V. No... tú no

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—¡No responde Alex!

—Kara, cálmate ¿Vale? La encontraremos.

—Esa imbécil me dijo que Lena se fue de viaje. He ido a L-Corp y no está. ¡Lena vendió CatCo! ¡Le vendió CatCo a esa estúpida!

—Veo que tu nueva jefa no te agrada. —Alex intentó quitarle hierro al asunto—. A ver, Kara... Acaba de morir su hermano ¿Recuerdas? Lena ha pasado por demasiadas cosas, tal vez solo necesitaba descansar.

—¿Pero por qué no me lo dijo Alex? —La mujer no supo qué responder a esa pregunta.

—¿Por qué no hablas con Lillian Luthor? Tal vez ella sepa algo. —Los ojos de Kara se iluminaron.

—Tienes razón, iré a verla.

Kara se apresuró y se dirigió hacia la cárcel de National City.

.

—¿Sabes? Me preguntaba cuánto tardarías en venir. —La voz firme de Lillian inundó la sala de visitas.

—¿Sabes dónde está Lena? —Kara preguntó con rapidez, no tenía intención de dar vueltas.

—No, no lo sé. Ahora: ¿Tú sabes por qué se fue? —La mayor arqueó sus cejas, Kara frunció el ceño—. Imagino que no.

—¿De qué hablas?

—¿Cómo crees que Lex murió? —Kara la miró aún más desconcertada—. Vi en televisión que falleció a causa de la explosión. ¿Sabías que no es así? Lena lo mató.

—Eso no es cierto. —Refutó Kara. Lillian rió negando.

—¿Por qué mentiría, Kara? Lena mató a Lex después de inyectarle aquél antídoto contra el Harun-El. Ella misma me lo contó. Ahora, ese no es el motivo por el cual Lena se fue. El motivo eres tú.

—Deja de dar vueltas. ¿De qué hablas? —Kara comenzó a alterarse.

—Lena vino anoche. Creí que vendría a hablar por la muerte de Lex, ella me dijo que lo había matado pero no me contó lo que él le dijo antes de morir. Kara, Lex le reveló tu identidad.

—¿Q- qué...? —La kryptoniana tomó una bocanada de aire, sintiendo de repente que no podía respirar.

—No sé bien qué le dijo, pero por como Lena estaba, no fue nada bueno. Lex le dijo a Lena que tú eres Supergirl. Por ese motivo Lena se fue.

—¿Dón- dónde? —Kara dejó de hablar y se sentó en la silla que estaba frente a Lillian. La rubia sin darse cuenta había comenzado a llorar—. Se su- suponía que yo- yo le diría.

—Le dije a Lena que, seguramente, tú pensaste en contarle. Pero no me escuchó. Lena está convencida en que tú y tus amigos son unos farsantes.

—¿Mis amigos? Pero... Lena antes de ayer- en la noche- ella...

—Sí, me dijo. Estuvieron en la casa de J'onn. Lena creyó que le dirías la verdad, como no lo hiciste... Habrá tomado esta decisión.

—¿S- sabes dónde fue?

—No, Kara. Lo siento. —Kara miró a Lillian a los ojos y supo que la mujer Luthor no mentía, ella realmente lo sentía.

.

Dos meses después.

—Kara, escúchame... Es peligroso, no sabemos con quién te estás enfrentando.

—No me importa, Alex. Hay civiles ahí. Ellos me quieren a mí, entonces iré.

—Iré contigo. —Nia se unió a la conversación.

—Iré yo sola, es peligroso. —Kara comenzó a alejarse del DEO. Alex y Nia se miraron preocupadas.

—No la dejarás sola ¿No? —Alex fijó la vista en la chica. Ésta negó.

—Por supuesto que no, vamos Brainy.

Kara, después de su conversación con Lillian, se apresuró en hablar con Alex. La rubia le contó a su hermana todo lo que la mujer Luthor le había dicho y ambas, con la ayuda de sus amigos, buscaron a Lena sin cesar.

