La cabaña parte 1

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En un bosque, no muy lejano, había una cabaña. Aquí, habitaba una familia, conformada por una feliz pareja,una niña y un niño.

La mayor tenía 14 años, y el menor tenía 5.

Una noche, los hermanos dormían tranquilamente en sus habitaciones. Pero esta tranquilidad se vió interrumpida por un fuerte ruido en el primer piso. Ambos salieron de sus habitaciones, la mayor le dijo a su hermano que entrara a su habitación. El niño obedeció.

La niña bajó silenciosamente las escaleras.

Cuando llegó a la sala, encontró todo en orden. Todo estaba normal, o eso creía ella.

Ella se dirigió a la cocina, donde la esperaba una de las escenas más sangrientas y horribles. Su padre estaba en el suelo, le faltaban ambas piernas y le habían arrancado la piel de la cara.

La niña salió corriendo de allí, se dirigió al segundo piso en busca de su hermano. Encendió las luces del pasillo, y se dirigió a su habitación. Justo cuando iba a entrar, vió que debajo de la puerta de la habitación de sus padres salía una gran cantidad de sangre. Temblando, la niña se acercó a la puerta ensuciando se los pies de sangre. Llena de nervios, abrió la puerta.

Su estaba colgada en la pared, a ella también le faltaban ambas piernas, solo que esta vez también le habían arrancado un brazo. Y no tenía sus ojos.

La niña comenzó a gritar alertando a su hermano. El niño salió de su habitación, se dirigía hacia su hermana, pero se detuvo cuando vio la sangre. El nene entró en pánico al ver a su hermana con sangre encima.

La niña al ver a su hermano se acercó lentamente con cuidado de asustarlo más de lo que estaba. El niño no podía moverse, tenía demasiado miedo.

Ella le dijo todo lo que había visto, el niño aún no le había respondido. Los nervios no lo dejaban hablar.

La niña le pidió que entrara de nuevo en su habitación, el nene no se movía así que ella lo tomó por la mano y lo llevó ella misma.

Después de dejar a su hermano encerrado, se dirigió a la ducha, se quitó su pijama, y se bañó durante un buen rato. El agua caliente le sirvió para tranquilizarce un poco. Después de lo que había visto era difícil no asustarse ante el primer ruido.

Salió de la ducha, buscó un poco de ropa que ponerse y fue a la habitación de su hermano. Cuando entró, encontró a su hermano llorando en su cama. Ella se acercó y lo abrazó intentando calmarlo. Sabía que ahora tenía que cuidar de su hermano. Duraron un largo rato así, en esa posición, el niño llorando y ella abrazándolo. Las horas pasaron y ambos se quedaron dormidos

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Ya había amanecido, la niña dejó a su hermano durmiendo en su habitación mientras ella llamaba a la policía.

Pasaron unos minutos hasta que llamó a su hermano, la policía ya había llegado y ellos tenían que irse.

Los llevaron a la comisaría, en donde interrogaron a la niña. Llorando y temblando respondió todas y cada una de las preguntas que los agentes le hicieron.

Después de eso, llevaron a ambos a un orfanato, donde, se quedaron hasta que la mayor cumplió los 18 años, llevándose con ella a su hermano de tan solo 9.

Con el tiempo, encontró trabajo y ganaba lo suficiente para poder mantener a su pequeño hermanito y darle la oportunidad de estudiar.

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