—¿Cómo que quiere casarse conmigo? —digo alterada.
—Así es señorita —dice amable—, quiero que la raza blanca se mantenga por varias generaciones más y cómo se ve, su genética es fuerte.
Eso me disgustó.
Pestañeo confundida y él sigue.—También tiene muchos privilegios por ser de nacionalidad estadounidense, su genética y mis riquezas nos vendrían bien a ambos —me mira sonriendo—, claro, si sus padres lo permiten y usted quiere.
—La respuesta es si —dice mi padre apresurado.
Mi madre me mira con lástima.
—Creo que será mejor que hablen con Katherine antes de tomar una decisión —dice el joven—, aunque quisiera dar un paseo con ella por el jardín, si me permiten.
—¡Claro! —dice mi madre.
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"Mi nombre es Katherine, y soy albina."
Misterio / SuspensoDeberías comprender que no todas las heridas dejan cicatrices, algunas matan.