Episodio 10: Primera cita.

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S: (He cerrado la puerta con dos vueltas de llave, puedo meter las llaves en el buzón...)

N: Hola.

S: (He dado un grito de miedo antes de ponerme la mano en el corazón para calmar mis latidos.) ¡Maldita sea, Nath! ¡No me hagas eso nunca más!

N: ¡Perdón! He entrado un momento y me he dicho que seguramente estarías cerrando la cafetería. Temía accionar la arla, así que estaba esperando aquí.

S: ¡Ah, eras tú!

N: ¿Quién esperabas que fuera?

S: ¡Nadie, y menos a estas horas, me has dado un susto de muerte!

N: Lo siento, de verdad.

S: (He colocado mis llaves en el bolso y finalmente me he repuesto del susto... La última vez que nos vimos fue... en la gala. Y yo me fui hecha una furia.) Escucha por última vez...

N: He estado pensando mucho en eso que me has dicho... Y quiero que me entiendas y me des tiempo.

S: ¿No crees que me merezco saber la verdad después de todo lo que ha pasado?

N: Sí, seguramente... sé que tienes la impresión de estar esperando. Pero no tienes en cuenta los esfuerzos que hago. Seguramente eres la persona con la que tengo más confianza desde hace al menos 3 años... no dejo que nadie entre en mi "circulo de amigos" desde hace mucho tiempo.

S: Pero...

N: Estas cosas llevan tiempo... por más que repitas que quieres conocer la verdad, que quieres entender quién es esa gente, preguntarme lo que hago fuera de la facultad, por qué ha cambiado, qué es lo que pasa... Ya te he contado bastante.

S: No tengo esa sensación.

N: Sin embargo, así son las cosas. Y tengo la intención de continuar así. Pero... ¿cómo decir esto de manera amable...? No todo gira alrededor de tu ombligo, hay otras cosas en juego, y seguramente razones por las que no puedo contártelo todo.

S: Mmm... lo sé, Nath, ¿pero cómo quieres que siga intentando conocerte si no me cuentas nada?

N: Lo que hago no define cómo soy.

S: (Me ha metido la etiqueta que sobresalía por el cuello. He sentido sus manos heladas sobre mi piel, he sentido un escalofrío y he apartado el hombro sin querer.)

N: Lo siento... no he podido evitarlo...

S: No, no pasa nada...

N: Volviendo a lo que estaba diciendo, espero que lo sepas... Que lo que hago no define cómo soy. Soy mucho más que eso, Sucrette. Que sepas que yo soy mejor que todo lo que se cuenta, y que todo lo que te enteras.

S: ¿Todo lo que me entero? (He tragado saliva con dificultad.)

N: Volveremos a hablar cuando sea el momento.

S: (Nos hemos quedado plantados allí durante un momento, con los brazos cruzados, uno en frente del otro, mirándonos los zapatos.)

N: Venga, vamos, nos vamos a terminar congelando si nos quedamos aquí. Te acompaño hasta el portal de la facultad.

S: (Le he seguido en dirección al campus.)

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S: (Ninguno de los dos ha hablado durante todo el camino. Caminamos el uno junto al otro y nuestros hombros se han tocado varias veces. Resulta raro, el silencia entre nosotros no me molesta, no es incómodo. Me he sumergido en mis pensamientos. Y decir que el sábado estaba casi convencida de haber pasado la noche entre sus brazos... ¡Y los de Castiel! Normalmente, olvido los sueños rápidamente, mientras que este... está especialmente anclado en mi memoria, incluso los más mínimos detalles.)

Corazón de Melón en la Universidad. Ruta Nathaniel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora