Son las 6 de la mañana. Siento ruidos en el jardín de la casa, así que me levanto y bajo las escaleras.
Abro la puerta y no veo absolutamente nada. Sigo buscando por el jardín con una vela en mi mano.
Alguien me toma desde atrás y me cubre la boca.
—Calla albina —quiero correr—, no te haré daño, solo relájate —siento su mano correr por mi cuerpo y apretar mis pechos: rasguñándome.
La vela cae de mi mano y se apaga enseguida en el suelo de tierra.
Intento empujarlo pero tiene mucha fuerza.
—Tranquila bonita, te va a gustar.
—¡Suéltame! —trato de hablar lo más fuerte que puedo, pero tiene su mano en mi boca.
Siento como mete algo en mi. Duele, arde y se siente horrible.
Trato de moverme y golpea mi cabeza y ya no sé nada más.
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"Mi nombre es Katherine, y soy albina."
Mystery / ThrillerDeberías comprender que no todas las heridas dejan cicatrices, algunas matan.