Capitulo 3.- Días antes de la Boda.

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Había pasado tiempo después de las "despedidas de soltero" de cada uno, Sebas había salido con más dudas -que con respuestas- sobre la explicación de Demiurge.
El demonio salio del lugar con cara de satisfacción aquella noche, no le dejaba de ver y dar pequeñas palmadas en la espalda que se sentían de "animo" todo bajo las palabras "pronto se viene tu gran día". Sebas era cociente de que pronto se casaría con Tsuare, lo había investigado en la biblioteca de los supremos y su significado.


"Pasar la vida juntos"  murmuro mientras acariciaba su barba blanca, Sebas se dirigía a la oficina del supremo. 


En su agenda hoy el Supemo Ainz Ooal Gown estaria en E-Rantel, tendría una junta para recibir los informes quincenales.

Al llegar todos estaban ahí, desde los guardianes hasta algunos humanos de alto rango que llegaron a ser designados a ciertas labores por su competitividad. Aunque había escuchado que Albedo que se opuesto a que simples humanos realizaran tareas de importancia para el supremo.


Aquel día Demiurge hablo interviniendo en la rabieta de su supervisora diciéndole que "entre mas tiempo libre tengas, mas tiempo tendrás para practicar a ser una buena esposa" esas palabras fuero suficientes para calmar la furia de Albedo.


En aquella sala de conferencias que fue adecuada para ser digna de recibir al supremo, se encontraban algunos jefes de aldea que venia a entregar los reportes de producción de la siembra, el consumo de los aldeanos y el dinero entrante y saliente de la misma, los materiales prima usados para la construcción de pozos de agua, bardas y todo lo necesario para la supervivencia del ganado, después estaban los jefes comerciantes, ellos recibían el producto y daban su infirme de cuanto habían repartido a otros lugares. no era mas que la exportación de la cosecha, alimentos e items de bajo valor pero útiles para la vida diaria o para los aventureros. los items de gran valor los vendían en el Reino Hechicero ya que si la ganancia era del 100% y no debían pagar impuesto de aduana.
un poco mas cercas de Ainz se encontraban Enri y Nfirea, quienes eran colocados casi al mismo rango que los guardianes por sus grandes aportes.
Enri en su custodia y vigilancia de los talleres enanos donde se desarrollaban las armas runicas que serian vendidas a los aventureros, Nfirea por sus pociones que cada vez eran mas útiles y avanzadas en sus efectos. estas mismas solo se vendían en el reino y estaba prohibido su salida sin autorización. esto era para evitar que alguien tratara de reproducir la poción, aunque la verdad parecía mas un chiste el que otro ser tratara de imitar o recrear la formula. Nfirea estaba orgulloso de los pasos de producción ya que el mas mínimo error podía causar una catástrofe.
Ainz escuchaba atento cada palabra, al principio veía que los humanos hablaban con temor por las miradas de sus guardianes que a la mas mínima falta de respeto recaía en ellos las miradas llenas de hostilidad pura.


Ahora podía ver que hablaban mas soltado, por así decirlo, su forma de hablar era mas fluida y llena, sobre todo de respeto para no incomodar a los guardianes.


"Ese es todo mi informe, su Majestad." 


Al finalizar entrego los documentos a una de las sirvientas, quien los llevo al rey en una bandeja de oro.

(¡por que en una de oro!)


Suzuki debería de estar acostumbrado a ello pero no era así, aun había cosas que le tomaban por sorpresa. esta ocasión era esto, la bandeja que antes de que los humanos entraran los guardianes habían alabado a la sirvienta por tan magnifica idea.

Una Boda en NazarikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora