"Mi nombre es Katherine, y soy albina."

Capítulo 3

Regla 1: No debes tocar a nadie. Exceptuando a las personas que te visten y peinan en eventos importantes.

Regla 2: Obedece sin rechistar.

Regla 3: Calla, nadie quiere escucharte.

Regla 4: Cuando vayas a la escuela no le hables a nadie.

Regla 5: Si tu padre desea golpearte no debes decirle a tu madre (regla implantada por él mismo).

Las reglas son el centro de muchos, es normal, todos las necesitamos.

A veces pienso que la vida es injusta, pero mi padre siempre dice que vivir es lo mejor que le pudo pasar.

¿Acaso soy la única que piensa que los hombres tienen ventajas? A veces lo pienso, pero mis pensamientos deben ser un secreto.

Miro mi blanca piel, tan pálida que parece irreal.

A veces en la oscuridad de mi habitación pienso en una de mis compañeras de escuela. Ella es tan amable, tiene la piel blanca y el cabello negro y muy largo. Todos los chicos quieren casarse con ella, pero su padre tiene otros planes.

Se casará en febrero con un hombre millonario que viene desde Alemania.
Ella se ve feliz.

Tocan la puerta de mi habitación y una de las sirvientes entra con mi cena, esbozo una sonrisa.

—Estoy cansada de que me mires así niñita —suena molesta—, no te traigo esto porque me ofrecí, sino porque no quiero que maten a mis hijos —mi sonrisa se desvanece—. Deja de pensar que le importas a alguien.