03: Explicaciones

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Orien:



Por mi parte hubiera dejado que se quedara allí, pero necesito de ella por ahora, así que no puedo dejar que muera o algo así. La llevaré a otra habitación y dejaré que descanse y coma algo.

Había algo en ella que me hacía recordar muchas cosas, cómo si esto lo hubiera pasado antes, hay cosas que me parecen muy familiares y esa es una de las razones por las que debo conservarla conmigo más tiempo.

Salí y cerré con llave para que no pudiera huir, una hora después fui a ver si ya había despertado. Entré y vi a la chica de cabello largo y rubio, parada frente a la ventana.

- Ni se te ocurra escapar - volteó sorprendida - debemos hablar.







Leah:

Cuando desperté estaba en otra habitación, ésta era más grande y tenía unos muebles que parecían antiguos pero muy elegantes, estaba acostada en una muy cómoda y suave cama, me levanté y caminé hacia la puerta pero al intentar abrirla noté que estaba con llave.

Me dirigí a la ventana, con intenciones de salir de allí, pero estaba alto, y lo único que pude ver fueron árboles y más árboles, de repente una voz algo grave y profunda me sorprendió e hizo dar vuelta hacia donde provenía.

Al hacerlo me encontré con un hombre alto, con cabello negro y unos impactantes ojos grises.

- Debemos hablar - se sentó en una silla - seré muy directo, necesito tu energía para poder alimentarme - no supe como reaccionar ante eso - así que no puedo dejar que mueras, dejaré que te quedes conmigo hasta que ya no necesite de ti, te explicaré lo que soy...

- ¿Eres un vampiro? - interrumpí.-

- ¿Qué? - preguntó algo ofendido y luego sonrió mostrando sus colmillos - no, no soy uno de esos engendros, soy un íncubo.

- Pero tienes colmillos.

- Si, pero...

- Y bebiste de mi sangre.

- Pero no soy un vampiro - frunció el entrecejo.-

- ¿Estás seguro? - insistí.-

- Maldita esa, estoy seguro que no soy un vampiro - habló enojado con voz alzada - lo repetiré otra vez, soy un íncubo, me alimento de la energía de las chicas, cómo lo hago contigo.

- Pero, ¿por qué me secuestraste a mi?

- No fue planeado, estabas sola y vi mi oportunidad.

- ¿Me dejarás libre?

- No, ya te expliqué que necesito de ti, y no voy a dejarte ir - explicó con calma, como si fuera algo sin importancia - pero tampoco quiero que vivas aquí sin hacer nada, así que serás mi esclava.

- ¿Tu esclava? - pregunté atónita.-

- Si, harás lo que yo te diga cuando yo diga - se levantó de la silla - en una hora te espero abajo para que comas y luego comiences a cumplir mis ordenes - caminó hacia la puerta - la dejaré abierta, pero si intentas escapar, atente a las consecuencias - salió de la habitación pero regresó al segundo - antes que lo olvide, tus cosas están allí - señaló donde estaba mi mochila y se fue.-

No me acordaba de ella, fui a buscar mi teléfono y al encenderlo rogué para que funcionara pero para mi desgracia no había señal y tampoco tenía mucha batería, maldición no quiero ser su esclava, y lo haga o no siempre moriré, no tengo opción.







《3》

Incubus  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora