la manera en que jaemin se sentía cuando estaba con renjun no era normal. se sentía de una manera tan hermosa y mágica, que aveces, le asustaba que parte de su felicidad dependiera del mayor. porque este tenía algo, que le hacía sentir muchas cosas en su estómago, simplemente cuando lo escuchaba hablar, o cuando lo miraba leer. pero no entendía el porqué, o el cómo había llegado a ese punto.
le asustaba. el simple hecho de sentirse así, y que tal vez fuera el único. pero es que de su mente, aquel chico no salía.
deseaba poder decir todo sus sentimientos, sin parecer un tonto, sin sentir miedo. porque como se sentía, parecía totalmente irreal. digno de un cuento de hadas, o eso pensaba en las noches que no podía dormir, dándole vueltas al asunto.
y ahora, se encontraba ahí, tratando de dormir, mientras el moreno dormía a su lado. habían hecho una pijamada, luego de que el mayor decidiera rechazar una cita, y venir con él, como le había propuesto.
y este dormía, su respiración era calmada. la lluvia chocando con los vidrios probablemente lo ayudaba a dormir tan tranquilamente.
miraba su perfil, su naricita perfecta, sus labios, sus cabellos un tanto despeinados, sus ojitos. mirar a renjun se había vuelto su pasatiempo favorito.
soltó un suspiro, volteandose, para ver el techo.
buscó la mano del contrario, hasta que sintió sus delgados dedos, tomándolos, y entrelazandolos con los suyos. cerró sus ojos por unos instantes, intentado regular los latidos de su corazón. llevaba toda la vida de conocer al mayor, pero de todas maneras, cualquier tacto con él hacía que su corazón latiera rápido.
cerró sus ojos, calmando su respiración, escuchando tan solo la lluvia, e intentando dejar su mente en blanco por unos instantes, hasta que pudo conciliar el sueño.
-hay palabras en mi pecho, que quiero dejar salir.
-dejen su voto. :(♡
