Narra Michael
- Deberías ir a buscarla.
- ¿Para qué? Paso, Ash.
- Oye. - Me giro para mirarle. - ¿Dónde está el Michael que no se rendía? El que iba a luchar hasta el final para volver a conquistarla.
- Cansado. Cansado de luchar.
- No me lo creo. Tú no vas a dejarlo así, y sé que conseguirás lo que quieres. Confío en que esa cabeza testaruda que tienes, logre lo que quiere. Confío en que no acabe así, que no la dejarás en brazos de otro. - Ashton vuelve a entrar en la discoteca dejándome solo.
Tiene razón, no me voy a rendir, estoy cansado de luchar pero el amor que siento por ella es mucho mayor que el cansancio que me rodea.
La puerta vuelve a abrirse. De ella salen dos chicos y una chica, con demasiado alcohol en la sangre diría yo. La chica intenta bajar el escalón bastante torpe. Ver esa escena hace que me ría y me levante para ayudarla, ella me mira de arriba abajo y espero a que se incorpore para evitar que se caiga de nuevo. Me mira a los ojos y después me mira los labios, empiezo a sentirme incómodo y entonces la puerta vuelve a abrirse y me giro y la veo saliendo con la cabeza bajada. No me muevo. No sé que hacer. Ella levanta la mirada y me mira. Tiene la mirada triste. La miro a los ojos y ella sigue caminando, pasando por mi lado sin decirme nada. Dejo a la chica, me da igual si se cae o no y voy tras ella. La cojo de la muñeca haciendo que pare en seco. Ella me mira a los ojos y no me salen las palabras.
- ¿Me dejas irme? - Le suelto la muñeca. - Gracias. - Ella empieza a caminar.
- ¡Espera! - Se gira para mirarme. - ¿A dónde vas?
- A mi casa.
- ¿A tu casa? - Ella asiente. - Pero, ¿a la tuya, tuya? - Vuelve a asentir. - No puedes.
- ¿Por qué no?
- Porque..
- Joder, ¿se puede saber qué cojones te pasa?
- Nada. Ten cuidado. - Ella me mira a los ojos y suspirando se da la vuelta para seguir caminando.
Me quedo parado, mirándola. La pierdo de vista y el miedo a que le pase algo me come la cabeza. Empiezo a caminar, y sin darme cuenta, la estoy siguiendo a su casa.
Cuando llega, la veo buscar de manera torpe en su bolso las llaves de su casa. Estoy seguro de que ni si quiera se acuerda de cuales son sus llaves. Por un momento la escena me hace reír. Me siento apoyado en la pared que está en frente de su casa dejando mi espalda resbalar por ésta.
De repente, varias gotas de agua caen encima de mi cara, está empezando a llover pero no me importa. Veo que saca un papel de su bolso que según parece es una foto, y la veo sentarse como minutos antes hice yo. La lluvia va a más. La veo esconder su cara entre sus piernas.
No sé qué hacer, no sé si ir y abrazarla o dejarla como minutos antes hizo ella dejándome en la discoteca.
La veo levantarse y salir hacia la carretera, y me levanto deprisa para ir hacia ella y echarla a un lado de la calle ya que un coche venía a gran velocidad. Caemos en el césped que tiene en la entrada de su casa. Ella tiene la respiración acelerada y está llorando, me mira a los ojos y de repente caigo en la cuenta de que estoy encima de ella. Me levanto y le doy mi mano para ayudarla a que se levante. Pierde el equilibrio y la sujeto, supongo que demasiado alcohol. La atraigo a mi pecho y ella pone una mano en éste pero no se aleja, simplemente me mira a los ojos mientras llora. Le seco las lágrimas y la abrazo esperando a que se tranquilice. Ella esconde su cabeza en mi cuello y yo le acaricio la espalda.
Cuando lo hace, se separa un poco de mí.
- Lo siento. - Es lo primero que pronuncian sus labios. La miro confuso. - No debí irme así.
- No te preocupes. - Le seco las pocas lágrimas que le quedan y ella sonríe. - ¿Por qué llorabas? - Baja la mirada. La cojo de la barbilla y hago que eleve su cara para mirarme a los ojos. - Cris.. - Me da el papel que sacó de su bolso. Efectivamente, era una foto. La foto que nos hicimos antes de cumplir los 4 años juntos. Lágrimas empiezan a recorrer mis mejillas. - No sabía que la tenías.
- Yo no la recordaba.
- Me imaginaba.
- Pero cuando la he visto.. Yo.. Mike, miles de recuerdos se han juntado en mi cabeza. Todos contigo. Era feliz. Sonreía como una niña pequeña. Me hacías feliz y sin embargo te olvidé. - Quiero dejar de llorar pero sus palabras hacen que no pueda hacerlo. Ella me seca las lágrimas y sonríe. - Ahora sé que todo lo que creí olvidar, es real. Que nada eran sueños que yo creía soñar. Que tú existes de verdad.
- Pero aún habiendo recordado todo lo que hayas recordado.. En fin, no recuerdas lo más importante.
- ¿El qué?
- Nuestra fecha.
- No puedo responderte a eso. Sólo sé que te quise, que te quiero, y te querré, siempre. - Sonrío y me acerco a ella sujetándole la cara y mirándola a los ojos. Ella no se aparta. La lluvia no para de caer sobre nosotros. Incluso hay algún relámpago pero en ese momento no me importa, y tampoco a ella. Termino con la distancia que hay entre nosotros y vuelvo a sentirla. Vuelvo a sentirla en un beso profundo.