Para obtener la imagen: Tengo este pantalón bombacho azul que nunca me había puesto... Aunque...
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Como sabéís, en este episodio Nathaniel se ha marchado, hasta que decidimos acompañar a Ámber al piso de Nath y....
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S: (El parque es bastante inquietante el lunes por la noche. No hay casi nadie. Intento seguir a Ámber como puedo, pero está corriendo, y lleva tacones. Una vez llegadas a la puerta del edificio, ha metido las llaves en la cerradura sin dudar un momento, antes de abrir la puerta. Me da la impresión de que el apartamento no ha cambiado... Se ha quedado congelado en el tiempo. Se me ha encogido el corazón al ver las sábanas en el lugar donde dormimos juntos las últimas dos veces. Ámber me ha sacado de mis sueños al colocar sus cosas en una esquina del escritorio.)
Ámber: Comienza por la estantería, yo me ocupo del baño.
S: (He abierto los libros uno a uno... Aparte de algunos marcapáginas originales. No he encontrado nada especial... No he podido evitar darme cuenta de que el libro que leímos en nuestro último día ha desaparecido... ¿Se lo habrá llevado? No sé cómo o por qué, pero durante un instante, en el fondo de mí, ese pensamiento me ha reconfortado durante medio segundo. Después de la estantería, he registrado la mesita de noche... Tampoco hay nada de especial... Preservativos, otro libro, un reloj roto y...)
CRACK
S: (Un crujido me ha retenido.)
Ámber: ¿¡Qué es eso!?
S: ¿Has sido tú?
Ámber: ¡No, calla! ¡Alguien se acerca!
S: (Ámber ha agarrado el primer cuchillo que ha encontrado en la encimera de la cocina, antes de apagar la luz. Se ha reunido conmigo detrás de la cama, ambas agachadas.)
Ámber: Nos han visto entrar... nos han visto entrar en el apartamento...
S: (He susurrado de manera casi imperceptible.) ¿¡Qué piensas hacer con ese cuchillo!? ¿¡Estás loca o qué!?
Ámber: ¿Y tú? ¿¡Qué piensas hacer con las manos vacías si nos atacan!?
CCCCCCCRRIIIIIII
Ámber: (La puerta acaba de abrirse. Mi corazón va a explotar en mi pecho. No puedo evitar pensar en las últimas palabras de Castiel, diciéndome que le avisase. Mi condenado teléfono está sobre el escritorio, al otro lado de la cama. Imposible alcanzarlo... He podido distinguir una silueta masculina atravesando la puerta. Cabello negro, de constitución robusta... Parece que su mano se dirige hacia el interruptor. Nos va a ver. Oh, Dios mío... Oh, dios mío...
Ámber: ¡NO TE MUEVAS ESTOY ARMADA!
N: ¿¡Q-Qué!?
S: ¿¡NATHANIEL!?
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