La criatura del sueño

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Hacía ya varias semanas. Jack, un chico estadounidense, había estado teniendo el mismo sueño. Dicho sueño consistían en una criatura de muy poco cabello, ojos amarillos, garras largas y afiladas. Sus brazos y piernas eran largas y caminaba encorvado.

Esta criatura no hacía más que decirle que matara a su familia.

Al principio. Jack no le prestó mucha atención, pero empezó a preocuparse al ver que el sueño se repetía una y otra vez.

Una noche, Jack despertó asustado, esta vez, la criatura no solo le había dicho que matara a su familia. También lo había atacado.

Se acercó a la mesita junto a su cama, y tomó un lápiz y una hoja que había dejado la noche anterior.

Comenzó a dibujar a la criatura. Planeaba mostrárselo a sus padres. Le preocupaba el hecho de que ese sueño se repitiera. Él estaba considerado matarlos, pero no porque quisiera, sino porque quería encontrar un poco de paz.

Jack aprovechó que su hermana pequeña estaba en la escuela, y habló con sus padres. Ellos no le creyeron, le dijeron que no debía preocuparse, solo era un sueño. Pero Jack no pensaba de esta forma.

Los días pasaron, y Jack cada vez estaba más asustado.

Sentía que alguien lo seguía, incluso, sintió que alguien le susurraba: "mata a tu familia"

Jack estaba desesperado. A tal punto que intentó matarse, pero no lo logró, sus padres lo habían evitado. Y para asegurarse de que no lo intentará una vez más, lo llevaron a un hospital psiquiátrico.

Jack le gritaba a los enfermeros que lo dejarán ir, y durante las noches golpeaba la puerta.

Los enfermeros no le hicieron caso. Lo ignoraron completamente.

Los meses pasaron, y Jack estaba mejor. Su familia había decidido que era hora de que volviera a casa.

Los primeros días, todo estuvo bien. Pero las cosas comenzaron a tornarse feas.

Jack se había vuelto violento, había golpeado a su hermana y a su madre. En las noches despertaba gritando.

Sus padres estaban cada vez más preocupados, no sabían que más hacer.

Una noche. Por primera vez, Jack no había despertado gritando como otras veces. Sus padres pensaron que por fin su hijo estaba bien, pero estaban equivocados, muy equivocados.

Jack se despertó muy tranquilamente, bajó de su cama, salió de su habitación y se dirigió hacia el sótano, bajó el pequeño tramo de escaleras y buscó con la mirada la caja de herramientas de su padre. Al encontrarla se acercó y se puso de rodillas. Comenzó a rebuscar toda la caja es busca de cualquier herramienta que le ayudara a matar a su familia. Al final, se decidió por un martillo. Lo sacó de ahí y se puso de pie.

Salió de allí y se dirigió a las escaleras. Caminó despacio hacia la habitación de sus padres. Abrió con sumo cuidado la puerta, entró y la cerró con cuidado. Se acercó a la cama. Alzó los brazos y golpeó la cabeza de su madre con el martillo.

Su padre se despertó instantáneamente, así que le proporcionó un martillazo en el abdomen. El hombre cayó al suelo quejándose de dolor.

Jack se volvió hacia su madre y la siguió golpeando con el martillo en la cabeza. El padre se puso de pie, y encendió el foco.
Al ver que era su hijo quien había matado a su propia madre, sus ojos se llenaron de lágrimas. No podía creer que él hubiera hecho tal cosa.

Jack se acercó corriendo hacia su padre, él intentó huir, pero Jack fue más rápido.

Lo golpeó en la nuca. El hombre cayó al suelo comenzando a convulsionar. Jack se arrodilló, y le comenzó a martillar la cabeza, justo como había hecho con su madre.

La sangre comenzó a esparcirse por el piso.

Jack se puso de pie, salió de la habitación y se dirigió al cuarto de su hermana.

Entró la habitación y se acercó a la cama donde su hermana descansaba. Jack le dió una martillazo en el pecho, ya que la niña estaba durmiendo boca arriba.

Le dio un martillazo en el abdomen y otro en la frente. Le dió vuelta, y la golpeó en la nuca. Después le dió varios martillazos en el cráneo, para después seguir con su espalda.

La cama estaba manchada de sangre, al igual que la ropa de Jack.

Jack despertó asustado. Había soñado que mataba a su familia.

Bajó de su cama, y salió de su habitación. Bajó corriendo las escaleras, y se dirigió a la cocina en busca de su madre.

Al no encontrarla. Subió las escaleras y corrió hacia la habitación de sus padres. Pensaba lo peor.

Al abrir la puerta, se quedó inmóvil.

En la cama, yacía el cuerpo de su madre sin vida. Sus ojos se llenaron de lágrimas, sabía que no había sido un sueño. Él mismo la mató.

Jack sintió una humedad en sus pies. Bajó la vista, y vió a su padre con un charco de sangre rodeando su cabeza.

Jack salió corriendo de ahí. No hacía falta ver la habitación de su hermana. Era claro que también estaba muerta.

Una vez más, bajó corriendo las escaleras. Se dirigió hacia el teléfono de la casa y llamó a la policía.

Les dijo lo que había hecho e incluso les contó sobre el sueño.

15 minutos después la policía llegó. Lo arrestaron y lo llevaron a la comisaría.

A Jack lo acusaron de homicidio, y lo condenaron a cadena perpetua.

Jack nunca dejó de insistir en que no había sido su culpa. Durante el interrogatorio no paraba de decirles que de alguna manera, lo que había matado a su familia, había sido la criatura de su sueño. Pero los agentes no le creyeron.

Dos años después. Jack se suicidó en su celda. Pero lo más extraño fue, que junto a su cuerpo, habían encontrado el dibujo que había hecho de La criatura del sueño.




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