Mady
A la mañana siguiente me desperté por la luz que entraba por la ventana de la habitación, al principio estaba confundida por donde estaba pero después recordé todo lo que pasó un día antes, que me quedaría en el apartamento de Jeremy y esta seria mi nueva habitación.
Mi cabeza daba vueltas y empezaba a dolerme, tantos recuerdos agrupados y lo peor de todo: tenía que volver Nicolás enserio ¿no se podía ir de una manera definitiva, salir de mi vida sin más?.
Pero claro, esta es mi maldita suerte.Mentiría si digo que dormí tranquila, la verdad es que no, pero tenía la esperanza de recuperar mi poca tranquilidad.
Por alguna razón llegó a mis recuerdos el beso que sin querer le di a Jeremy, digo sin querer por qué exactamente ahí no tenía que caer, pero por alguna razón termino sonriendo ante el recuerdo.Pero era más que obvio que no podía ser nada, Jeremy es solo mi amigo y eso no cambiaría, tal ves sólo me sentí de esa manera por las emociones que viví a lo largo del día.
Solo espero descubrir que es esto, antes de que sea muy tarde, o antes de que me vuelva loca.
Mejor di la verdad, ya estas loca
¡¡¿Que rayos?!! ¿quien eres tu?
¿No crees que ya estas muy grandecita como para saber que tu subconsciente te puede hablar?
Demonios ya estoy mas que loca
Muy bien dicho
Después de eso terminó la mini pelea con mi subconsciente a este paso voy a terminar encerrada en un manicomio.
Sin ganas ni siquiera de ir a la escuela me levanto y voy directo al baño, me lavo los dientes u decido tomar una ducha. Al salir tomo un vestido de flores simple y unas zapatillas que combinen, me peino y decido hacerme una coleta y listo.
Salgo de la habitación y me encuentro a un Jeremy adormilado sin playera y con solo unos shorts.
–Hola Mad –saluda con voz ronca.
–Hola –por alguna razón me quedo embobada viéndolo, pero rápido salgo de mi transe antes de que mi imaginación valla más haya de lo debido.
–¿Que tal has dormido?
–De maravilla –miento –¿y tú?, ¿Cómo va esa mano? –pregunto dirigiendo la mirada hacia su mano vendada.
–Muy bien, prácticamente nada siento nada eres una gran enfermera –se que me está mintiendo.
–¿A si?, Mmmmm, eso es interesante.
Y solamente por querer comprobar que estoy en lo correcto y que el está mintiendo para hacerse el machito fuerte delante de mi, me acerco a el como si fuera a darle un abrazo pero tomo su mano y doy un leve apretón.
–Demonios Mady eso duele.
–No que ya no te dolía mentiroso –digo cruzando me de brazos.
–Pues no me duele si no la tocan, pero tú la apretaste.
Entrecerre los ojos y asentí conozco a Jeremy y se que está conversación duraría horas o hasta días con lo mismo, pero mínimo admitió algo de lo que quería.
–Esta bien, ya no te diré nada.
–Okey porque quiero ir al baño, y enserio enserio me urge, aparte tengo que bañarme no puedo llegar como un vagabundo, sino las chicas no se me lanzarán. –dijo guiñando un ojo y entrando al baño, para después cerrar la puerta y que no pudiera decir nada más.
No me quedo más que voltear los ojos, siempre que intentaba quitar la tensión de algo o cambiar un tema, trata de hacer alguna broma o dice algo relacionado a las citas que ha tenido con las chicas que no tienen dignidad y le le siguen lanzando.
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¿Por qué de él?
Teen FictionMadison Williams es una adolescente de 17 años con una vida bastante rutinaria y en ocasiones abrumante. Madison es la capitana del equipo de porristas del instituto, es considerada la mas guapa y popular lo que la hace la chica mas deseada, aunque...