Capítulo 6: Black Butterflies and Déjà vu

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"I lose my voice when I look at you, can't make a noise though I'm trying to tell you all the right words. Waiting on the right words. Just another lovesick afternoon, black butterflies and déjà vu" (Pierdo mi voz cuando te veo, no puedo emitir el sonido aunque lo intento para decirte las palabras correctas. Esperando las palabras correctas. Sólo otra tarde enferma de amor, mariposas negras y déjà vu).

Valentina sentía como la observaban esos penetrantes y profundos ojos café, pero no podía esquivarle la mirada. Juliana no sólo tenía una belleza difícil de explicar, con su mandíbula marcada, su barbilla partida, su piel tersa y bronceada, su cabello oscuro y sedoso. Había todo una energía misteriosa que la rodeaba. Valentina se sentía atraída a ella como un imán, como una abeja a la miel, como si Juliana fuera el sol y ella cualquier otro planeta del sistema solar orbitando a su alrededor, ansiosa por recibir su calor y su luz. Otra vez, esa terrible urgencia de hablarle sobre cualquier cosa con tal de cruzar alguna palabra con esa extraña, la invadió por completo. Necesitaba saber más de ella y prolongar su encuentro un instante más o una eternidad si fuese posible. No recordaba si alguna vez se había sentido atraída por una mujer, porque sinceramente recordaba muy pocas cosas sobre su vida, principalmente sensaciones. Tal vez si podía reconstruir algunos recuerdos e incluso había recuperado gran parte de su memoria, pero eran las cosas más bien abstractas las que fallaban. La conexión con su familia o amigos, sus sentimientos en general eran la confusión más grande que le había generado el accidente. Pero con Juliana era totalmente diferente, tenía muy claro lo que estaba sintiendo, el problema era que no sabía exactamente qué lo estaba generando.

- Juliana, si no te importa, iré a buscar un café antes de comenzar nuestra sesión - La voz de Camilo interrumpió completo el momento de tensión que se había generado, pero era evidente que lo que buscaba era dejarlas solas. Valentina lo agradeció por un momento, pero en cuanto el desapareció de la habitación, notó como el nerviosismo se apoderaba por completo de su ser. ¿Qué podía decirle a Juliana? No la conocía, no tenía idea de quién era o qué le gustaba.

- Hola - Fue el único sonido que pudo emitir, no encontraba las palabras correctas para lo que realmente quería decir, porque en verdad no sabía lo que era.

- Hola - Respondió Juliana en un tono casi inaudible, sus mejillas se tornaron un poco rojas y Valentina no pudo evitar sonreír por la situación.

- Lamento... Lamento haberme quedado viéndote el otro día en el cementerio, y también aquí. No sé que me sucede - Valentina sentía que las palabras se cortaban antes de poder salir de su boca.

- ¿Qué te sucede con qué? - Juliana la observó confundida.

- Bueno, o sea... No sé. Lo siento, es que mi cabeza es un lío a veces y me cuesta encontrar las palabras que quiero decir. Me refiero a que no sé lo que sucede contigo - se sonrojó al decir eso - No en plan de que me pase algo contigo, no quiero decir eso. Pero, no sé. Simplemente hay algo en tí que me resulta familiar - Suspiró como si finalmente hubiera podido sacarse un peso de encima.

- Es extraño, ¿sabes? Porque me sucede lo mismo. Desde que te ví aquí el otro día, siento que te he visto antes. Lo cual es imposible, porque creo que recordaría haberte visto - Juliana se sorprendió a sí misma al darse cuenta que estaba de alguna manera coqueteando.

- Mmm, gracias, supongo - Comentó Valentina mientras un ferviente calor se apoderaba de su rostro.

Se quedaron en silencio por unos segundos, hasta que Camilo regresó y tuvieron que despedirse. En el momento en que Juliana cruzó la puerta, Valentina ya estaba deseando llegar a su próxima sesión y poder verla, aunque fuera unos escasos minutos.

Dos días más tarde, Valentina llegó a su sesión desesperada porque terminara y volver a ver a Juliana.

Siguió a Camilo hasta el consultorio y se recostó en el diván con una enorme sonrisa en su rostro, imposible de disimular.

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