5.

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—Vete— Me gritó un molesto pero débil Jinyoung.

Mi cuerpo estaba tenso, el se veía tan mal, tenía lágrimas secas en su rostro, su cabello desalineado y lo peor de todo, sus muñecas escupían sangre, mucha.

Ignore sus protestas.
—Voy a llamar a una ambulancia.
—No lo hagas, vete— Me gritaba con sus pocas fuerzas.
—Bueno le llamaré a tus padres, dame el número de alguno de ellos.
—Maldita sea, que no, ¡vete!

Me volvía loco, el no quería que le hablase a nadie y me pedía que me fuera, sin mentir una parte de mí quería hacerlo, librarme de esa carga pero mi parte racional me decía que tenía que hacer algo ya o Jinyoung se desangraría, y como un ángel se me vino a la mente Jisung, el estudia medicina.

—Te voy ayudar, le voy a hablar a un amigo, el estudia medicina, no te puedo dejar así.

Me vio con unos ojos fríos, parecía no tener alma.

Después de 2 llamadas Jisung contestó.

Hola Dae, ¿qué pasa?
—Jisung, necesito tu ayuda pero debes ser discreto, ¿si?
—Pues dime
—Estoy en mi escuela y un compañero se está de sangrando.
—Mierda, ¿qué pasó?, llama a una ambulancia
—No puedo, ayúdame, por favor
—Bien, ya voy para haya, ¿de donde sangra?
—De las muñecas
—Si puedes hazle un torniquete, intentaré llegar en menos de 10

El ya viene Jinyoung— Me quite la chaqueta y comencé a hacer el torniquete
—¿Qué haces?— Dijo preocupado al verme quitar la chaqueta
—Un torniquete, te dolerá un poco

El comenzó a quejarse, claro que le dolería. En este momento agradecía aquella vez en que Daniel se lastimó y Jisung nos enseñó a hacer un torniquete.

Jisung entró a los baños poco después, cargó a Jinyoung y comenzó a hacerle preguntas.

Al llegar a casa de Jisung, que gracias a todos los cielos no estaba lejos de mi colegio metió a Jinyoung a su baño, saco un botiquín y me pedía las cosas mientras él curaba a Jinyoung.

Me detuve a ver a Jinyoung y veía como lloraba, pero dentro de su llanto yo sentía que había algo más que el dolor físico, era como si su alma era la que sangraba.

—¡Daehwi!, el hilo— Me despertó Jisung de mis pensamientos.
—¿Qué harás Hyung?
—Dae solo pon atención a lo que te voy pidiendo, ¿si?
Voy a tener que hacer puntos en algunas de tus heridas ¿si?, te va a doler pero necesito que seas fuerte— Le dijo a Jinyoung.

Al terminar de curarlo, lo ayudamos a subir al cuarto de Jisung y el le pido que descansara unas horas.

Al bajar sabía que miles de preguntas me iban a bombardear, así que hice lo mejor que pude para esquivarlas.

—¿En donde está Hyubin?, hace tanto que no lo veo
—Daehwi no intentes desviar la conversación. Date un ducha y después hablamos.

Me lave rápidamente las manchas de sangre en mi cuerpo y lave mi ropa que estaba igual y al salir del baño sabía que se avecinaba.

—¿Quien es el?
—Se llama Jinyoung
—Me di cuenta, pero ¿qué pasó?
—Te voy a contar, no me vayas a interrumpir.

Y le relate todo el drama de las últimas horas, él tenía expresión de asombro, y al mencionar a Samuel parecía que mencionaba un fantasma. Al terminar el agregó.

—Ósea acabó de salvar al hijo de BoA.
—Pues si, pero debes ser discreto, por algo Jinyoung no quería ir a un hospital.
—Claro, pero Dae, ¿si te das cuenta?—Se levantó, fue al refri y me lanzó una soda
—¿De qué?
—Tú amigo o compañero o bueno como lo llames, se intentó suicidar

Me sentí estupido, claro, por eso me pedía que no llamara a nadie, que lo dejara ahí.

—Sin duda se arrepintió en un último momento, tuvo miedo y gracias al cielo tú lo encontraste.
—Si— Me sentía tan aturdido.
—Dae, yo sé que no te corresponde pero deberías ayudarlo, avisarle a alguien, no por nada te quieres suicidar.
—Debería.

Al ver mi desconcierto Jisung comenzó a bromear y hablarme de otras cosas hasta que escuchamos que alguien se movía arriba.

—Debe ser el, sube a ver cómo sigue— Me indicó Jisung.

Al entrar lo encontré sentado en la orilla de la cama, viendo hacia la ventana.

—Mmm Jinyoung, ¿cómo estás?
—Bien.
—¿Necesitas algo?— No mentiré, esperaba que el me diera las gracias o algo, no con otra respuesta fría.
—Mi chofer ya viene por mi.
—Ohh bueno.

Y todo se quedó en un incómodo silencio, el viendo hacia la ventana y yo sin comprender bien la situación.

—Jinyoung, yo no sé qué pase contigo pero realmente si tú necesitas un amigo con quien hablar me tienes a mi, podría ayud...
—No necesito ayuda— Me interrumpió.
—Pero.
—Pero nada, piensa que jamás me encontraste, que jamás me hablaste, que no viste nada de lo qué pasó hoy, dime si tú amigo necesita algo de dinero.
—No, claro que no, solo quería ayudar.
—Bien.

Sus palabras eran frías, pero la entonación era helada, de esa que atraviesa los huesos.

Veinte minutos después vinieron por él y se fue, como si ninguna alma hubiese estado ahí, con nosotros.

Jisung me llevo a casa en donde Min se enojo por no contestar y dejarlo plantado, gracias al cielo nadie notó que llevaba ropa distinta al uniforme y que mi uniforme estaba mojado.

Mi alma se sentía pesada, a pesar de que la tormenta había pasado o eso creía.

Inmortal song-Jinhwi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora