Narra Michael
Sin saber como, llego al parque al que solíamos ir antes del accidente. Estoy seguro de que traté de evitar éste destino. Miles de recuerdos aparecen en mi mente y sin querer, lágrimas amenazan con salir, intento no llorar, pero es imposible.
Ésta noche ella va a salir, y ese presentimiento sigue ahí, quiero pensar que a Cris no le pasará nada pero me resulta bastante difícil. Tengo miedo. Muchísimo miedo. Miedo a que le pase algo y por culpa de mi egoísmo, por no sufrir viéndola, le pase algo. Decido volver a casa lo más rápido que puedo, con la esperanza de que ella aún no haya salido. Cuando llego, entro y la llamo, pero no responde. Recorro toda la casa varias veces pensando que ella se estuviera moviendo por ésta al igual que lo estaba haciendo yo, pero sigo sin obtener respuesta. La llamo por teléfono pero su móvil suena en el sofá del salón. Tiro de mi pelo hacia atrás, estoy nervioso, no voy a negarlo.
Salgo de casa de nuevo y me dirijo a mi coche que dejé fuera el día anterior y subo en éste. No sé a qué lugar habrá ido pero me imagino que estará en la discoteca a la que solíamos ir cuando salíamos todos juntos. Cuando llego, aparco mi coche y bajo de él. Me dirijo a la puerta de la discoteca y me pienso si entrar o no. No quiero verla con un vaso en la mano, bailando con sabrá dios quien, o como quiera que esté, pero tampoco puedo dejarla sabiendo que algo no va bien.
Decido entrar y la busco con la mirada. Localizo a Luke en la barra con una persona a la cual no reconozco, por lo que me acerco a él y veo que es Calum de quien se trata.
- Al final has decidido venir.
- El realidad he venido por Cris, Cal, tengo un mal presentimiento.
- Desde el accidente te atormentan tus paranoias. Sal y diviértete.
- Supongo que tienes razón.- Luke asiente y me ofrece un vaso de lo que parece ser vodka. Lo cojo pasando un poco de ese vaso mientras sigo buscando a Cris. - ¿Sabéis dónde está Cris?
- Hace un rato la vi bailando con Ashton. - Yo asiento y dejo el vaso en la barra para después ir a la pista a buscarla.
Tengo la mirada perdida entre la multitud, es difícil reconocer a cualquiera con tanta gente a mi alrededor. Empiezo a agobiarme bastante así que decido salir de entre toda esa gente un rato y sentarme en uno de esos sofás que se encuentran apartados de la pista. Cierro los ojos un momento. Cuando los abro, miro hacia mi izquierda, nadie. Miro hacia mi derecha y ahí está, ahí la veo sentada junto a otro chico, demasiado juntos, diría yo. Ver esa imagen me rompe el corazón más de lo que lo tenía ya pero no puedo dejar de mirarla. Tiene una sonrisa enorme, y esa risa nerviosa que la hace ser tan especial, es como si le gustara ese chico, pero sé que es el efecto del alcohol quien la hace reaccionar así. El chico se acerca a su oído y la oigo reír, ni siquiera sé como hago para oírla ya que el volumen de la música es bastante alto. Los celos empiezan a atacarme por dentro y me levanto del sofá dirigiéndome hacia ella. La cojo del brazo para levantarla pero entonces veo que el chico con el cual se encuentra, es Ashton. Él me mira y yo a él, no me puedo creer que me haga esto. Ella me mira confusa y yo le suelto el brazo y empiezo a caminar hacia la salida. Me siento en el escalón de la entrada con mi cara entre mis manos cuando de repente noto una mano en mi hombro y me giro para ver de quien se trata.
- Lo que has visto.. No es lo que parece.
- Creo que lo que he visto es más que suficiente.
- Michael, ella me estaba hablando de ti.
- ¿Y por eso se reía? Anda, vete con ella, a contarle estupideces o simplemente a vigilar que no se la folla nadie que no seas tú.
- En serio, a veces pareces un puto crío.
- Es que sabes como lo estoy pasando y sólo se te ocurre ir a la discoteca con ella.
- Ella te dijo que íbamos a salir y tú le dijiste que no querías.
- Precisamente le dije que no porque no quería encontrarme con una escena así.
- ¿Y qué haces aquí? - Yo me quedo en silencio. Tiene razón, a veces puedo ser el más crío de éste mundo. - Te ha pedido tiempo y estando así encima de ella, no vas a cambiar o hacer que tome una decisión más rápido.
- Imagínate por un momento que estás enamorado de ella, ¿cómo actuarías? Porque creo que hablas sin saber. Ponte en mi jodida situación.
- Sabes de más que sé como te sientes.
- No. No lo sabes, Ash, y por eso haces esto.
- ¿Qué se supone que estoy haciendo?
- Ligarte a mi novia a mis espaldas. Aprovechar que ella perdió la memoria el día que cumplíamos 4 años. Aprovechar que ella me olvidó. Aprovechar que yo ya no soy nada en su vida para ser tú el dueño de su corazón ahora.
- Ella no te ha olvidado.
- Ya. Eso me podéis decir todos pero no quita que perdió la memoria cuando despertó después del accidente.
- Sinceramente, Michael, yo creo que un amor que marca tanto, no se olvida tan fácilmente.
*Flashback*
Llevo viniendo todos los días desde que me dieron el alta. A veces me quedo por las noches y observo como sigue con los ojos cerrados. No se mueve. Simplemente respira.
Me cuesta creer que un cuerpo tan nervioso como el suyo haya acabado así. Me siento a su lado y cojo una de sus manos y la acaricio, notar el calor de su cuerpo me hace, de alguna manera, pensar que todavía está conmigo.
- Dijiste que no me dejarías. Que no te irías. Vuelve conmigo por favor. - Empiezan a caer lágrimas de mis ojos y solo me doy cuenta de que estoy llorando cuando la sábana con la cual está tapada empieza a mojarse. - Dime que sigues aquí. Dame una señal. Dime que me estás escuchando. - Con mi otra mano le acaricio la frente y entonces siento que ella me está apretando la mano. La miro, pero sigue con los ojos cerrados. Me levanto y salgo a buscar un médico. Cuando encuentro uno, le explico todo y él enseguida va a la habitación y la observa. - ¿Se va a despertar? - El médico niega con la cabeza. - Pero, me ha apretado la mano. No estoy loco.
- Ella sigue en coma. Si te ha apretado la mano es porque los nervios de su cuerpo y su cerebro siguen vivos, que lo haya hecho no quiere decir que vaya a despertar. Lo siento. - Yo asiento y el médico sale de la habitación dejándome solo con ella.
Siguen pasando días, semanas, incluso meses. Su brazo está casi curado y ella sigue sin despertar. En parte me alegro porque no se ha enterado del daño que lo hubiera podido causar el brazo roto pero, creo que preferiría que pasara por eso, y que estuviera despierta, conmigo.
~*~
Me encuentro sentado a su lado, simplemente espero con la esperanza de que hoy sea el día. Hoy hace 3 meses que está en coma y cada vez veo más imposible que despierte. Me levanto y camino de un lado a otro por la habitación. Veo que la puerta se abre y por ella, aparecer Ashton.
- ¿Sigue sin dar señales? - Asiento. - Seguro que hoy es el día.
- Llevas diciéndome eso desde que supimos que está en coma. Ya no me lo creo.
- Lo sé, simplemente intento dar ánimos. Lo estamos pasando todos mal aunque sabemos que tú lo estás llevando peor.
- De momento solo sé que si ella me deja, yo me voy detrás. - Ashton asiente.
Pasan dos horas, en las cuales no hablamos, simplemente la miramos. Oigo las sábanas de la cama y me giro hacia ella. Se está moviendo pero sus ojos siguen cerrados. Ambos nos acercamos a ella y la miramos a los ojos. Cuando los abre, no puedo evitar llorar. Ella mira a Ashton primero.
- ¿Ash? - Él asiente sonriendo y yo hago lo mismo al oír su voz de nuevo. Se gira hacia mí y me mira con el ceño fruncido. - ¿Y tú eres?
*Fin del flashback*
- Pues no creo que tengas razón cuando ella nada más despertar me preguntó quien soy.