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¡Tengo náuseas! Quiero largarme de este lugar de inmediato.
Bajé las escaleras del local y sentí el aire fresco chocar con mi cara. Amo ir de fiesta de vez en cuando y amanecerme hasta las cuatro de la mañana, pero ese lugar estaba abarrotado.
-¡Miah!- gritó uno de los chicos que andaba con mis amigas y yo. Por cierto ¿dónde están todos? La cabeza me da mil vueltas.
El chico alto, de piel trigueña y ojos cafés se acerca a mi y toma mi brazo con cuidado. Su cabello ni muy largo ni muy corto luce un poco despeinado , pero aún así se ve guapísimo. Me quedé admirando su rostro por unos segundos y me sonrojo inmediatamente al ver su sonrisa pícara. Cambié la mirada rápidamente y me solté de su agarre.
- Has tomado mucho, ¿quieres que te lleve a tu casa?- Abrí los ojos y me negué rotundamente.
-¡Es muy temprano! Quiero seguir disfrutando de la fiesta.- Hice un puchero como niña pequeña. Si aveces suelo comportarme un poco inmadura, pero no me importa. Bryan tomó mi mano y me arrastró hacia la calle. Seguimos caminando y nos detuvimos al estar frente a su auto. Fruncí el ceño confundida.
-No te voy a secuestrar, sólo cambiaré mi camisa.- Comencé a marearme, creo que el alcohol estaba haciendo efecto en mi. El hecho de estar en una calle casi obscura y solitaria me daba un poco de miedo. Empujé a Bryan hacia dentro del auto y cerré la puerta con seguro. Nos encontrábamos en la parte de atrás, yo mirando por la ventana y el algo confundido. -¿Qué rayos fue eso?- Preguntó.
Entrecerré los ojos y tomé su barbilla. No había mucha luz, sólo un poste que alumbraba un poco la calle y podía ver pequeños rasgos de su cara. Lentamente me acerqué y besé la comisura de sus labios. El quedó perplejo, luego de unos segundos me siguió el beso. Suavemente fui subiendo mis manos hacia su cabello y comencé a acariciarlo mientras el beso se hacia cada vez más intenso. Sentí su mano subir por mi muslo atrayéndome hacia el , provocando que me sentará sobre sus piernas a horcajadas. Realmente no estoy pensando y puede que a la mañana siguiente no recuerde esto, pero aún así me dejó llevar por el momento. Bryan separa sus labios de los míos lentamente y soba mi cabello hacia atrás, mientras yo estoy embobada por tal acto.
- Miah, debemos regresar- susurró lentamente pero no puedo pensar claramente, la cabeza me da vueltas y el sueño me está invadiendo. Ignoré por completo sus palabras y me incliné hacia al frente, colocando mi cabeza en su pecho. Mis párpados se hacían cada vez más pesados.

(........)

-¡Miah apúrate, van a ser las siete!- Escucho los gritos de mi madre al otro lado de la puerta. Me revuelco por la cama ignorando sus palabras y mi celular comienza a sonar. ¡Genial! Tengo un dolor de cabeza horrible y tengo los humores en el trasero de mi gato. Tomé el aparato y me sorprendí al ver todas las notificaciones que tenía. Contesté unos cuantos mensajes y opté por levantarme de mi preciada cama. De mala gana me quité la ropa y me adentré en la ducha, abrí la llave y sentí el agua caliente impactar mi cuerpo suavemente. Pequeños flashbacks de la noche anterior vinieron a mi mente. Sé que llegue a un pop con mi mejor amiga Ally y luego nos encontramos con amistades de ambas, yo no soy de ir mucho a esos lugares. Luego se nos unieron André y Bryan, amigos de mi mejor amiga Ally los cuales aún no conozco bien. Bryan y yo chatiamos aveces pero no somos amigos como tal. Recuerdo haber tomado la botella de vodka y esparsirla por los aires mojando a todos a mi alrededor incluyendo Bryan, quien luego me la quitó. Reí por lo bajo al recordar semejante bobada. Bebí todos los tragos habidos y por haber y mis amigas se esfumaron pero no me importaba, yo sólo bailaba energéticamente y saludaba a todo el que se me parase al frente. También recuerdo que el lugar comenzó a llenarse y salí para tomar un poco de aire, ¡oh y Bryan! fuimos a su carro... ¡Que vergüenza! ¿Como fui capaz de besarlo? ¡Y en su auto! Recordé pequeñas partes de la escena y ¡ay no! Apenas nos estamos conociendo. Talvés ahora piense mal de mi y ya no quiera ser mi amigo. Soy una estúpida. Espero que haya estado bastante tomado y no recuerde nada.
Salí de la ducha y opté por unos jeans rasgados en las rodillas, una camisa blanca señida al cuerpo y una tenis Nike del mismo color. Deje mi cabello al natural con unas pocas ondas en el área de las puntas y lacio en el área de la raiz. Me miré en el espejo y me maquillé al natural. Mi cabello era un color castaño claro, lo amaba. Soy bastante alta y mi tez un poco clara, mis ojos son castaños y algo grandes. No tengo la mejor autoestima del mundo pero tampoco me considero fea. Me siento bonita, en mi propia piel con mi propio cuerpo y mi manera de ser. Aunque aveces tengo unos humores que ni yo me soporto. Sonreí en el espejo y tomé mi mochila lista para irme a la prisión que tengo por escuela.

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