Inquietudes (Ramsés)

908 48 2
                                    

Cuando era niño siempre anhele que el amor llegara a mi vida. Nunca quise un matrimonio de conveniencia, uno que beneficia únicamente al reino.

Todos los días veía a mis padres, sabía que su matrimonio no era por amor, era por los intereses políticos del pueblo.

Conforme fui creciendo reafirme la creencia de que me quería casar enamorado, quería que la mujer que reinará a mi lado me quisiera.

Estuve tanto tiempo enamorado de Nefertari, pensaba que ella era la mujer enviada por los dioses para cumplir mi deseo de un gran amor, pero mi padre no lo permitió ya que ella no traería ningún beneficio al reino.

Luego llegó a mi vida Maya, con ella creí que podría olvidar mi amor por Nefertari, decidí hacerme a un lado, por Moisés, por Nefertari, por mi. Si una mujer me quería no debería de dudar entre escogerme a mi o a Moisés.

Maya fue un rayo de luz en la tiniebla que me encontraba, fue una amiga, me ayudó a seguir adelante y soportar ver a la mujer que amaba con mi hermano. Creí que con el tiempo la podría amar como ella me amaba.

Pero no, los dioses decidieron quitarmela y a pesar del dolor que su muerte provocó erróneamente creí que era una señal de los dioses quienes me estaban indicando que ella no era la indicada, idea que reafirme con la huida de Moisés y la muerte de mi padre.

Me case con Nefertari creyendo que ella llegaría amarme, que ella era lo que siempre anhele, pero con el transcurrir de los años me di cuenta de que estaba equivocado.

Su compañía no era un alivio, jamás pudo llegar a verme como veía a Moisés aún después de haber tenido un hijo juntos.

Derepente empecé a soñar con una mujer, siempre que aparecía en mis sueños era para guiarme, para consolarme, nunca le vi el rostro pero su cercanía me reconfortaba, todas las noches esperaba soñar con ella.

Nefertari cada vez se alejaba más de mi, sumida en los recuerdos del pasado. Cuando Ikeni me aviso que Moisés había regresado a Egipto sentó una gran alegría por el regreso de mi hermano, pero a la vez temor por que se lo que eso significaba para mi matrimonio.

Me lo merezco, estaba tan obsesionado con la idea del amor y Nefertari que realmente más que amor era una obsesión.

Discutía con ella durante la fiesta celebrada por el regro de mi hermano cuando la vi. Se veía como una diosa, no pude apartar mi vista de ella y cuando la tuve frente a frente y la vi a los ojos me di cuenta de que ella era la mujer con la que soñaba todas las noches.

Pero grande fue mi desilusión cuando me di cuenta de que era la esposa de mi hermano, otra vez él había llegado primero.

Trate de no pensar en ella, pero me basto un momento para darme cuenta de que tenía que averiguar por que motivo aparecía en mis sueños, el porque su solo presencia me afecta. No e cruzado mayores palabras con ella pero algo me dice que si soñé con ella es porque es de gran importancia y los dioses mediante sueños me lo avisaron.

Le ordene a Ikeni que no permitiera que ella saliera de palacio, tenía que poder pasar más tiempo con ella, descubrir el misterio que es.

Cuando me di cuenta de que el plan no funcionó estaban tan molesto, hasta que escuche los gritos de Moisés, corrí lo más rápido que pude y cuando la vi tirada e inconsiente sentí un miedo profundo, aun mayor que el de la muerte de Maya, sin pensarlo mucho la tome en mis brazos y la lleve a mis aposentos. Moisés no permitió que Paser la curará con nuestros dioses. Aproveche que él se había alejado y me acerque a la cama donde ella se encontraba aún sin despertar, tome sus manos en las mías, sentí la misma chispa que la primera vez que nos vimos.

Y me di cuenta de que no importaba que pasara más adelante ella tendría que quedarse conmigo.

Cuando despertó y al levantarse no pudo sostenerse me di cuenta del daño que le cause, por mi capricho ella estaba lastimada.

Moisés quería llevársela de mi lado, pero en ningún lado estará mejor cuidada que en palacio, no permitiré que la lleve a la villa de los hebreos ese no es lugar para ella.

Nefertari esta molesta lo vi en su mirada cuando dije que Zipora permanecería en mis aposentos y que yo mismo me encargaría de sus cuidados.

Haciendo un repaso de mi pasado me pregunto si esta mujer no es la respuesta a tantas plegarias a los dioses en mi niñez, sea como sea se que ella tendrá un papel muy importante en mi vida.

........................................................................ Hola a tod@s, se que tenia mucho tiempo sin escribir, pero había perdido un poco la inspiración.

Espero que el capitulo sea de su agrado y perdonen la demora.

Gracias a todos aquellos que desde un principio leen mi historia, especialmente a aquellas personas que cada vez que comentan los capítulos alegran mi día con sus comentarios.

Nos leemos luego, en otro capítulo de Amores Invencibles.

Saludos

Amores InvenciblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora