentó con los chicos, quienes naturalmente nos saludaron e invitaron a jugar. Ese pequeño momento nos dió tranquilidad y tiempo para calmarnos y poder interactuar.

—Creo que tendré que obsérvalos jugar, porque si Richard me hubiese avisado que veníamos a esto no hubiese venido de tacones —dijo divertida Jess acusando al moreno.

—¡Por favor!, de todas formas hubieses venido de tacones —agregó Martu riendo, recibiendo una mirada acusatoria de mi amiga.

—De todas formas tu tampoco podrás jugar ya que también vienes de zapatos altos —respondió Jess a Martu.

—Pero veo que se puede comer acá, así que eso está bien para mi —agregó Martu al observar cómo las pocas personas que allí habían, tenían comida sobre las mesas que estaban cerca de la pista de juego.

—¡Al fin alguien me entiende!— habló Joel, logrando unas risas de Christopher y Erick.

Al minuto llegó una chica muy linda, quién tenía en su camiseta el nombre del hotel y nos ofreció comida y bebidas, que por supuesto encargamos un montón. No pasó mucho hasta que ella comenzó a llegar con nuestra orden. Durante ese momento, los chicos no dejaban de hacernos preguntas, bromear y conversar con nosotras, estaba siendo increíble y se me hizo tan cómodo que a ratos olvidaba que ellos prácticamente eran mis ídolos, por los cuales había hecho cosas que no haría por nadie más, era una locura. Sin embargo, el ambiente era tan genial que lo más loco eran los pequeños bailes que comenzaba a hacer Erick y Jess, mientras discutían sobre quién se sabía más coreografías de la banda ¡era demasiado gracioso!

—No puedo creer que no recuerdes las coreografías de tu propia banda Erick —se burló Chris.

—Yo sí —dijo Joel divertido.

—Así como voy, te reemplazaré en la banda —bromeó Jess.

—Ahí definitivamente dejó de ser fan —bromeé.

Todos estábamos riendo y haciendo bromas, pero mi atención se desvió a la falta de un integrante de la banda. No, no era Zabdiel —quién según los chicos estaba enfermo y no podía salir ni de la habitación—, si no de Richard, quién estaba ausente a la conversación. No me costó mucho encontrarlo al escuchar la tediosa risa de la chica que nos había atendido hace un momento, de hecho el sonido que hacía no me molestaba, creo que era el hecho de que esa risa coqueta era por lo que sea que Richard le estaba diciendo, quién sorprendentemente no dejaba de sonreír ni un momento. ¿Really?. Traté de ignorar esa escena que estaba a metros de mí, y gracias a los chicos no fue tan difícil ya que eran tan activos que te mantenían todo el tiempo pendiente a ellos.

Comenzamos a beber un poco de cerveza, yo no era una fan del alcohol pero a veces tomaba algún trago para compartir y acompañar lo que sea que estuviese comiendo. Además, Erick y Chris empezaron a jugar a los bolos mientras yo hablaba con Jess sobre lo genial que era conocerlos y observábamos pícaramente a Martu, quién estaba sentada junto a Joel, conversando y comiendo animadamente.

—Vengan a jugar chicas, no sean tímidas —bromeó Erick haciendo una seña para que nos acercáramos.

—Dame un par de tragos más y lo que menos seré será tímida —dijo Jess divertida.

—Yo ni siquiera sé jugar —dije sincera al llegar al lado de los chicos.

—Es fácil, bella— comentó Chris.— ven, yo te enseño —dijo para luego tomar mi mano y acercarme a la orilla de la pista de juego. Me pasó el bolo que tenía en su otra mano y comenzó a explicarme. —Tienes que poner los dedos acá y apoyar el peso del bolo en tu mano —cada movimiento lo hizo con su mano sobre la mía mientras yo asentía a cada cosa que me decía. —¿te molesta si me pongo acá?— preguntó Chris cerca a mi oído al posicionarse tras de mí.

—No, no hay problema —le alcanzé a decir. Obviamente no me incomodaba, pero sí me estaba poniendo nerviosa al tener nuestras manos juntas, su cuerpo emanando calor en mi espalda y su maldita y hermosa voz hablándome al oído mientras su rostro estaba acercado a este, logrando estar al lado de mi rostro al mismo tiempo.

Christopher terminó de explicarme el juego, el movimiento que debía hacer con mis brazos y piernas y luego lancé el bolo logrando botar la mitad de los pinos de madera a los que debía apuntar. Chris me "dió los cinco" y me dijo que lo había hecho genial.

—Lamento interrumpir su momento, pero tengo una idea genial —habló Erick.— yo y Jess contra ustedes dos, y la pareja que pierda debe pagar con el reto que les dé quienes ganen —finalizó.

—¡Hecho! —dijimos con Chris al mismo tiempo. Si bien acababa de aprender, me definía como una chica competitiva y esto era perfecto para mí.

Jess sí sabía jugar, pero a pesar de hacer varias partidas terminamos ganando el juego Christopher y yo. Logré derribar todo los pinos en la última partida logrando nuestra victoria, e inconscientemente y por la emoción del momento salté a los brazos de Chris, quién estaba igual que yo y no dudó en levantarme en brazos para celebrar. Las ocho personas que allí habían aparte de nosotros —claramente huéspedes del hotel— nos miraron raro y siguieron en lo suyo.

—No es justo, seguro Lina ya sabía jugar desde antes y nos engañó —dijo un derrotado Erick.

—Sólo tuve un buen profesor —dijo encogiéndome de hombros luego de que Chris me bajara de sus brazos para después poner uno de estos sobre mis hombros.

—¡Ese soy yo, papá! —dijo Chris golpeándose orgullosamente el pecho con su otra mano. —Cuando quieras te enseño lo que quieras —me dijo sonriéndome, logrando encontrar el doble sentido en sus palabras.

Todos rieron por el comentario de Chris y yo lo observé también, aún muy cerca de él gracias a que seguía acercándome con su brazo puesto en mi hombro.

—Te cobraré la palabra —dije sonriéndole de la misma forma.

Todos hicieron una bulla por nuestros comentarios y nosotros sólo reímos. Creo que la cerveza nos estaba haciendo efecto.

Con Chris decidimos que el reto de los chicos era subir a una de las mesas y que bailaran lo más sexy que pudieran.

—Eso lo hago con o sin un reto —presumió Jess.

Ambos tomaron un pequeño vaso con tequila y se subieron a una mesa a cumplir su reto. Describiría con detalles los pasos y el baile que Jess le hacía a Erick pero creo que ya se lo imaginan. Fue épico.

Lo único bueno de que la chica encargada de la sala de bowling estaba compartiendo con nosotros —o más bien con Richard— era que no se quejó o regañó por el desorden que estábamos haciendo.

Luego de un rato, los chicos planearon una salida a un club que había cerca del hotel en donde claramente también iríamos, todos juntos, aprovecharíamos todo el tiempo que pudiésemos con los chicos ya que no estarían en la ciudad por mucho tiempo. Lo que no sabíamos era el desmadre que allí ocurriría...

•••

Chan Chan Chaaaaaaan!

¿Les gustó el capítulo?, ¿Les gustaría que pasara algo entre Lina y Chris?, ¿qué creen que pasará en el club?...por favor den su opinión, que es lo que más o menos le gusta ¡LO QUE SEA!, así sabré cuán interesadas están en que la continue y quizás me motivan a subir capítulos más seguidos 🤷🏻‍♀️

¿la sigo? 👀

Infiltrada. » Richard Camacho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora