Capítulo 2: Identify

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"Some things are out of my hands. I'm what time and consequence have made me" (Algunas cosas están fuera de mis manos. Soy lo que el tiempo y las consecuencias me han hecho).

Ya habían pasado muchos meses desde el accidente, pero Valentina todavía se sentía completamente perdida. Ni uno solo de todos los estudios que le habían repetido 4 veces mostraba algún tipo de indicio de que hubiera algo mal en su cabeza. Los especialistas aseguraban que simplemente debía estar aún en estado de shock post traumático y por eso no lograba recordar algunas cosas. Pero ella presentía que había algo más, todo simplemente estaba fuera de lugar. Su familia había intentado ayudarla a reconstruir lo que le había sucedido, pero no había olvidado solamente el accidente, sino cosas realmente importantes. Pero eso no era lo que más le preocupaba, porque de a poco lograba ir reconociendo a sus hermanos y a sus amigos. El problema era que no lograba reconocerse a sí misma. Sentía que estaba viviendo su vida desde afuera, como si no le perteneciera. No podía identificarse en ninguna historia, ninguna anécdota, en su casa, en su habitación. Todo le parecía ajeno. Y lo peor de todo eran sus sueños, que la llevaban una y otra vez a lugares extraños, a personas desconocidas pero que la hacían sentir más a gusto que quienes la rodeaban cuando estaba despierta.

Estaba recostada en su cama leyendo su diario, cada evento importante de su vida estaba detallado en esa colección de cuadernos que había comenzado a escribir a los 10 años. Y, aunque al leerlo lograba evocar las imágenes en su memoria, no había nada que la conectara con esos recuerdos. Había pasado por muchas cosas en su vida, la muerte de sus padres, crisis financieras de la empresa que habían intentado mantener junto a sus hermanos, varias relaciones amorosas fallidas. Pero nada se había sentido tan horrible como esto. Observar su vida sin poder identificarse con nada ni con nadie. Sentirse una extraña en su propio cuerpo, no reconocer su mirada en el espejo. Aunque, al menos había algo que sí se sentía como propio, su nombre.

Unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos. Su hermana Eva se asomó lentamente pidiendo permiso para entrar.

- ¿Vas a bajar a desayunar? - preguntó mirándola con preocupación.

- No tengo hambre la verdad, pero puedo hacerles compañía - respondió Valentina poniéndose de pie.

- Pues sí, nos gustaría. Además, queríamos hablar contigo sobre algo -.

Valentina siguió a Eva hacia la planta baja y se sentaron a la mesa, donde Guille las estaba esperando. Cuando se sentaron, un absoluto silencio se apoderó de cada rincón de la casa. Sus hermanos lucían realmente serios y Valentina empezó a sentirse asustada e intimidada.

- Vale... - dijo Guille en un tono casi tembloroso - estamos realmente preocupados por tí. Sabemos que el accidente aún es muy reciente y necesitas tiempo para recuperarte pero... Nos gustaría que vuelvas a considerar la idea de ver a un especialista. Sabemos que no es algo que te fascine, pero no tiene que ser un desconocido que vaya a hurgar en tus recuerdos. Estuvimos hablando con Eva y pensamos que sería bueno que veas a Camilo - la preocupación en las palabras de Guille la alteró por completo. Realmente quería que ellos estuvieran tranquilos, deseaba poder decirles que estaba bien. Pero se sentía cada vez más enajenada, como una extranjera en su propio mundo. Y los recuerdos... Todo era un desastre en su cabeza. Sabía que necesitaba ayuda, pero le daba pánico imaginar lo que podía encontrar en su mente si alguien ahondaba en ella. La aterraba desenterrar lo que fuera que había conseguido suprimir después del accidente. Pero era momento de superar sus miedos y darle un poco de paz a sus hermanos y tal vez, si tenía suerte, a ella misma.

- Camilo... Camilo... Era amigo de papá, ¿verdad? - recordó rápidamente. Aún en la oscura e impenetrable laguna que se había convertido su cerebro lograba rescatar algunos nombres y rostros. Eva asintió.

- Creo que el puede ayudarte realmente. Es alguien en quien todo confiamos plenamente y sabemos que es un verdadero profesional. Ya hemos hablado con él y está dispuesto a verte mañana mismo, si tu aceptas, claro - no podía recordar cuándo había sido la última vez que Eva le había hablado con tanta amabilidad, pero la verdad era que no recordaba demasiadas cosas así que su cabeza podía estar engañandola.

- De acuerdo - aceptó - pero tengo una condición - podía haber perdido importantes recuerdos y experiencias, pero su habilidad para negociar estaba intacta - quiero ir al cementerio. Anoche tuve un sueño o una visión, no lo sé realmente, y siento que debo ir a allí.

- Pero, ¿cómo? ¿Dices a visitar a mamá y a papá o qué? - Guille preguntó curioso.

Su sueño no había tenido nada que ver con sus padres. Apenas si lograba reconstruir sus rostros en su me memoria. Pero necesitaba ir allí y sabía que esa era la única manera de conseguir su objetivo.

- Precisamente - respondió.


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¡Hola a todos!

Finalmente la espera llegó a su fin, y les traigo un nuevo capítulo de esta ¿triste? historia. Estuve leyendo algunos de sus comentarios, y vuelvo a decirles que tengan paciencia, puede parecer todo muy desgarrador al principio pero todo tiene un por qué.

Recuerden que este 6 de mayo saldrá la lista de Nominados a los MTV MIAW y debemos apoyar a Maca, Barbie y Juliantina en todas las categorías.

Por otro lado, los invito a leer mi otro fanfic: The One Night Stand, que también ya tiene un nuevo capítulo. Espero que lo disfruten.

Como siempre, les recuerdo que este fic está basado no sólo en Juls y Val, sino también en la música inspiradora de mi banda favorita: The Maine. Este capítulo en particular lleva el nombre de una de las canciones del album Pioneer. Espero que puedan tomarse el tiempo de escucharla, y aún mejor si pueden darle una oportunidad al CD completo porque es una obra de arte maravillosa.

¡Nos leemos!

ForevermoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora