Capitulo 2: El Bosque Encantado

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La noche llegó demasiado pronto. La lluvia había pasado pero un gélido frío había tomado su lugar.

Jon no queria dormir en el Torreón así que comenzó a prepararse para pasar la noche fuera. Había estado intentando armar una especie de techo amarrando su capa a la rama de un árbol mientras que el otro extremo iba colocado sobre una roca, pero la tarea no resultaba sencilla, no cuando tenía tantas cosas en la cabeza que le impedían concentrarse en lo que estaba haciendo.

La chica.

#########Flashback##########

Ghost había regresado con un par de conejos en el hocico. Al menos tendrían algo para comer esa fría noche.

Jon estaba sentado sobre una pequeña roca mientras afilaba cuidadosamente su espada. Sin embargo su mente estaba ocupada pensando en algo más.

El tío Bennjen.

Había escuchado a Craster. Bennjen Stark no había pasado por allí está vez.

Jon comenzaba a preocuparse. Aunque no creía que estuviese muerto si pensaba que talvez los salvajes podrían haberlo capturado. Era un Stark después de todo. Sería un prisionero demasiado valioso para Mance Ryder.

Un suave carraspeo interrumpió sus pensamientos.

Sam estaba a su lado sonriendo como un niño, y unos pasos tras el habia una pequeña figura femenina.

Jon se levantó tan rápido que la espada que tenía en su regazo cayó al suelo.

- ¿Qué crees que estás haciendo?- Sam aún seguía sonriendo a pesar del tono amenazador en la voz de Jon.

- Su nombre es Gilly. Ella necesita nuestra ayuda.- dijo y luego se volteó para indicarle a la chica de que se acercara.

- No puedes hablar con ellas Sam. Con ninguna. ¿Acaso estás ansioso por quedarte sin mano?

- No la toqué Jon- Sam se puso serio de repente. - Está embarazada.- soltó aquellas palabras como si creyera que con eso la situación cambiaría.

Y lo hizo. Pero cambio para peor.

- Y que quieres hacer con ella. ¿Planeas secuestrarla?- Sam se quedó en silencio.

La chica, que había permanecido callada hasta ese momento se acercó un poco más a ellos.

- Es hermano de un Rey ¿verdad?- Jon no contestó. Su pregunta lo había tomado por sorpresa. ¿Que importaba eso ahora? - Lo reyes protegen a los débiles y a los inocentes. O eso es lo que siempre creí.-

Gilly llevo sus manos a su vientre que ya comenzaba a tomar la forma de un embarazo.

- Mi bebé es inocente y también es débil. Al igual que yo. Cuando nazca, si es un niño, no podré protegerlo. Sólo le pido que me lleve con usted hasta la muralla. Ni siquiera necesito un caballo, puedo caminar o correr si quiere.

- Espera ¿Dijiste un niño? ¿Protegerlo de qué?- por un momento pareció que había dejado de respirar. El rostro de la chica cambio de un instante a otro. Gilly observó a ambos con una expresión de completo terror. Comenzó a retroceder casi como si se sintiera acorralada y antes de que alguno de los dos pudiera detenerla se echó a correr.

El Fuego del NorteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora