Hiruzen y Danzo arman su propio equipo de ninjas para el futuro de la aldea, uno basado en la descripción que dejó mito en un pergamino y el otro siguiendo los ideales de su antiguo sensei.
Un chico y una chica de aproximadamente 13 años estaban sentados en una banca, la chica parecía curar algunas heridas que el chico tenía.
- Debes ser más cuidadoso Obito.
- Estoy bien Rin, esto no es nada.
En eso la chica hace voltear el rostro del chico para que la vea fijamente.
- No vayas por ahí de valiente y te cubras las heridas ... Te estoy observando. Me prometiste que te convertirías en Hokage y yo también quiero parar esta Guerra y SALVAR al Mundo, Es por Eso que decidi ... Estar a tu lado y vigilarte.
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Después se puede ver a dos jóvenes que están discutiendo en el bosque.
- Nuestra obligación como Shinobis es terminar la misión cueste lo que cueste- dijo un chico peliplata con un el ojo izquierdo vendado.
- Así que piensas abandonarla?- dijo el pelinegro molesto- Sabes, aquellos que no cumplen una misión son considerados escoria... pero, aquellos que dejan a sus amigos son peor que eso. Por eso siempre creí que el colmillo blanco hizo lo correcto.
Después de decir esto el chico se fue del lugar.
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En lo que parecía una cueva estaba un a roca gigante y debajo de esta un chico, al menos la mitad de él.
- Rin porfavor, dale mi ojo a Kakashi, será mi regalo- dijo este con una sonrisa en su rostro.
- No puedo hacerlo- lloraba Rin- podemos sacarte de ahí.
- Porfavor Rin, deben irse de aquí
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