La desesperación de Kara, los primeros días, era alarmante.

Por otro lado, Kara debía lidiar con Andrea, quien parecía regocijarse frente a su dolor. En una conversación con la nueva CEO, ésta le había dicho que Lena era su ex pareja. Kara no lo admitiría pero, desde ese momento, la mujer le caía de mal en peor. Claro, la rubia estaba celosa.

Con el correr de los días, los amigos se fueron dando por vencidos. Si Lena quería que no la encontraran, lo había hecho bien. Pero Kara no se rendía, la seguía buscando por todo el Mundo.

Aún la kryptoniana no había tenido suerte.

Dos meses después de la ida de Lena, Kara se encontraba yendo a una peligrosa misión. Un nuevo grupo anti-alienígenas había aparecido en la ciudad. Este grupo estaba amenazando con terminar con la vida de personas inocentes si Supergirl no se entregaba. Y, por supuesto, Kara no dejaría que alguien salga herido por ella.

Kara llegó al lugar, una vieja edificación propiedad de Lex Luthor. La kryptoniana creía que este nuevo grupo anti-alienígena era un grupo que el propio Lex había creado antes de morir.

—¡Aquí estoy! —Kara gritó—. ¡Suelten a los civiles! —El canal de noticias nacional se encontraba transmitiendo en vivo, pues era la noticia del día.

Kara, al no obtener respuesta, se adentró en el lugar.

—Cumpliremos con el pacto, Supergirl. —La voz de una mujer inundó la sala—. ¡Liberen a los civiles! 

Un grupo de seis hombres comenzó a sacar a las personas del lugar, algunos eran niños y otros jóvenes, humanos y aienígenas. Todos ellos se mostraban asustados, pero estaban aún más preocupados: Sabían muy bien que Supergirl se estaba arriesgando por ellos.

Una vez todos los civiles abandonaron el lugar, Kara quedó a solas con aquella mujer y sus secuaces.

—Por fin podemos hablar, Kara. —La mujer se quitó la capucha que la envolvía y el corazón de Kara se rompió.

—No... tú no.

—¿Me extrañaste? —Lena clavó sus ojos verdes en ella—. No intentes nada estúpido, Kara —La mujer sacó del bolsillo de su pantalón una pequeña cajita y la abrió: kryptonita—. No me hagas enojar ¿Si? —Uno de los hombres tomó la kryptonita y se acercó a Kara, poniéndole el mineral alrededor del cuello; Como un colgante.

—Lena... No... Te- te busqué. —Kara desvió la mirada al suelo, sus lágrimas amenazaban con salir.

—No soy fácil de encontrar ¿Eh? —Lena la miró altanera—. Siempre estuve aquí, Kara. Siempre.

—No... ¿Cómo? —La pelinegra carcajeó al ver a Kara tan consternada.

—Mira, Kara. Haremos esto fácil ¿Vale? —Un hombre se acercó a la mujer y le dio un arma—. En estos dos meses, estuve entretenida creando una bala en particular. Una bala de kryptonita, pero... digamos que esta bala es especial. —Lena sonrió.

—No puede ser. —Kara dijo ahora secándose las lágrimas. La kryptoniana, a pesar de la kryptonita, agudizó su oído y escuchó el corazón de la joven Luthor—. No eres ella.

—¿Pero qué demonios dices? —La pelinegra cargó el arma, apuntando a la rubia.

—Su corazón late distinto. —Fue lo último que Kara pudo decir antes de oír el sonido del disparo.

Kara intentó esquivar la bala pero, por un lado, la kryptonita estaba haciendo efecto y, por el otro, esa bala viajó a una velocidad abismal. La bala se clavó en su estómago.

—¡Kara! —La voz de Nia inundó el lugar. La chica y Brainy justo habían llegado.

Tanto Nia como Brainy miraron a la joven Luthor. Éste último se apresuró en atraparla. La mujer no se resistió.

—Lo hecho, hecho está. La kryptoniana morirá.

You're with me, right? - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora