Infiltrada. » Richard Camacho.

Capítulo 10

Llegamos a un club llenísimo de gente, tanto que la presencia de los chicos pasó casi desapercibida si no por algunas chicas que se acercaron a pedirles foto.

Seguimos bebiendo cerca de la barra que ya todos estábamos en demasiada confianza entre nosotros.

—¿tienes algo con Richard?— preguntó Chris cerca de mi oído por el alto volumen de la música.

—Creo que tú sabes más de él que yo —traté de desviar la pregunta.

—Por eso te pregunto, lo conozco, y aunque no nos ha dicho nada, la forma en que nos contaba sobre ti nos decía mucho —me miró con una ceja alzada mientras bebía de su botella de cerveza.

Me salvó la campana, o más bien Jess. Ella tomó mi brazo sorpresivamente y me arrastró a la pista de baile, estaba muy bebida pero no era primera vez que la veía bailar así. Le quité la botella de cerveza que tenía en su mano y me la bebí para luego deshacerme de esta y ponerme a bailar con mi mejor amiga.

Luego de unos segundos, sentí como alguien se apegó a mi cuerpo, no tuve tiempo de voltearme a ver quién era ya que Chris me dijo al oído que era él. Comenzamos a bailar muy juntos, él seguía a espaldas de mí y tenía su mano en mi cintura, esto estaba siendo demasiado tentador. Sentía su voz susurrándome parte de las canciones a mi oído, si no me derretía ahí mismo no sé que iba a ser de mí.

Me volteé y este volvió a apegarme a su cuerpo, bajó su rostro para colocar su frente junto a la mía, subió otra de sus manos a mi mejilla y estaba segurísima que me iba a besar.

No sé en qué momento sucedió todo tan rápido que Richard ya me había llevado a las afueras del club.

—¿qué es lo que tú crees que estás haciendo? —preguntó luego de soltarme y ponerse frente a mí. Yo sólo lo observaba sorprendida, no me había dirigido la palabra en toda la noche y ahora lucía molesto. —¿qué pretendes con Chris? —volvió a preguntar al ver que yo no decía nada.— ¿Estás jugando con nosotros?

Y esa última pregunta me había dolido, ¿en serio creía eso de mí?.

Le di una de las miradas más duras que pude entregarle, estaba ofendida, di media vuelta y comencé a caminar lejos de allí, ¿qué se creía? que viniese de él me dolía el doble.

Richard comenzó a caminar a mi lado, nadie dijo nada y sólo pude escuchar un suspiro de su parte.

—¿Y ahora qué? —dije sin ánimos— ¿Te vas a hacer el caballero y me acompañarás a casa después de lo que insinuaste? —dije molesta y dolida.

Richard tomó mi brazo para que dejara de avanzar y me giré a verlo.

—Perdón, ¿pero qué quieres que piense si sabemos lo qué pasó entre nosotros y vas a hacer lo mismo con Chris? —preguntó confuso.— No te vengo a cobrar sentimientos ni decir que está mal o bien, sabemos como va a ser esto, sólo creí que esto era un poco más por cómo nos habíamos llevado —trató de explicar pero esta vez no lucía tan confiado como solía demostrar.

Quedé un poco perpleja ante sus palabras, pensé que yo me sentía así mientras él era todo lo contrario.

—¿Entonces por qué me evitabas? —pregunté esta vez sólo con tristeza, me sentía algo indefensa frente a su mirada.

—Perdón, pero me estaba encariñando contigo y no es fácil cuando no paso más de una semana en un mismo lugar —se excusó— pero eso no era para que fueras corriendo a los brazos de Chris —me regañó esta vez se notaba más calmado.

—No fue así, sólo pasó que...

—Sé como es Chris —me interrumpió.

—¿Entonces ahora qué? —dije desanimada sin saber que rumbo tomaba esta conversación. Richard se encogió de hombros, al parecer estaba igual que yo.— creo que me iré a casa —decidí y comencé a caminar.